Poemas de Una ciudad dentro del pecho[*]
José Luis Aguirre
VI.
Crece en mancha y expansión sobre mi cuerpo
a su vez yo la contengo
soy la parte que la completa
protagonizo sus pasajes
sin darme cuenta ocurro sobre ella.
¿Seré algún sueño que alguien sueña
a media tarde del verano en la canícula?
¿Seré esta sombra que proyecta el sol
ardiente en el asfalto?
¿Mi vida aquí es una sucesión de las vidas de los otros
que funciona apenas como reflejo
como la copia de la copia de la copia?
¿Seremos todos acaso el mismo ser
sufriendo el bochorno de los 40 grados?
¿El sol del norte será el mismo para todos?
¿El sol del norte nos hermana?
V.
El láser que custodia la noche
traspasa tu pecho
guarda copias de la ciudad en tu tórax
replica destellos en tu sangre
inocula la polis como un virus.
El láser que custodia la noche
penetra los cuerpos en la sombra
yergue rascacielos en las pupilas
te vuelve el universo que la contiene.
X.
El capitalismo brilla en las luces bajo el puente.
A la noche la patrocina Liverpool
y una pantalla de led con anuncios la ilumina.
La carretera se extiende en líneas de vehículos
por un embotellamiento.
El cielo oscuro recoge la luz del tráfico.
La ciudad regala esa luz a las estrellas
asciende por el viento con tickets de estacionamiento.
Personas regresan a sus casas con las compras del domingo.
Encarnan una idea de familia en el trayecto.
La noche del domingo es pasaje de retorno
—un túnel de consumo—
por donde regresar a la vida entresemana.
XIV.
Un circuito de voluntades al ritmo de lo frenético.
Somos encuentros en coordenadas.
Bajo el cielo del verano
somos piezas en movimiento.
Llegamos tarde al punto exacto
donde nos aguarda más trama.
Los sucesos nos envuelven en la vorágine
el tiempo nos engulle
y nos expulsa en diferentes direcciones.
La ubicación no es importante
siempre hay un pasaje de narrativa
esperando ser actuado.
La ciudad es novela
nuestros días
escritura.
Somos trazos en forma de persona.
Deambulamos por la página de asfalto.
Esperamos indicaciones y cumplimos objetivos
nos los dicta la ciudad
(nuestra vida que ahí ocurre)
amanece susurrándonos Movimiento
(edificios de lenguaje que sorteamos).
Bajo el sol del verano sucedemos.
La ciudad es novela
nuestros días
escritura.
XXII.
Un pájaro se posa sobre la línea
del teléfono en los postes.
Sus patas registran la vibración
de las frases en las comunicaciones:
“no quiero verte nunca más”
“papá se va a morir”
“no te acerques a mis hijos”
“parece que sí tengo el tumor”.
El pájaro alza el vuelo.
Deja vibrando el cable de la línea de teléfono.
Se pierde en el cielo
la ausencia de palabras para nombrar un dolor.
La libertad.
José Luis Aguirre (Monterrey, Nuevo León). Egresado de la licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información por la UANL. Textos suyos han aparecido en Hermano Cerdo, Punto en Línea, Vida Universitaria, Armas y Letras, Poeta de Gaveta y Tierra Adentro, así como en las antologías Yo quería llamarme Emilio, como tú, y otros poemas (Grafógrafxs, 2021) y Blavatsky, antología del taller de poesía de Grafógrafxs (Grafógrafxs, 2022). En 2020 ganó el premio de poesía Rosario Castellanos de los Juegos Literarios Universitarios organizados por la Universidad Autónoma de Yucatán. Es integrante del taller de poesía de Grafógrafxs.
[*] Publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León en 2022.