ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Cinco poemas de Aquí tenemos dioses cortados a machete

Lucía Rothe

 

 

Prólogo

 

Malaise (contraire de l’aise, sur lat. jacere, « jeter », luimême lié à l’idée de demeure, puis de commodité et de plaisir) désigne une sensation pénible, tant morale que physique, et implique en particulier la perception, plus ou moins consciente ou confuse, d’un dysfonctionnement dans les rapports entre l’âme et le corps. Sous ce terme de malaise, on peut regrouper une multitude de souffrances passagères ou chroniques, ténues ou aiguës, dont pâtissent une personne, mais aussi un groupe : une époque, une langue, une culture ou une nation peut se singulariser de nommer, caractériser et exprimer, en littérature comme en philosophie, son malaise.

[…] Les expressions du malaise et de la douleur diffèrent aussi considérablement, impliquant syntaxiquement le tout (lat. me dolet, « je souffre ») ou la partie (angl. my foot aches, « j’ai mal au pied ») ; et déterminant un rapport à la philosophie (angoisse, Sensucht) et/ou à la poésie (nostalgie, saudade, spleen), à la littérature (desengaño), au silence (acedia).

Barbara Cassin,

Vocabulaire Européen des Philosophies

 

 

 

tricentésimo décimo día.

 

sin pedazos de cerebro torcido cianuro enriquecido de las nubes enloquecidas que cuentan disparadas en los escaparates de micelios

 

una disonancia del abismo que me condena

o que me levanta inmune entre los encuentros

o que (disparate, cierto) desnuda la cantidad de la separación.

 

sigo, la bondad y la caridad mendigan sin ganas,

meneamos el dintel y juramos nimiedades.

sigo, la lengua parpadea impúdica debajo del campo (inútil).

las mareas nos sobrepasan,

como hijos roídos elegimos el combate al suicidio

porque la luna es bella y a veces el frío alcanza.

sin embargo la mitad de mi cordura

se hunde entre tus dedos y su confianza.

concretemos la espera,

si ha de ser un horizonte apartado

 

completemos con gritos tercermundistas

(pan, milagros) (pan, milagros)

—es la fe del incrédulo la dicha de este cuerpo—.

 

tú y yo tenemos grabado a fuego,

sobre las comisuras de los labios,

sobre la entereza del aplauso.

mi condena es un engaño cuando sostienes que pudo más la alforja,

un epíteto,

la aparescencia intermitente.

después, la locura amenaza mis movimientos

desnudo de uno en uno los intentos de mandar,

confieso que busco la entereza de la palabra hundida.

después, se dividen los equinoccios

para completar las pesadillas marciales,

y se hunde el cielo, la tierra penetra dolorida la inmensidad que nos

                                                                 alcanza.

después.

con cualquiera de estas razones simularemos la palabra,

porque del silencio han de desvanecerse,

tus párpados como moscas entran en un fulgor delicioso

y yo callo.

 

callo dentro del abismo enhiesto de las horas pausadas

no podemos dejar de contemplar nuestras caras

y saltas dentro de mí para construir un espejo molecular

un espacio bidimensional estático,

un conversor de temperaturas estáticas del espacio vacío.

una sola de tus palabras basta

—es la fe del incrédulo la dicha de este cuerpo—

y las horas de tu lengua que reflexionan los pasos

eres sagrado frente al mar que no cree en nadie

que no cree en nadie, como tú

que no crees en mi espanto,

en el fulgor incierto de una o dos miradas apresuradas

de mis dedos que no llegan a tu cabello

de todas las negativas en rondas pausadas

el abismo

 

el abismo

 

puedo destrozarme desde adentro con la más pequeña de las armas

con el silencio más liviano y más corto de los bronces

con un solo acorde de nuestra cumbia inexistente

con el lazo del nombre del primer hijo que no existe

basta tu nombre y el vacío

basta comprender el instante donde alguno de ellos me lamió el ojo

me tomó los cabellos,

arreció la espera

espectral mundo de los caídos,

comprendemos las formas idóneas de dar peso a las masas

palabras huérfanas que destrozan tus manos

dentro de ellas estoy, dentro de una botella vacía

dentro del espíritu del agave, del tabaco barato, de los viajes a la 

bodega

del alcohol inmaculado que en tu aliento transforma la noche

—es la fe del incrédulo la dicha de este cuerpo—

y la lumbre casi invisible aclara todo el paisaje.

no es ninguna de estas sensaciones porque la lucidez no alcanza

porque estar en tus manos y rezar a cualquiera de los dioses

es más grande que cualquier milagro cumplido

es sabernos desnudos dentro de una sola palabra

el suicida conversa con las voces que me hacen ser una estatua.

entonces la guerra se pausa dentro de una palabra invisible

viaja penetrante en el espacio minúsculo de la reflexión arcaica

nos hemos dejado domar en las épocas cercanas

porque sobrevivir es el peor trabajo de todos

debajo de los pies de quienes pueden exprimir el mundo exhalando

inhalando para envenenarse con ellos mismos

detrás de las cámaras de la armazón humana está el individuo desnudo

lamiéndose lento, dentro de sus propios párpados

para comentar el abismo como una forma de ficción igual de desnuda

más la libertad que se ensaña

que hecha raíz y no deja contemplar el tamaño del mundo.

porque todo lo que está afuera de tu cuerpo es HDR

y cualquier cosa ideal y absurda

cuando mis dedos no son suficientes para entender todo mi cuerpo

cuando nos pongamos a sobar las nalgas del universo

en la verborrea santísima del cocuy

y los jugos divinos de las madrugadas heladas

que luego calcinan como mentirosos

como si aún quisiéramos confiarnos a la naturaleza

y destruir lo poco que nos han enseñado,

lo poco que amamos como propio

para dejar de entender cómo fusionan los segundos dentro.

afuera cuando se vuelven horas

y después cuando sólo es una distancia absurda.

sólo somos esos pequeños imbéciles desnudos

riéndonos del espacio que empezamos a marchar

y nos deshacemos de las luces y corremos corpóreos

y nos deshacemos de nuestras ropas cuando nos vomitamos dentro del

río

mentimos que la espera no es tan monumental y podemos entenderla

porque no nos separan nada más que metros pálidos

de creencias astutas y de colores.

es alguna de estas batallas algo digno de emprender entre las luces que

destapan

cuando el intelecto no alcanza,

se van desfigurando los cuerpos presentes

           para ensayar la transición a la muerte.

 

 

 

once.

Qu'il s'agisse du corps d'autrui ou de mon propre corps, je n'ai pas d'autre moyen de connaître le corps humain que de le vivre, c'est-à-dire de reprendre à mon compte le drame qui le traverse et de me confondre avec lui. Je suis donc mon corps, au moins dans toute la mesure où j'ai un acquis et réciproquement mon corps est comme un sujet naturel, comme une esquisse provisoire de mon être total.

 

Maurice Merleau-Ponty

Phénoménologie de la Perception

 

 

 

penetrar perforar subyacer dar placer

y moverse despacio, despacio

y contemplar con el tiempo suspendido

entre tus dedos que entran encajan

y la dureza hace temblar tu vientre

tus ojos y tus ojos con los párpados

pegajosos perfectamente circulares. 

penetrar para tapar la falta de aire y de huesos 

para mi holgura para mi falta 

           ensalivando la tibieza de la entrada.

 

 

 

treinta y ocho.

 

si somos

        el ojo de una aguja

 

        un espejo cóncavo

        un vaso vacío

 

 

en el frío de la sangre

        azul bajo el agua

 

        una máquina oscura

 

paisaje

 

 

cuerpo/espacio disuelto en ácido

        lengua árida

 

        amormío

 

 

qué oscuro            qué oscuro

 

 

 

cincuenta y cinco.

 

quédate

 

 

permanecer, distinguir y desobedecer la posición que cruza la necesidad 

                                                                                                                    de movimiento

te he llamado a dirigir la vista a lo invisible sin ritmo

la conciencia extrema que son las manos que condensan el ruido para

                                                                                                      darle una forma precisa

 

concédeme el movimiento externo en la estática de la noche

 

 

seca

 

 

concédeme el espacio que figura en la mancha que delinea este nombre completamente vacío de arrogancia.

 

 

desnuda y seca.

 

 

 

             Quédate

 

 

 

Miserere

 

Dilexisti omnia verba praecipitationis; lingua dolosa 

Psalmi 51:6

 

I

 

Si con la fuerza de la grieta se hace agua salada y escucha con lentitud

lo espeso

salí de mi casa para huir de la voz molesta que me llama a deshacerme

del cuerpo

la vestimenta corta de mi ira vuelve destreza

despunta como almíbar de los labios del primero entre los hijos

soy múltiple y por eso resisto:

 

Me devolví del espanto a la ruina por ahorrar ofrecer el dorso de la mano

escupir corales pesados de partida de un día desconocido.

No soy hombre de mar y la tierra me espanté con su fuego

la luz se vence enmohecida

la luz roe la fibra entumecida

la luz me encuentra ovillado en la esquina más próxima del purgatorio.

 

No estoy convencido de que sea suficiente

que se mueva toda la arena debajo mío

no he de levantar un solo ojo para verla

todas mis hijas escaparon con la lumbre del extranjero

todos mis hijos piden limosna con el dorso de la mano.

 

Me vienes a ofrecer la piedra del hambre y lo resisto

qué es construir la ira sino sentarse a separarnos del resto

es como la paja que envuelve las puertas de la casa,

reconocí fugazmente que la cordura ha de ser demasiada para encontrar

anhelo.

 

Estoy vivo y dentro de mí no puedo salir del encierro de mi propio 

aliento

estoy vivo y sin embargo tapo mis manos de un sonido que penetra

mi cráneo

tengo meses a pie y kilómetros pegados adentro

estoy vivo pero niego,

estoy vivo y dentro de un cajón de manzanas duermo

estoy vivo.

 

 

 

Señor: haz de mí una brizna de paja

deja que me olvide de todo

lentamente

 

 

 

Has sido llamado al silencio

con la grasa de tu cadera derecha purificaré una villa entera

con el sudor de tu vientre apagaré uno a uno los astros.

 

Has sido llamado a la oscuridad

con la mitad de la fe de tu ojo izquierdo

fundaré una ciudad de concreto

más fuerte que tu propia terquedad.

 

Antes que yo otros hombres se deshicieron de su propio castigo

unos más iguales que otros se sobreviven a ellos mismos con el lujo

de poder elegirlo

para mí reclamé la suerte de saberme vencido y ser complaciente

pero desnudo y detrás de las olas me desintegro podrido y blando por

dentro

con el mecer de los labios de las mujeres de mi pueblo,

con jabón de cabra, bolsa de carne seca.

 

En mi cintura se ciñe la faja de mi madre

con sus manos acomoda el tiempo de cada una de las cosas

aquí en el hedor, en la bilis en mi piel que se pega a las paredes

en la túnica áspera con que se sostiene mi tórax

los huesos van tomando formas imprecisas

       primitivas

 

como el redondel elástico de una noche de agua.

 

Soy un pozo envuelto en deseo por la hija de mi hermano

envuelto en la ira

envuelto.

 

Aquí están las ropas de mi hermano muerto

del primogénito de mi estómago, soy piel en la bota de vino.

 

 

 

II

 

Es en la izquierda donde tengo el espacio 

me falta un hueso y cometo un asesinato 

uno es el trazo y el otro la lanza.

 

sale del cuerpo y atraviesa lo que queda de bisel

en arco ampuloso se estira a lo alto

para mostrarse un cristo ennegrecido de coral

embrutecido de olas

un cristo óxido y perla.

 

Por vergüenza me he matado

del cuerpo que me roía construí tres lechos

uno de sol mugriento para espantarlos

los brazos riachuelos de higos venenosos

y espuma que ha sobrado de mi ombligo y las entrañas.

 

Un cristo noctámbulo con ojos enrojecidos:

 

No hemos dormido hace años.

danos la piel vencida de tu rostro.

Servirá para la sed.

 

Lucía Rothe (La Paz, Bolivia, 1994). Estudió Música en el Conservatorio Plurinacional de Música, y Filosofía en la Universidad Mayor de San Andrés. Ha publicado tedium., obra ganadora de la quinta versión de Letras del Nuevo Tiempo de la FCBC (2020), y Ensayo de transición (Maki_naria Editores, 2016), así como los fanzines Aquí tenemos dioses cortados a machete (2021) y Control (2017).