ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

El catafalco escarlata

José Edmundo Hernandez

 

catafalco. 1. m. Túmulo adornado con magnificencia,
el cual suele ponerse en los templos para las exequias solemnes.

Real Academia Española

 

El presente documento, cuyo folio en la esquina superior derecha es 19/84 y está rotulado con el título “Catafalco Escarlata”, es, sin duda, uno de los archivos más importantes y sobresalientes sobre la historia de la ciudad de Toluca.

Recibí un correo electrónico de un remitente desconocido, quien me hizo llegar una serie de documentos, informándome que fueron extraídos de manera ilegal y enviados directamente. Al parecer conoce bien mi trabajo y el campo en el que me desarrollo. Este misterioso personaje fue tajante al mencionar que no sería necesario enviar alguna respuesta, ya que la cuenta de correo había sido creada sólo para esta tarea, y sería eliminada una vez cumplido su objetivo.

Siendo presa de una curiosidad descomunal, de inmediato imprimí los archivos que contenía el correo, los cuales estaban divididos en dos partes: la primera era un millar de hojas, las cuales describen la naturaleza del catafalco, sus características, e incluyen especificaciones sobre el lugar donde fue encontrado, así como significados y pormenores de cada uno de sus detalles; la segunda contiene un centenar de imágenes de alta calidad, en las que aparecen retratados cada uno de los segmentos a detalle de ese objeto. Cabe resaltar que dicho catafalco (según lo escrito) fue destruido, eliminado completamente, por lo que estas imágenes son las únicas pruebas de su existencia. Por lo anterior, aumenta la discreción y delicadeza con la cual debe ser tratada esta información.

Fechada en diciembre del año 2…, la hoja número 2 presenta un membrete con tres escudos: en el margen superior derecho se encuentra el escudo del Estado de México; en el otro extremo, el escudo del Municipio de Toluca; y justo en el centro, un sello de color rojo, cuyas letras centrales SPH (Sociedad de la Perpetuidad Histórica) son adornadas por diversos símbolos, de los cuales desconozco completamente su significado y origen. El documento fue escrito con una caligrafía pulcrísima, y en este se describen los detalles del hallazgo de un catafalco piramidal de madera, encontrado en perfecto estado en las remodelaciones que se están llevando a cabo en la Plaza de los Mártires o Plancha Principal de la ciudad de Toluca. Al parecer su descubrimiento causó gran revuelo entre los trabajadores de la construcción, debido a lo llamativo del rojo escarlata y dorado que cubrían este objeto. Hasta el momento no he podido localizar a ninguno de los trabajadores referidos en el texto, pues, a pesar de la solicitud correspondiente y de los contactos que tengo en varias instituciones de gobierno, no se me ha podido dar referencia acerca de alguno de ellos y no hay registros al respecto, ni siquiera en las bases de datos del seguro social.

El texto continúa mencionando el proceso de su traslado y resguardo, tras ser extraído con los estándares arqueológicos más estrictos. En el documento se asegura que fue reubicado con la ayuda de helicópteros privados y bajo un riguroso hermetismo ante medios de comunicación y cualquier persona no autorizada para estos procedimientos. Su localización y, por ende, lugar de estudio fueron omitidos. Destacan la minuciosidad y el rigor con los que fueron estudiados a detalle todos los centímetros del objeto. El legajo de información es tan vasto que el objeto en cuestión parece haber sido estudiado por cientos de expertos en materia de tipografía, interpretación de símbolos, pintura, lingüística, semiótica, biología, química… Es necesario referir que en ese mismo documento se detalla la manera en que fue destruido, y lo que se hizo con los residuos. No obstante, se omite completamente el porqué de esa acción.

Enseguida, me permito describir las características físicas sólo de la base y del primer lienzo del catafalco.

Es un cuerpo que mide 3.33 x 3.33 metros de ancho y .99 de alto. Lo primero que llama la atención en las imágenes es el color rojo escarlata con el que está pintado, y los contrastes en tono dorado. Haciendo un examen más detallado puede observarse que la composición de ese rojo escarlata no es homogénea, pues tiene diversas tonalidades que en conjunto le dan un realce y se permean para crear efectos de contrastes y profundidad dentro de la misma composición. En el documento se detalla que las pruebas de laboratorio dieron como resultado pigmentos hechos a base de productos orgánicos, en su mayoría sangre humana y de animales. En sus aristas verticales y superiores se presenta una cenefa imitando pasamanerías y encajes, lo que le da una textura cercana a un bordado. La figura central es una especie de humanoide acostado boca arriba con las manos entrelazadas en la parte baja del ombligo, cubierto por una túnica simple bañada en oro. Su cabeza está en una orientación hacia la izquierda, lo cual no permite determinar sus características faciales, dándose una aproximación por ciertos rasgos que se logran apreciar a través de los detalles tan precisos de la pintura. Dentro de esta escena, ya de por sí tensa y saturada, se logra ver un lema, con letras escritas con oro y en alemán antiguo (según corroboré con el documento). Tomando como referencia el citado texto, coloco la traducción de dicho lema:

 

“La verdad siempre a los pies de lo evidente”

 

Cabe mencionar que a simple vista es difícil apreciar los detalles en esa primera cara de la base del catafalco; sin embargo, las imágenes de alta resolución solucionan ese problema con diversas tomas casi centímetro por centímetro. Con esos acercamientos al contorno, que parecía sólo una cartela, es posible distinguir un texto que transcribiré a continuación, el cual al parecer contiene una narración de algo ocurrido en la ciudad de Toluca:

A la postre de este altar veneramos con sacrificios este divino momento donde has elegido nacer y comenzar tu reinado. Has escogido este sitio que lleva por nombre Plaza de los Mártires, donde sangre pura fue derramada hace tiempo y de la cual te alimentas y fecundas tu espíritu. Viernes Santo elegiste para ser concebido y 1023 cuerpos seleccionados con rigor, para que cada uno de ellos al ser sacrificado te transmitiera sus virtudes y puedas alcanzar la plenitud infinita. Un mar de sangre bañó la plaza una vez más y a la par el ritual de fecundación se llevó a cabo, mujer y hombre encarnaron sus más bajas pasiones y con el último rayo de sol de ese atardecer quemante fuiste eclosionado tú y tus demás súbditos en una orgía de desenfreno. En esa plaza teñida de rojo escarlata, hombres y mujeres culminaban con pasión y desenfreno los instintos primitivos que los llevaron ahí, fieles creyentes entre gemidos y quejidos de dolor y placer atormentaron gran parte de la noche a los curiosos y resguardados por el miedo. Este es el nuevo génesis, e inicio de todo. Aquí comienza la verdadera historia.

Por último, señalo que el catafalco tiene otros 3 niveles y otras 11 caras que me hace falta estudiar y cotejar, y que siendo cronista oficial (retirado) de la ciudad de Toluca, puedo afirmar que la información aquí vertida nunca se había mencionado, jamás había tenido de primera mano información de esta índole y estirpe oral o escrita. Pues, como decía un querido maestro, mi mentor: “Toluca se nos esconde a la vista, y hay que escudriñar sus rincones para descubrirla y entendernos”.

 

José Edmundo Hernandez (Toluca, 1989). Licenciado en Composición Musical, pasante en Instrumentista Musical en Guitarra Clásica y en la licenciatura de Contaduría. Obtuvo el apoyo de la Beca del Fondo de Cultura y las Artes del Estado de México en 2017. Es integrante del taller de narrativa de la revista Grafógrafxs.