Dos poemas
Dean Atta
No soy el nigger de nadie[1]
Raperos, cuando usen la palabra nigger recuerden que esa fue una de las últimas palabras que Stephen Lawrence[2] escuchó. Así que no me vengan con que es una palabra reapropiada.
No soy el nigger de nadie
más vale que dejen descansar en paz a mis ancestros,
que no se revuelquen en las tumbas de las plantaciones en Jamaica,
a los apilados, apenas a mitad del viaje, en sus sepulcros acuosos
en la cubierta del barco esclavista,
con el fin de cobrar los seguros,
a los encadenados a la embarcación,
amontonados, tantos como se podía
mientras el barco se mantuviera a flote,
los despojados de cualquier sueño, de la dignidad.
Con el futuro que era un amo y bautizarse con nombre europeo.
A los enfermos y heridos:
el peso muerto en espera de ser arrojado.
El costo que Lloyd’s en Londres
ya tenía presupuestado.
No soy el nigger de nadie
díganle a Drake y Weezy
que se equivocan,
pues no soy el nigger de nadie
también díganle a Jigga y Kanye
nada de nigger en París,
ni nigger en Londres,
ni nigger en Nueva York,
ni nigger en Kingston,
ni nigger en Accra,
tampoco soy un nigger con huevos (N.W.A.) en Compton
porque no quiero que me digan “Hey, nigger”.
¿Cómo pudieron criarse escuchando a Public Enemy
y convertirse en el peor enemigo para ti, para mí?
Ustedes mataron el hip-hop y resucitaron a
zombies decapitados
que no ven más allá de la nariz,
que vagan sin destino,
que no tienen agallas porque no tienen sangre que alimente
su corazón, tan sólo aquella que se riega en las calles.
Mientras tengan qué comer les importa un carajo
si sus corazones laten.
Son fríos como el oro blanco de sus joyas,
porque el dinero está primero,
aplastando el respeto a sí mismo,
sobre su autoestima,
más allá de animar a los niños a perseguir sus sueños
hay que acumular los billetes
porque son más grandiosos que el amor.
Mejor díganme nigger, porque sé que les asusta
decirme “hermano”,
saber que venimos del mismo origen atroz,
que no importa qué tan lejos lleguemos
si nunca seremos como los que forjaron esta palabra,
saber que el racismo es una forma
de ser institucionalizada,
saber que nigger será la última palabra que antes de
ser linchados será escuchada.
Traducción de Fred Castillo Dávila
De donde vengo
Vengo del pay de cordero y el asado de los domingos
del pollo Jerk y las hojas de parra rellenas
vengo de viajar a través de mis papilas gustativas
y de amar donde vivo
vengo de un hogar que algunos llamarían roto
vengo de un Hazlo tú mismo que nunca se completó
vengo de esperar junto al teléfono a que él llame
vengo de ondear la bandera blanca a la soledad
vengo de la bandera del arcoíris y la Union Jack
vengo de un pasaporte británico y una maleta siempre lista
vengo del combustible de aviación y el agua de coco fresca
vengo de cruzar los océanos para encontrarme a mí mismo
vengo de los problemas profundos y las soluciones superficiales
vengo de un vocabulario limitado,
pero de una imaginación sin restricciones
vengo de una educación aceptable y una madre maravillosa
vengo de tener permiso para soñar,
pero, en vez de eso, elegir despertar
vengo de donde sea que repose mi cabeza
vengo de preguntas sin responder y libros sin leer
del esfuerzo desapercibido, y las disculpas y gracias no dadas
vengo de aquellos en quienes confío
y aquellos a quienes he dejado atrás
vengo del año pasado y del anterior
y no me doy cuenta de cómo he cambiado
vengo de verme en el espejo y de verme en línea
para encontrarme a mí mismo
vengo de las historias, mitos, leyendas y cuentos populares
vengo de las canciones de cuna y las de pop,
del hip hop y la poesía
vengo de los griots, las abuelas y las cuentacuentos
vengo de las palabras publicadas y las sonrisas de extraños
vengo de mi propia pluma, pero veo que la gente
se hace trizas como papel
cada uno, una historia o un poema que no logró llegar a un libro.
Traducción de Dagmar Embleton Márquez
Dean Atta (Londres, 1985)
Poeta, activista de la comunidad LGBT, músico de rap y performer de poesía en voz alta; británico de origen chipriota y jamaicano. Se graduó de la Universidad de Sussex en Inglés y Filosofía. Fue nominado al premio Polari al primer libro, por I Am Nobody’s Nigger (Westbourne Press, 2013), y recientemente publicó la novela infantil Black Flamingo (Hooder Children’s Books, 2019).
En 2012, The Guardian lo catalogó como “el poeta del i-phone”, debido a que el poema aquí traducido se fue escribiendo primero como una actualización de estado en Facebook y de inmediato como una publicación en Twitter. Gracias a la viralización del poema se empezó a reconocer su trabajo, que se remontaba a 2002. Su obra, siguiendo la tradición de Linton Kwesi Johnson, Maya Angelou y con la influencia del hip-hop, se remonta a la premisa de que la poesía se debe recitar. Quería ser rapero, pero la homofobia reinante de la escena lo obligó a buscar en el spoken word su lugar. Frecuentemente asume a la poesía en su rol como consciencia social y sobre todo manifiesta lo que significa reconocerse y ser joven, negro y homosexual en nuestra actualidad en el Reino Unido.
[1] Un video donde se presenta la versión original recitada por Dean Atta está disponible en el canal de rap SBTV en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=pxp0QanPe2E
[2] (1974-1993) Adolescente británico a quien mataron cinco miembros de una agrupación racista mientras esperaba su autobús al sur de Londres. El brutal asesinato se erige como un evento que cambió al Reino Unido. Dos de los asesinos fueron condenados hasta 2012. A lo largo de esos años su madre buscó que se hiciera justicia.