ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Cinco poemas

Élian Cabrera

 

 

Capaz podremos dormir tranquilos

 

Quien te da el lenguaje te sirve como desayuno de campeones su propia carne,

te ofrece las arrugas de sus manos, esas coronas hechas de vacío y fuego.

Quien te da el lenguaje te da el cuerpo en los urinarios de estaciones de servicio, mientras fumás desnudo buscando tus medias. 

Quien te da el lenguaje pausa la película que estás viendo para fingir que los minutos de metraje son eternos, te entrega recetas de cocina escritas sobre las fotos de tus padres.

Quien te da el lenguaje te concede una enfermedad venérea, la fiebre de todas las cosas.

Quien te da el lenguaje es el chongo sin nombre con quien te cruzaste en el parque y te da a elegir entre el paquete de cigarrillos o el paquete de forros, entre esconderse en los yuyales o mirarse a la cara sólo cuando las luces de los autos iluminan al pasar.

Quien te da el lenguaje es el extraño que ya no quiere verte e hizo de vos una carta que nunca leés.

 

 

Dos ratas

 

José Sbarra se toma una foto frente a la tumba de un taxista asesinado. Señala sonriente, como sabiendo. Nunca lo vi tan limpio y peinado, camisa blanca y pantalón planchado. Parado junto a un camino seco, unas llantas tiradas y una cruz de madera. Amoroso suicida, casi moscovita apache todo nieve.

¿Me querría si nos hubiéramos cruzado en alguna plaza, pidiéndole fuego o una jeringuilla?

Con querer me refiero:

Bajarse la bragueta y orinar sobre mí o leerme algunos poemas sobre pterodáctilos. 

¿Me querría después de arrancarme tanto disfraz encarnado? 

Con querer me refiero:

A que no me dejará envejecer con cócteles de chutes de heroína y testo.

¿Recorrerá con sus dedos mis cicatrices coronadas que antes eran mis senos? 

Nos diríamos: somos. Pero estamos hechos de diferente material. 

¿Me ayudará a inyectarme las hormonas para reformar la geografía corporal; besará con ternura la gotita de sangre del muslo?

Para darnos un mal amor, un amor anal, un amor con absoluto terror

esquivando la sobrevivencia, acompañándonos mientras sonreímos delante de tumbas, acaso nuestros nombres debajo de la tierra, en carreteras desiertas.

 

 

Monólogo de quien sueña con ser un mártir
mientras lee una novela rusa[*]

 

explicás el anochecer cuando cerrás los ojos

porque asomar en tus cuencas es otro espejo

con la sangre seca en las almohadas en las sábanas

destilarme en cada hematoma de tus mordidas 

eyacular con el martirio de San Sebastián

cuando los venenos influyan en la parsimonia cotidiana

 

(porque él lo hizo en su delirio de bondage y flechas, 

¿nacerá aquella flor 

si es regada en el patíbulo con semen post mortem

¿qué flores nacen de las erecciones de un santo?)

 

vestirse dolerá confiarse dolerá

no pasaremos por el ritual de la fotografía

                                           de las sonrisas impostadas

abandonaremos esta cáscara que es el tiempo

sin recordar ninguna palabra de los rezos dominicales

pero siempre el estirón de oreja de la abuela

tiempo de visita: tus pies ajenos invaden la estancia de mi devenir 

piedra lacerada por el mar

porque mejor naufragar que navegar en palabras rotas 

que luego tenemos que coser

te acompaño en tus movimientos 

en tu fluir constante de disparos sin objetivo

porque elegimos la entropía como himno

te reclamo esta carne llena de aguijones 

castiga esta carne como verdugo fiel 

retira mi piel sofocante enajenante 

que antecede al lenguaje

que iracundo brota del lado contrario de la luz

como el más pequeño de los dioses que llora 

al ser pisoteado por pies descalzos y sucios

germina en mí tu desobediencia 

en los modos más elementales de convivencia

incendiemos la civilización 

es el pacto que puedo ofrecerte

 

 

 

Transitar[**]

 

No queremos ser más esta humanidad.

Susy Shock

 

Corporeidad reencarnada en diagnóstico

Bolsas de carne etiquetadas 

llenas de hermosos gusanos blancos protegiendo del desamparo

¿El consuelo?

Ponerme de cuatro y dilatarme ante Ginsberg 

Perforación de umbrales hacia transiciones incorrectas

jóvenes canciones no llegaré al mar de esta forma

No deseo su corona de flores pigmentadas 

en entonaciones clarividentes

Necesito embriagarme nada más para tolerar el sopor 

de este ascetismo cobarde

 

Pero Ginsberg murió

Los únicos hombres que quiero que me cojan son maricas que murieron hace mucho

¿Lemebel? Hombre-loca entre basurales y labiales con tacones bien puestos para el combate, trayendo consigo el fin del mundo montado sobre una yegua. Muerto

¿Sbarra? Tierno gigoló del malquerer, hermosa rata en un mundo de plástico, nos hiciste a todos poetas y putas. Muerto

¿Ginsberg? Nos prometió que la revolución sería anal al son del jazz. Muerto

Nos están consumiendo, compañera

Si no es junto a las travestis, sangre de mi sangre, olviden mi nombre

Si no es junto a los preciosos maricones, finjan no conocerme

Si no es para la alegría y la danza y fiesta y el desborde de las marimachas, no me interesa

Si no es para limpiar la hojarasca de los cabellos de los marginados de afectos, no me molesten

Si no es para besar los pies de los desviados expulsados del paraíso, no me busquen

Si no es para zurcir las cicatrices de los desaparecidos, ni se acerquen

Si no es para pulir la aureola de los santos tempranamente encerrados en psiquiátricos por desviados, olvídense de mí

Si no tomarán la mano de los desterrados torturados a base de electroshocks y homilías, váyanse lejos de aquí

Si no abrazan a quienes se fugaron del carnicero régimen de los cuerpos, les escupo coágulos de la sangre de cada una de las muertas

Jovencísimas muertas enterradas con nombres equivocados  

Todos aquellos que no permitieron la domesticación son mis hermanxs.

 

 

Monólogo del significante ausente

 

mi sexo es un apóstol con su texto sagrado

mi sexo es un color espectral y piadoso material textual

mi sexo es una interfaz amigable para el usuario

mi sexo es un momento para colorear como un fantasma cristiano

mi sexo es un niño viendo una película snuff con galleta y cocido

mi sexo tiene conversaciones teológicas con Chiquitunga

mi sexo es un constructo sintáctico similar a una iglesia sin identificar

mi sexo goza de impunidad

mi sexo es agente causal

mi sexo quiere tomar mate con el Gauchito Gil esperando la última devoción

mi sexo es el estiramiento psicológico

mi sexo es una mentira disciplinaria

mi sexo es un proyecto esperando un patrocinio

mi sexo tiene características ocultistas

mi sexo es una oscuridad de lípidos

mi gozoso sexo en tu podrida charla

mi sexo muerde en su repugnante formación geológica

mi sexo es un producto somato-contingente

mi sexo son escombros de un animal 

esta concha de macho reniega de tu maquinaria de histerias

 

Élian Cabrera (Asunción, Paraguay, 1990). Cortó y pegó los fanzines Seppuku subtropical, Carne (alrededor del tajo) y Monólogos para un apocalipsis exitoso. En 2020 publicó su libro Tajo/Refugio (Aike Biene Ediciones).

 

 

[*] De Tajo/Refugio (Aike Biene Ediciones, 2020).

[**] De Tajo/Refugio (Aike Biene Ediciones, 2020).