Dos poemas
Selina Nwulu
No disparen
(Parte de la serie de poemas sobre raza, representación y moda, comisionada por el Ace Hotel Shoreditch)
Un mal para nuestros fans
Un estilo swag[*]
Un —no acorde con nuestra visión—
Una cara equivocada para esta parte de la ciudad
Un va, pero sólo uno
Un desastre estacional
Un “actúa como del barrio”
Un andar en malos pasos
Un accesorio
Una sudadera con gorro
Un agarra bien tu cartera
Una canción de sirenas
Un “agárrala de la cintura”
Un “pon tus manos donde pueda verlas”
Un “ládrale a la cámara”
Una cacería
Un “una vez que hayas estado con un negro...”
Una fruta extraña
Un cuerpo duro
Un cuerpo flácido
Un enfoque preciso
Una pistola cargada
Una luz atravesada
Una salvaje debe ser contenida
Una salvaje debe ser contenida
Un marco
Un objetivo
Una obra maestra no terminada
No disparen
No disparen
No disparen
Traducción de Dagmar Embleton Márquez
Flores hechas polvo
Te encontré en un detergente,
te olí en el pecho de una camisa recién lavada.
Mis manos se cerraron en un arco-reflejo sobre ella
como hacen los amantes con las sábanas.
La memoria de los músculos.
Tu aroma te trae de regreso a mí de forma contundente,
recordándome los bordes de tu cuerpo.
Los átomos centelleando en el espacio
vacío que queda cuando nuestros rostros se tocan.
Con mi dedo rastreo la sigilosa curvatura de tu frente
a la nariz. Descubro tus labios como un vino robusto.
Sobre mi lengua se arremolinan el dejo a guinda y roble maduro.
Bebe profundamente, ama, bebe
Susurras otra vez como solías hacerlo:
como si los muros y muebles rondándonos fueran
intrusos. Con un timbre hondo y sibilante
tus susurros se recubren. Ululando justo como el vaivén del mar.
No deberías quedarte, lo sé.
Sin que esperemos mucho, nuestros fantasmas volverán a abrirnos
las quijadas, para revelar la peste de las palabras
que dejamos pudrirse en nuestras bocas.
Comenzarán a silbar y a picarnos,
nos recordarán la silueta de nuestros rostros iracundos.
Nuestras sonrisas empezarán a derrumbarse.
Criamos un amor mudo,
que tenía enraizado al dolor y la desesperanza
por lo que sólo teníamos flores pulverizadas para darnos.
Basta por hoy. Así que
de los pétalos caídos destilo aguas perfumadas,
me siento a tu lado hasta que vengan los fantasmas.
Traducción de Fred Castillo Dávila
Selina Nwulu. Originaria de Yorkshire, descendiente de nigerianos, estudió Lenguas Modernas Italianas y Francesas en la Universidad de Leicester. Poeta, escritora e investigadora, fue reconocida con el premio Joven Poeta Laureada para el futuro de Londres en el período 2015-2016. Ha publicado en revistas como Vogue, ES Magazine, la prestigiada i-D y Blavity. Escribe regularmente para el diario The Guardian. Su primer libro se llama The Secrets I Let Slip (Burning Eye Books, 2015).
[*] El swagger implica un estilo de hablar, moverse, vestirse, actuar; es decir, la palabra conlleva una serie de conceptos, por lo que, para transferirlos al español, se requeriría una amplia perífrasis.