ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Ana Basilio,
Ultravioleta,
colección ¿Cómo Funciona Internet?,
México, Papas Fritas Editoræs,
2024, 64 pp.

 

Francisco Casado (Ciudad de México, 1990). Arquitecto y escritor. Desde 2023 coordina Escrúpulos Editorial. Autor de Flush (Taller de Imprenta Canciones Tristes. Books & Printing, 2023), Antiguo manifiesto para cisnes con miopía (Periódico Poético, 2024) y En alas de la voz (Buenos Aires Poetry, 2025).


Una misa rosa: Ultravioleta, de Ana Basilio

Francisco Casado

 

Toda cultura necesita una historia que contarse; un punto de inicio para saber eventualmente cuánto ha recorrido, sin olvidar desde dónde comenzó la travesía. Incluso las familias necesitan historias de partida con o sin enseñanza moral, pero, al fin y al cabo, con amor y dolor. Tónica donde cabe preguntar, ¿y si lo contaran en forma de poema?, como logra hacer en Ultravioleta su autora, Ana Basilio. Este libro es el número 9 de la colección ¿Cómo Funciona Internet?, publicado por Papas Fritas Editoræs, con la ilustración de Youko Horiuchi (Youconejo).

En Ultravioleta Ana Basilio transcribe partículas cíclicas en pequeños recordatorios o memento mori,dispersos: «[Todo lo que puede decirse perece]» (p. 17), desde el esperma que invade el hogar a punto de caer, sólo para ser levantado de nuevo las veces necesarias: «No habrá guerra sin hombre / y si hay nombre para Dios, / no habrá jamás tregua» (p. 21). Paralelismo al encuentro de Mesoamérica y España, donde la tensión sobre la «verdad» melló los bandos: «Da paso atrás. / En la boca de Nadie cabe la verdad / que tanto creas y tu linaje desconoce» (p. 22). «En las uñas del mexica me clavaron a mí, / en una cruz similar a esa que cuelga de tu cuello» (p.23), hasta que todo habría de cambiar con el nuevo advenimiento:

Las hagiografías no sólo dan sentido a las representaciones artísticas, existen para contarse, para vincularse a través de varios puntos de contacto. Sentirse parte de algo. Además, otro dato interesante es que muchos santos también atravesaron esa crisis de mestizaje ideológico y racial, así como también encontraron concilio. Eventualmente, todo vuelve a la calma. Los ritos cambian. Hay nuevos nombres. Ha llegado el momento de la transustanciación: encontrarse con el otro y extenderle la mano, en el entendido que todo ha sido indultado: «Dios no bajes el switch / de a poquito. / Me dejo en este instante / en el que acepto que jamás lo sabré todo» (p. 51).

 

Es muy temprano quizás,

y así sé que olvidarás todos los aromas.

 

Querrás atinar a qué sonaba mi voz,

saltando entre ruidos de perros y viento,

entre gallos y noches,

tonos y matices,

 

pero ya no podrás.

Sólo podrás protegerte.

 

Seré enterrada, mas no quemada.

Vendrá la lluvia, vendrá el sol

y me hará justicia,

esta suerte de besarme entre las tierras.

 

Regresaré de nuevo, pero ahora,

habitaré entre todas las cosas (p. 51).