ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

1431
(Algunos apuntes sobre la situación económica)

Ángel Uicab

 

Queremos que el sufrimiento
no sea actuado. La pobreza
real
y perdurable como si lo golpearan
con carne congelada.

Ángel Ortuño

 

1431

son los míseros pesos que gano por trabajar

de 9 a. m. a 4 p. m.,

de lunes a sábado.

Sin seguro,

sin prestaciones,

pues laboro en la modalidad

de practicante.  

 

Hagamos cuentas:

$300.00 pasajes de la semana ($60 diarios)

$130.00 préstamo

$80.00 abono de zapatos

$100.00 almuerzo del sábado (poc chuc, sopa de lima o relleno negro)

$200.00 lavado de ropa

$400.00 semana (una miseria para mi esposa)

$70.00 recarga Unefón Ilimitado

y Netflix

y HBO

y botanas

y la comida de los perros

Saldo= $0.00

 

Cabe mencionar que soy estudiante

y “trabajo” como asistente de ingenieros

en una empresa de aire acondicionado.

“Trabajo”, así entre comillas,

porque me la paso aprovechando el internet

para tomar clases

o hacer la tarea.

Ellos,

por supuesto,

hacen oídos sordos.

 

Mi esposa,

diligente enfermera,

es el andamiaje principal de la familia.

La que combate contra el covid-19

en su traje de astronauta.

La que hace la despensa de mil a la semana,

lo cual,

en nuestro medio social,

la clase baja,

es darse un lujo.

 

Por si no lo había mencionado,

en el hogar somos tres:

mi esposa, yo y mi suegro.

Vivimos en casa de él.

Sí, somos unos arrimados.

Ya conocen aquel dicho de los tres días.

 

Respecto a mi suegro,

hace meses que la pandemia le arrebató el trabajo.

No obstante,

hace el esfuerzo para pagar

la luz,

el agua,

la cena del sábado (panuchos, salbutes, tamales o empanadas) y

el agua purificada rellenable (un garrafón por $15.00).

En la medida de lo posible,

mi suegro es un sol.

 

Entre otras cosas,

tuve que conseguir un préstamo para pagar la colegiatura:

13 pagos de $130.00,

interés del 30 %.

Afortunadamente,

terminé de pagar el sábado.

Desafortunadamente,

pediré otro préstamo

para el pago del 6to semestre.

 

Dada la situación, he aprendido a realizar prácticas “ahorratorias”:

Beber agua en el desayuno, el almuerzo y la cena.

Tomar del café de la empresa para rellenar el pomo de la casa.

Dejar la coca y decir que fue por cálculos renales.

Comprar zapatos de medio uso o en oferta.

Desayunar un pan de $6.00,

almorzar una torta de $10.00

y decirles a mis compañeros que es la dieta de la harina,

mentirles que realmente funciona.

Usar hojas recicladas en lugar de libretas.

Negarme a redondear en el Oxxo

y exigir mis centavos completos.

Entre otras.

 

Para finalizar,

por favor,

no me juzgue,

me gusta ir a los bautizos

para recoger el bolo.

 

Ángel Uicab (Umán, Yucatán, 1988). Estudiante de la licenciatura en Enseñanza y Aprendizaje del Español en Educación Secundaria. Obtuvo el premio estatal de poesía “Tiempos de Escritura 2020”, así como el primer lugar en el tercer concurso de poesía “Letras de Volcán 2021”. Es autor de Todo cabe en un poema sabiéndolo acomodar (Bitácora de vuelos ediciones, 2018) y de Vitral de pájaros (The Ofi Press, 2021), traducido al inglés por el poeta Don Cellini. Aparece en las antologías Tiempos de escritura (Sedeculta, 2020), De palabras a poesía (ALICY, 2021) y Blavatsky. Antología del taller de poesía de Grafógrafxs (Grafógrafxs, 2022).