ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Constelaciones ruidosas: la poesía venezolana
según Adrián Arias Pomontty

 

 

La lengua como potencia infinita, su movimiento como ejecución lingüística desarrollada en condiciones finitas, históricas y existenciales. Es por eso y gracias a esta limitación que el mundo llega a existir como mundo/lenguaje. La gramática, la lógica, la ética, todas se basan en una extensión de un límite. Lo que suena disparejo es ruido. La institución del ruido o de la frontera se abre desde lo íntimo o bueno, eso quisiera intuir. Es para ese borde donde seguiremos viajando. Nuestra segunda parada en este viaje por las constelaciones obedece a una exactitud del cuerpo, quiero decir: un cuerpo que salta del registro habitual y que se desplaza en un nuevo eje (o límite).  Un cuerpo donde la interiorización demarca otros horizontes de lo propio y de lo viviente. Cuerpos animales/vegetales… animados o inanimados que en otras instancias culturales se entendían como vértices de lo exterior se vuelven íntimos, cotidianos, emergen burbujeantes desde los confines de lo propio, aullando y titiritando cuando la sombra se hace más pequeña.

 

 

Disonante

 

Esta testa aturdida, mórbida

 

Esta ánima ausente,

donde el costillar no retumba,

no vibra.

 

Mordaza de viento comprende

el instrumento está hueco

la boca hinchada

el pico horadado

 

No tengo plumas, ni patas

                                    y me aviento,

 

me aviento inerme.

 

(Zoo: anatomía del insecto)

 

 

Bozal

 

Perversa sensación herirlo

cada carne tibia desvela

mi llama-conciencia

 

Huele fresca

Se revela como manjar

desangrado

 

Poseo mis colmillos tras el bozal de la duda

 

Mi libertinaje se ha desvanecido.

 

Intento a rajas controlarme,

llevarme a la inanición,

abandonar la mueca.

 

(Zoo: anatomía del insecto)

 

 

Molusco

 

Dispersa anda la sombra de mi viva coraza, conforme

[con la ausencia del parásito que la habitaba.

 

Se ahoga el vacío al lamer las olas su interior,

trasluce a sorbos el descenso y vaga.

 

Maliciosa y seca brota de la arena su

mísera sonrisa.

 

(Zoo: anatomía del insecto)

 

 

Péndulo

 

El pecho

            ¡Hecho patas!

 

La noche

            ¡Hecha cuerda!

 

Prensando la soga,

precipito

 

Mueve tu cola lamento,

ata de mí cuello y panza.

 

Péndulo giratorio

 

Caduco

 

(Zoo: anatomía del insecto)

 

 

Cochinilla

 

Padezco deformar mi concha a esfera, menuda

[e insecto rebelarme ante tus fauces.

 

Me aferro a esta circunferencia,

invertebrada nostalgia.

 

Cochinilla, vulnerable aparición, centellean

                                                        [innumerables tus patas

sobre el mosaico de mi palma.

 

(Zoo: anatomía del insecto)

 

 

Concha

 

Vuelvo queda a la víscera de este recuadro.

Supe de mis bestias cuando a gritos resquebrajaba mi

                                                                               [cráneo.

Hundí profundo los talones para retornar sobre mis pasos,

poco recuerdo de mí y el horizonte, la nuca, se me

                                                                      [ha volteado.

Ahora avanzo en retroceso, esperando retomar la

                                                         [memoria de mi blando centro.

De espaldas, retornando a este cuadro de nuevo.

 

(Zoo: anatomía del insecto)

 

 

Cópula

 

Cuántos moluscos resbalarán por mi entrepierna, hasta

caracolear mi alma y darle albergue sólo a 1.

 

(Zoo: anatomía del insecto)

 

Caneo Arguinzones (Caracas, Venezuela, 1987-2014). Realizó estudios de Letras en la Universidad Central de Venezuela. Formó parte del colectivo poético Las Fulanas Esas.  En 2011 obtuvo el Premio para Autores Inéditos de Monte Ávila Editores, mención poesía, con el libro Zoo: anatomía del insecto (2012).