Ayer
Ana Basilio
Ayer tus ojos volteados.
Ayer las ideas en nuestros trajes amarillos
cuando nos dijeron tamalitos rancheros.
Ayer pensé que mi gato era mi abuelo
y le di permiso de regañarme.
Ayer me enamoré de mi profe de química
y me aprendí en un día la tabla periódica para impresionarlo.
Me gustaba verle los pantalones apretados
y su carácter apretado debajo de su cabello tieso
con olor a gel.
Denos más tarea.
Sí, por favor.
Ahorita es ya.
Ayer Dafne le echó Miguelito a su esquite
y le conté que en la secundaria mis amigas y yo le escupíamos
a los de nuestros compañeros y nunca se dieron cuenta,
jamás nos confesamos.
Ayer llegué al fallo
y me harté de que me hables de música como si fuera una estúpida.
Ayer me desempolvé los dedos afuera de la casa
para encargarle al viento varios nombres.
Ayer caí en una letrina de hoyo
y casi muero ahogada entre tanta mierda como en 2021.
Ayer conocí a un ángel que me cobró doscientos pesos
por lamerle el ano.
Ayer me enamoré del conocimiento
y confundí admiración con deseo.
Ayer oí la flauta de Krishna mientras me bañaba
y tú pensaste que me drogaba a escondidas.
Ayer se me inflaron las tortillas en el comal
y me sentí una persona perfecta.
Ayer me sobornaron con dulces y gomitas
y me entretuve con una oración de azúcar
bajando del cielo,
hasta que entendí que mi tío engañaba a mi tía
con mi mamá.
Detesto el sabor adulto de las Chocoretas.
Ayer mi abuela me escondió la mayonesa
y dijo que me la agarraba de tarea.
Ayer las nalgas de los duendes asustados.
Ayer bola de metal encima de la mesa.
Ayer los niños me dijeron pinche gorda
y me rompieron la mochila frente a otros compañeros.
Ayer dejé de comer veintiún días
y me dijeron pinche flaca.
Un desconocido intentó violarme.
Ayer intenté suicidarme tres veces,
pero cuando me ahogaba en el fondo del mar dije:
siempre no, gracias.
Ayer soñé con dioses que no conocía.
Ayer fumamos piedra en un hotel de paso
con decoración de castillo
y creí entender la vida con 18 años en el pelo.
Ayer cumplí dos semanas sin coger,
ya puedo santificarme,
pídanme milagros.
Ayer sostuve a mi bebé recién nacida
y sentí un impulso por romperle el cráneo.
Ayer me dijiste que el ayer es una historia alterada
que nos contamos.
Ayer viajé otra vez al Estado de México para verte.
Pagué todo, y tú lloraste toda la noche por tu ex.
Ayer otra vez lloré contigo y nos comimos un ajo.
Ayer los pinches trastes que dejas sucios.
Ayer un pájaro carpintero no pudo picar el tronco frente a mí,
tuvo que esconderse debajo de la sombra.
Ayer Marcela y yo anduvimos bien hojaldras,
me leyó el tarot y vomité en sus plantas.
Ayer Dafne me dijo que le gustaría renacer en un gato blanco
y llamarse Coquito.
Ayer de repente ya no somos lxs mismxs.
Ayer miré penes por todas partes
y me bajó la presión afuera del metro.
Ayer compusiste una canción bien pedorra
y me obligaste a cantarla.
Ayer mentí que la canción me gustaba
para que otra vez no me la armaras de tos.
Ayer desayunamos pizza con coca
y Dafne me dijo que soy mejor que su papá.
Para mí eso es suficiente.
Ayer la cebollita caramelizada con salmón blanco.
Ayer ostiones a la Rockefeller
y un culazo, benditas sentadillas.
Ayer le rompí su casita a mi mamá con un martillo
y no pediré perdón.
Ayer Arca y vodka.
Me di en la madre cuando salté la barda de Fellini,
pero fui el power ranger que abrió la puerta.
Ayer hice llorar a cuarenta reos con mis canciones del Evangelio.
Ayer sobredosis verde y Bhagavata Purana.
Ana Basilio (Poza Rica, México, 1992). Estudió Letras Hispánicas en la Universidad Autónoma Metropolitana y Derecho en la Universidad Veracruzana. Es autora de Éter para victimarios (Ediciones Sediciones, 2019) y de las plaquettes Manifiesto bacanal (C.L., 2012) y Alógena (Astros, 2008). Parte de su trabajo aparece en Escaparate de Poesía, Revista El Humo, FemFutura y Poetry Slam Madrid, entre otras publicaciones. Es integrante del taller de poesía de Grafógrafxs.