Lo que se está viendo
Juan RUX
"Poesía es lo que se está viendo”, escribió alguna vez Joaquín Giannuzzi, sin muchas vueltas ni palabras rebuscadas. Desde temprana edad, cuando era un niño, comencé a realizar revistas artesanales que hacía para mí. A fin de no aburrirme en la hora de la siesta, me escribía historias, cuentos y dibujaba mucho, también me hacía mis propias historietas. Por las noches no podía dormir sin antes leer, leía muchos cómics y libros infantiles. A los 15 años, ya con algunas lecturas juveniles, tuve la conciencia de querer escribir poemas. Mis primeros versos se los dediqué a un caso de “gatillo fácil y represión policial” que luego leí en un acto de mi colegio secundario: el Bachillerato de Bellas Artes de La Plata, ciudad en la que nací y vivo hoy. A los 16 años asistí durante un tiempo al único taller de poesía que tomé, y el compañero que me seguía en edad tenía una década de años más que yo, pero creo que ahí ya quería convertirme en poeta. Estudié Plástica en mi colegio secundario, pero también teníamos compañeros y materias compartidas de música.
Cuando tuve que comenzar la universidad me incliné por la carrera de Letras en la Universidad Nacional de La Plata, pero extrañaba la actividad práctica más de taller y de producción, en Letras era pura teoría… así que abandoné un tiempo y terminé una carrera musical y de composición de música para cine; eso me ayudó a entender muchísimo la estructura de la poesía y algunos recursos y procedimientos, como la repetición, la aliteración, el trabajo por motivos, el ritmo. Con el tiempo volví a Letras sabiendo ya de qué se trataba y a mis 27 años comencé, sin aún estar recibido, a dar clases de Lengua y Literatura en un colegio secundario para adultos, en un turno nocturno de la periferia de la periferia, para sectores marginales. A la vez, empecé a organizar un ciclo de poesía en galerías de arte joven y emergente que se llamó Festín Mutante, el cual de 2010 a 2015 se realizó de manera mensual. En este invitaba a quienes quisieran compartir sus textos o lo que estaban escribiendo en un formato de ronda abierta junto a algunos escritores. Desde 2016 y hasta la actualidad eso se convirtió en Campamento de Poesía, un evento más institucionalizado que llevo a cabo con mi productora Lince y junto con dos socios, colegas y compañeros de la escena: Matías Duarte y Antolín.
Para escribir poemas me ayudó muchísimo la posibilidad de combinar el peso de la imagen que me brindaron tantos años de dibujo y pintura con la cuestión rítmica y sonora que me ofreció la música. Desde 2014, también llevo adelante mi propio taller y encuentros para entrenar la escritura bajo el nombre de Volcán Azul, que me lleva no sólo a reflexionar y a repensar constantemente la práctica poética, sino también a tratar de escribir poemas… pero, sobre todo, a vivir poéticamente, a observar la poesía que nos rodea, a encontrarla ahí donde nadie la ve y a perseguirla, porque siempre se está moviendo de lugar.
5 poemas
todas las máquinas con luces que me gustan
y tendría
ahora mismo
en mi pieza
cuando el lado b de la noche
pasó sin gusto a nada:
una expendedora
de latas de gaseosas
pepsi o crush
de latido liberado
botones lumínicos
corazón de robot
uno de esos puestos de pochoclos
con luminiscencia de miel y caramelo
sabor a feria abandonada
del partido de la costa
el flipper de terminator 2
y un arcade saturado
con un billón de juegos multifrutas
que me lleven a otro lado
sin abandonar la habitación
encendería todas sus luces epilépticas
subiría al taco sus sonidos galácticos
y escucharía todas sus canciones de desamor
funcionarían día y noche
junto a la ventana
para que brillen también al sol
cuando las lustren
•—•
esos carteles
de neón
de budweiser
que se prenden
y apagan
en bares cercanos
a estaciones de servicio
en medio de la nada
como en todas las películas
de todos los héroes
que nos criaron
patrulleros chocados
brasses rítmicos
negros de barba
camisas leñadoras
con nombre en blanco
moño rojo
brillo azul
al pie de la colina
se ven
tan
tan
hermosos
y
son
tan
tan
románticos
como todo lo que late
en eso que inventamos
para hablarnos con intermitencia
•—•
todos mis amigos van a ser padres
y eso que antes me parecía un error
ahora me emociona
pero cada uno tiene su felicidad
y a veces pienso que tal vez la mía
me deje un poco solo
entonces llamo a casa de mi hermano
para hablar con mis sobrinos
y los invito de paseo por el bosque
vamos al museo
y nos compramos un montón de golosinas
pelotas y globos de helio
morfamos lindo un combito feliz
y charlamos de esas cosas
de chicos casi nenes
y de nenes casi hombres
sentados en la mesa que eligieron
para el atardecer ya estamos en mi aposento
y cuando los vienen a buscar
decimos que sí
hicieron los deberes
aunque sea sólo
para jugar unos partiditos más de fútbol en la play
proyectada gigante a la pared
y con alto sonido hi-fi amplificado de cine
pero más más más que nada
para que sepan también malcriarme
cuando sean grandes y todo envejezca
•—•
just do it
mi amigo
solo
y abandonado
en la selva
desde niño
robaba zapatillas
a montones
jamás se quedaba con ellas
por más que fuesen
las de la propaganda
las revendía de a cinco pares
y luego iba
y se compraba las mismas
porque no sólo
quería andar calzado
sino también
poder comprarlas
con su propio dinero
•—•
10 bases para un socialismo más equitativo
sido vs poseído
siendo vs poseyendo
•—•
Juan Rux (1980, La Plata). Artista y docente. Desde 2010 organiza Festín Mutante, ciclo de poesía y narrativa contemporánea. Da clases de Prácticas del Lenguaje en bachilleratos para adultos, y desde 2014 coordina los encuentros de escritura creativa Volcán Azul. Publicó Popurri (Eloísa Cartonera, 2016), algunos fanzines y forma parte de varias antologías nacionales e internacionales de poesía. Además, es ilustrador y músico.