Un gallo negro en la sombra de un árbol

una mujer en la combi y la ventana

la ternura en la palabra combi

un rumbo que parece seccionarse

falta la mitad de la mitad del camino para llegar al umbral

falta la mitad de la mitad de la experiencia para saber

que el destino brota en cada cuadra

 

pero usamos las palabras sin mitades

y soñamos con la certidumbre

¿qué vas a querer que sea?

¿una figura? ¿una estampa?

¿ese reclamo de belleza contenida?

 

Soy como un gallo negro en la sombra de un árbol en medio

de una idea

una mancha de frescura bajo el sol, en pleno campo

mi cuerpo se pierde entre la sombra

me pierdo y canto y aparezco

estoy tranquila

me refugio en mis colores

en el tornasol discreto de la oscuridad

y no soy esencial

y no serás lo más importante

pero canto por placer

y te digo que te quiero por placer

y no te miento:

lo que digo, lo digo para mí.

 

Es muy dulce mi torpeza

—como las palabras unión, combi, amor, destino—

el jadeo afilado de la honestidad,

porque también es real aquello que nos lleva

por un rato, con el pasaje en el puño

 

quiero decir te quiero

como ponerle un título al poema

y que cada quien lo lea como se le dé la gana.

 

Tania Carrera (México, Distrito Federal, 1988). En 2006 y 2011, obtuvo el apoyo para Jóvenes Creadores del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Morelos en el área de poesía; fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas en el periodo 2009-2010; y beneficiaria del programa Jóvenes Creadores del FONCA en 2014 y 2016. En 2010, obtuvo el premio Jaime Reyes de la UACM. Ha publicado Espejos (Editorial Gato Negro, 2013) y Un dios lubricante (www.undioslubricante.com, 2015).