Cuatro poemas
Amèlie Martínez
SOY UN ZAPATO
he estado
en algunos espejos, cajas
haciendo círculos
sobre manteles de seda
con cuadros rojos y blancos
amontonada de aperitivos y pantallas
o de ramas y bolsas de plástico
perdida
en candelabros
o en escombros
rodeada de mujeres inseguras
o de dukes frustrados
no sé dónde estaré mañana
espero que colgada
en algún cable
MANTARRAYA
te ofrezco
mi diario sin tachones
mis lágrimas contadas
mis nudos de garganta tejidos de anhelos
mi piel sin manchas
mis huesos tronados
mi recetario para tus malestares y placeres
mis pinturas llenas de estrías
mi boca que habla y canta
mis canciones grabadas
mi rizador sin máscara de pestañas
mis pupilas que tanto guardan
mis recuerdos sin manadas
mi saliva cubierta de amapolas
mis manos sin tics
222 – MALHUMOR
Desde que tengo memoria
poner sillas en la puerta para que no nos robaran.
Fingir no tener hambre.
Leer la biblia en el comedor.
Desde que tengo memoria
Raúl descalzo por todo Tijuana.
Gizel y Javier aún
sin comprar amor.
A veces ni lloraba.
Miraba el techo
y me perdía en los puntitos
de colores que se iban formando.
Supongo que hay cosas
que aunque patalee,
me despelleje,
o me hunda,
se quedan.
Desde que tengo memoria
la quiero perder.
SERES EXCLUSIVOS
Me gustan los caballos.
Galopan y dan patadas.
Parece que vuelan.
Quiero ser uno,
pero no me tocó
Amèlie Martínez (Tijuana, Baja California, 2006). Estudiante de preparatoria en el Instituto Arangure.