4 poemas
Inês Lourenço
Sin dolor
Si quieren una musa legal
y registrada, hábiles
balbuceos deseantes,
sentidos soporíferos de
inocua saliva, no
me lean.
Porque un libro
es superior a la vida (que
por lo demás no es
gran cosa). Se puede
cerrar reabrir a
cada instante,
olvidar abandonar perder
y no duele nada.
Persiana
Desconfío de los poetas
que hablan mucho de la luz, de las
mañanas y de los árboles
en su obsesión anfitriona
de frutos y aves y
hojas. Desconfío de los que cantan
fogones y voces mansas, intentando
apaciguar el poema con su
industria de inciensos. Ellos
escenifican como viejos profetas
tardías formas de belleza
extinta —y hacen del verso
un ritual nacido muerto
de pequeños afectos,
indiferentes al cuchillo
incandescente que separa
el cuerpo de las palabras
de la substancia del mundo.
Fonema
Quiero
quiero morir con muchas erres
de arresto arrimo arrebato arreglo
estoy harta de decir que estoy viva
sólo porque aún lo digo y aún me harto
¿quién me manda por el correo una serpiente del nilo
un cabello de eurídice?
ya que no morí de parto
ni de ausencia ni de espera
ni de otra femenina manera de morir
muera ahora completa
de facto.
Consejo a un nuevo poeta
Continúa agreste al mundo
y reconfórtanos con la lucidez
de tu malestar, en las palabras
de todas las horas, limpias de
hemorragias órficas. El nuevo Castillo
de Duino (o cualquier otro)
es un tercer piso, sin ascensor,
donde Lou Andreas Salomé dejó
de velar con elegancia
la angustia.
Traducción de Sergio Ernesto Ríos
Inês Lourenço (Porto, 1942). Licenciada en Línguas e Literaturas Modernas por la Universidade do Porto. Es autora de Câmara escura, Coisas que Nunca, A Disfunção Lírica, Logros Consentidos, A Enganosa Respiração da Manhã, Um Quarto com Cidades ao Fundo (poesía reunida 1980-2000), Teoria da Imunidade, Os Solistas y Os pecados predilectos (antología 1980-2017).