ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

4 poemas

Adelaide Ivánova

 

la moral

 

podría escribir

un poema de amor

al

hecho de 

que atravesamos

todas las calles sin respetar los semáforos yo

 

veo un

atrevimiento de 

tu parte

no tener

miedo de

morir tu

certeza que

los carros van a parar para que pases yo

 

pararía yo

aún paro

me quedo mirando

fingiendo no

mirar en la

contraluz 

tus huesos

tus pelos

no aplacados

tu pito que no chupé porque no me dejaste

 

alegando no

moral pero

quién sabe

qué

 

olvidé estaba

peda igual

así dormiste

encuerado aquí

mismo cuando

te paraste te pusiste el pantalón sin calzón yo quisiera ser ese jeans creí

 

que después 

de cruzar 

todos los

altos en rojo

a tu 

lado arriesgando

mi vida

tendría el derecho de chuparte el pito hasta amanecer pero

 

la única 

cosa tuya

que comí

fue una

mozartkugel asquerosa

con relleno

de mazapán.

 

 

 

el broche

 

la mujer de burka

entró al metro

atrás del marido

la mujer de burka

necesitó apenas

llegar para ser

espectacular

la mujer de burka

me espanta me espanta

que se establezca

que una mujer 

deba usar burka.

 

*

 

intenté decorar

un poema para

la mujer de burka

que me vino a la mente

mientras intentaba

no observarla

esa es al final

la función de la burka

y cómo ella debe

ser considerada

la burka se volvió

más importante que la mujer.

 

*

 

suceden muchas

cosas en el metro

suceden muchas

cosas en alemania

pero nadie se mira

ni en alemania

ni en el metro

a la mujer de burka

todo el mundo miró

pero nadie la vio

nadie cree que tiene

algo que ver con eso.

 

*

 

la mujer de burka

arruinó mi sueño

arruinó mi sueño

el brochecito azul

hecho de chakiras

presumido por la

burka de la mujer

terrible adorno

revolución muda

de la mujer en la burka

 

*

 

debajo de la burka

hay una mujer.

 

*

 

yo siento más miedo

de un dios misógino

que de la ley que dice

a la mujer la burka

quiere decir no sé

siempre habrá broches

de chakira azul.

 

 

 

la puerca

 

la escribana es una persona

y está curiosa como son

curiosas las personas

me pregunta por qué bebí

tanto no respondí pero sé

que la gente bebe para morir

sin tener que morir mucho

me pregunta por qué no

grité ya que no estaba

amordazada no respondí pero sé

que ya se nace con la mordaza

la escribana de camisa blanca

almidonada

es excelente funcionaria y

dactilógrafa me recuerda mucho

una canción

un animal no recuerdo cuál.

 

 

 

el ministro

 

podrían los hombres blancos en bruselas

y thomas de maiziére escuchar este poema mío

estaría solucionado el problema de las fronteras

vea bien sr. ministro

en mi cama no se pide visa ya cambié

sábanas y fundas de almohada sucias de semen made in

españa hungría austria zimbabwe irak

alemania hacemos la alegría unos de otros

y dígame sr. ministro

¿si no fuéramos nosotros quién más la haría? ¿y quién

haría el crecimiento de sus índices demográficos?

según fatou diome de este somos

40% responsables diga así sr. ministro

¿sin nosotros expatriados de dónde vendrían tantas delicias

las tesis los ensayos la vida las baladas los bares y los

cuadros con los cuales lucran sus museos

de dónde vendrían los libros premiados con los cuales

lucran o lucraban sus polvorientas librerías?

¿habría para pasolini este hombre europeo un futuro

más duradero si pasolini fuese refugiado?

tal vez hubiera muerto en siria en libia o en la casa

del carajo menos por ser refugee y más por ser

puto (sí otro gran problema pero ese no es 

hoy el foco del poema) ya me acosté en futones tapetes

colchones y alfombras de toda suerte de gente inclusive

los de budapest los más desgraciados actualmente

(los jugadores de golf de melilla no son menos siniestros)

el secreto sr. ministro

déjeme explicarle es abrir fronteras y corazón que seamos

buenos como lou salomé que tuvo la caridad de cogerse

a nietzsche y para el propio deleite hasta le dio a rée y (dicen)

rilke seamos buenos con quien venga sin importar el color

del pasaporte ni del sujeto apenas dando mucho quién sabe

qué –una visa un techo un trabajo un hola un medio

de transporte más seguro y ventilado que un camión

un destino más humano que el injusto y raso hacia donde

yo tú y petra laszlo mandamos al padre huyendo y su hijo

(el suelo).

 

Traducción de Sergio Ernesto Ríos.

 

Adelaide Ivánova (Recife, 1982). Es poeta, fotógrafa y traductora. Ha publicado los libros Polaroides (e negativos de outras imagens) (Edições Macondo, 2019), 13 nudes (Edições Macondo, 2019), O Martelo (Douda Correria, 2016) y Autotomy (Pingado-Prés, 2014). Ganó el Prêmio Rio de Literatura 2017.