Droguería de éter y de sombra
Luís Aranha
DROGUERÍA
SOCIEDAD ANÓNIMA
Productos Químicos y Farmacéuticos
Especialidades en artículos para toilette
Perfumerías Finas
Aparatos y objetos de cirugía
Importación directa
Mayoreo y Menudeo
Precios módicos
Informaciones gratuitas
Las cuentas son liquidables invariablemente
al final de cada mes
Se vende
Libro de Oro del Veterinario
Manual del Farmacéutico
Formulario de Chernoviz
Tratado de Versificación
Yo era poeta…
Pero el prestigio burgués de ese letrero
Explotó en mi alma como una granada.
Resolví un día,
Incómodo mensual de las musas,
Ir a trabajar en una droguería
Y ejecuté mi proyecto.
Proceso financiero de los millonarios
norteamericanos
Que veía en el cinematógrafo:
Multiplicación incesante de la riqueza
De año en año
Con acumulación de los intereses al capital…
Procreación y desarrollo de las drogas en el estante
Por los métodos científicos modernísimos…
Prestigio de los comerciantes fuertes
Desvalorización creciente de la poesía
Mi musa romántica
Murió luego de su primer parto,
Que fue al bote con mal de siete días.
En el centro de la ciudad,
Triángulo de oro y sol,
La Droguería era una gruta de sombra…
Como en Italia
La gruta del can
Llena de ácido carbónico
En la Droguería el éter se apoderaba de la atmósfera…
No obstante,
Mi pituitaria se habituó a él
Como la vista se habitúa a la sombra…
Armarios en toda la extensión de la casa…
Yo los arreglaba en mi inexperiencia de
empleado nuevo…
Iniciación.
¡Oh! ¡Estantes de mi mocedad
“Castillo de sueños” de mi bazar de drogas!
¡Ventanas ojivales corriendo sobre durmientes!
¡Palaciegas llenas de rótulos y fórmulas!...
Cómo era feliz entre vosotras,
Palaciegas que urdíais
En vuestros husos silenciosos
¡El bordado sérico de las telarañas!...
Mi “sueño de oro”
¡Contemplación de Urracas enamoradas!
Mi cruzada de metal
¡Oh! ¡Mis cruzados ideales!...
Sabía
El nombre a todas las hermosas
Que amaba mucho más que vendía más
Embrujadas todas en papel de seda,
Mantos de colores nacionales…
Morfina
Cocaína
Benzina
Aspirina
Quina
Cina
Atropina
Hexamina
Gelatina
Heroína
Fenacetina
Antipirina
Papaína
Exalgina
Digitalina
Aconitina
Estricnina
¡Y tantas otras que no recuerdo más!
Castillo roquero del mostrador largo
¡Inaccesible al burgués!...
¡Mi sinceridad de guerrero franco!
¡Cuánta verdad útil
No clavé en el cráneo del cliente!...
¡De verdad, mientes descaradamente!
¡Mi corcel que corría
Sólo visible para mí!...
Armadura
Mi ropa oscura de todo el día
Mi escudo coraza y mi arnés
Casco
Brial
Sobretodo
Sombrero de paja
El moro del mercado
Judío
Cantos de rabel en las tardes del castillo…
¡Inquisición!
Yo era poeta
¡Oh! la dulzura de mi balada:
Salol
Mentol
Fenol
Ictiol
Tiocol
Lisol
Tornasol…
¡Cuánta canción de amor llena de sol!...
Arte fósil, rima rica…
Mi investidura de empleado principal…
Yo era un caballero medieval
Todos los empleados eran caballeros medievales…
¡Incendio en mi Biblioteca de Alejandrinos!…
La Droguería era una gruta de sombra…
Estalactitas de las lámparas apagadas
Animales
De aquel antro sin libertad
Reflejo frío de los espejos en la sombra
Súbito
Chorro de luz
Lámparas que explotan luminosidades
Multiplicación de los espejos que se reproducen a sí
mismos
Como retinas penetran retinas
Espejos inconscientes de los armarios
Espejos de las columnas
Y de las paredes
Espejos en el propio aire
Multiplicación del stock
Espejos…
Las mujeres que pasan en el triángulo son lo mejor de la
Bolsa
Un paulista raid Río-Buenos aires por primera vez
2 400 km.
La Bolsa es una arena
Alza del dólar, baja del café
Mercancías alemanas
El cielo está lleno de aeroplanos que aletean como
cuervos
Dólar 9 000$
Inmigración japonesa
El puerto de Santos atrancado de mercancías
americanas que los compradores rehúsan
New York Herald
Yo
Recibo libros de versos de Francia e Italia
Porque soy poeta…
Soy poeta
Y las mujeres son el encanto del Triángulo
Limusinas se deslizan sobre tapetes persas…
La luz amortecida se anida en el interior de los
automóviles de lujo
¡Las mujeres son grandes buqués de flores
Que quisiera llevar en mi brazo!
Vestidos de seda en los cuerpos elásticos…
En la Droguería
Cuando ellas iban a comprar perfumes
El aire se impregnaba de lirismos
Y efluvios sonoros de aromas…
¡Mi amada era la más bella de las mujeres
Y el más radiante de los perfumes!
Por ese tiempo
Le hacía versos de amor…
¡Oh! ¡El ámbar de tus ojos pardos!
¡La contractilidad de tus retinas!
¡La plata de tus cristalinos blancos!
Tus pupilas se incendiaron
Y ardían en tus órbitas como dos brasas en
turíbulos…
Ellas volarían encendidas
Como chispas
¡Si las lágrimas no vinieran a apagar el fuego de tus
ojos!
¡Llanto de amor!...
Tu cuerpo es una antorcha
Con la llamarada suelta de los cabellos
¡Oh! ¡Quién me diera envolverme
Y quemarme
En esas llamas que vuelan y parlotean!...
¡Tu cuerpo es una antorcha
Tus senos son llamaradas que avanzan contra mí!
¡Veo por entre las brasas de tus labios
Surgir la llama de tu lengua!...
¡Aparta de mí tu boca
Me quemaría con tu beso!...
Querida
Cuando estás en la luz
Y ella recorre tu cuerpo con sus dedos de oro
Tengo celos de la propia luz…
Si vas en la tiniebla
Y ella te aprieta en sus brazos de ébano
Mi tortura es aún mayor…
¡Quédate en la luz,
Te veo al menos, querida!
Tú eres un ánfora de perfumes
¡Quién me diera cargarte en hombros
Por las alas de tus brazos
O por los tirantes de tus senos!...
Entonces
Tu perfume interior
Se vertería sobre mí por la hendidura de tu boca
O se derramaría por las espirales de tu cabello…
Bálsamo.
Vendría a aplacar la sed de mi alma
Y tendría la ilusión de haber estado siempre a mi lado…
En el vaso de tu cuerpo
Arde el perfume de mi alma
Y el aroma que se evapora
Pasa en el valle de tus senos
Gira alrededor de tu cabeza
Y se envuelve en tus brazos desnudos
¡Alzados hacia el cielo!...
Tanto me disipo en la atmósfera alrededor de tu cuerpo
Que no sé lo que soy junto a ti…
El cinema es eléctrico
La Droguería está llena de lámparas eléctricas
Todas las grandes casas modernas son eléctricas
Amada mía
Fue en una noche sin luz eléctrica,
Interrupción de la fuerza de Parnaíba
Que te escribí este poema eléctrico
A la luz trémula del claro de luna:
POEMA ELÉCTRICO
Querida
Cuando estamos juntos
Viene de tu cuerpo hacia mí una llama
de deseo
Que lo recorre como electricidad…
Mi cuerpo es el polo positivo que pide
Tu cuerpo es el polo negativo que recusa…
Si un día se uniesen
La corriente volvería
Y en las chispas desprendidas
Yo quemaría todo el placer del hombre
que espera…
Cuenta una historia de amor…
Compañero
Tú me pedías siempre una historia amorosa que me
hubiera quebrantado la vida
Pero nunca me dabas tiempo para la mía
Porque decías luego un secreto tuyo
Historia de ayer
Historia del año anterior
O de tu adolescencia…
Yo creía como creía en la existencia de
Homero
Muchas mujeres iban a visitarte en la droguería
Recibías cartas de amor
Preciosidades
¡Excitación!...
Eran tu única biblioteca…
Leías el catálogo de la casa sin saber de Whitman Dante
Shakespeare y Homero
Una mujer te bastaba.
Tenía una Odisea tu corazón ingenuo
Y eras feliz…
¡Pero la Ilíada de mi corazón exaltado!
Canta Musa la cólera de Aquiles
Hijo de Peleo
Cólera desastrosa para los Aqueos
Que precipitó en una droguería un joven poeta
¡Dando su carne en pasto a los canes y a las aves
carniceras!
Cerrada la Droguería
En el tranvía
Leía un periódico:
Todos los telegramas todos los artículos todos los anuncios
Acontecimientos universales
Campaña de la policía contra la toxicomanía…
Yo, droguista, no podía vender cocaína morfina y
opio
¡Aunque poeta quería probar el néctar de la papaverácea como
Quincey y Coleridge!
Una china se sentó a mi lado
Y el tranvía corría equilibrándose en los rieles…
China
Yo era discípulo de Confucio.
Le quemaba rollos de cera perfumada
Auxilié la construcción de la gran muralla
Y vi arder la hoguera en que el emperador Huang-Ti
mandó quemar los libros sagrados
Él persiguió poetas y letrados…
Poeta
Fui obligado a huir
Me oculté como pescador con cuervos marinos en el
río de Cantón
Después me hice droguista en una calle estrecha y sucia
Tapetes linternas y letreros
Tabletas moteadas de rojo y negro…
Vendía opio sin recelo de la policía…
En catres
Momias con pipas de bambú tocaban flautas
La cobra de la coleta enredándose en el cuerpo
El humo viciaba la atmósfera…
¡Feliz sin recelo de la policía!
¡Espanto!
¡Se revienta el caño de la monotonía!
Los Boxers caen sobre mí…
Faces dilatadas de odio
¡Nada de innovaciones!
Hay a la mano diccionarios de rima y medidas de bambú
de doce sílabas
Versos huecos y sonoros
La chinesca de la inmutabilidad
Los nudos de bambú marcan la cesura…
Tuve que huir con mis poemas para no sufrir la
tortura del Ling Chi
Y fundar una droguería con licencia de la policía…
DROGUERÍA
Inyecciones hipodérmicas contra la estética atrasada
Vacuna contra la nueva…
Laboratorio químico
Crisoles retortas balones vidrios de reloj vasos de precipitado termómetros
tubos
Vasos y alambiques
Gran fábrica de productos químicos sobre el río Tieté
Grandes conductos de agua con depósitos y
tanques especiales
Puentes que se cierran y se abren
Elevadores y chimeneas
Válvulas roldanas calderas carretillas
Vagonetas turbinas canales máquinas y aparatos
eléctricos
Llave especial de un camino de fierro
Trenes internos para uso exclusivo de la industria
Los cables telefónicos y eléctricos son una red sobre la
fábrica…
¡El mundo es estrecho para mi instalación
industrial!...
Estrecho
El tranvía es estrecho para todos los pasajeros
5 lugares
La china que va a mi lado se aprieta contra
mí…
No es china
Es la japonesa del circo de caballitos
Ayer la vi andando sobre la cuerda embrujada en la
bandera de Japón…
Aplaudí
Estaba en el Celeste Imperio.
Mi amada pasó en el automóvil junto al tranvía
en que iba con la japonesa del circo…
Y el tranvía pesado como un elefante tambalea…
Estaba en Japón
Las japonesas andaban en cuerdas…
Mi ropa era estrecha para mí
Tenía zapatos de paja que se gastaban por los
caminos.
Un quitasol de papel
Y no pensaba más en la Droguería…
Anduve por los charcos y campos de arroz
Los pinos se levantaban en el horizonte como una
fila de guerreros
Y el sol era un gran crisantemo de oro entre los
crisantemos del horizonte…
A la noche
Sobre el arroyo
Las luciérnagas paseaban mezcladas con las estrellas
Y el arroyo como la vía láctea corría fosforescente…
Paseaba en palanquín y hacía hai-kais:
Pardas gotas de miel
Vuelo en torno de una rosa
Abejas
_____
Arrojaste tu abanico al cielo
Quedó preso en el azul
Convertido en luna
Casa de té.
Pabellón de vidrio y de papel.
Las sandalias que tuve que dejar en la puerta para entrar
Las musumes que me fueron a recibir abanicándose con
la calaña
La que me sonreía más vino a sentarse delante de mí para
servirme
Entre nosotros quedó una mesa de ébano y oro…
¡Les chats d’ebene et d’or ont traversé le soir!
La taza de porcelana pequeña y transparente como
una concha en que tomaba té
Mi cama en el suelo
El biombo de papel en que estaba pintada una
cigüeña de piernas de bambú
Los japoneses del aposento vecino que comían polvo y
algas marinas
Luz de luna que transformaba en madreperla los vidrios del
pabellón
Las sombras que pasaban en la calle estampándose en los
vidrios
Y la linterna de papel rojizo ardiendo sobre la mesa
de charol…
¡Mi amada de San Pablo
Te vi en sueños en Japón!
No ibas en automóvil
¡Paseabas en palanquín por una calle de Nagasaki!
¡Tenías una sombrilla de papel de arroz
Bordada con flores!
Tu vestido no había venido de París…
¡Kimono lleno de crisantemos!
Tus bellos ojos pardos de avellana estaban “rasgados
al modo de almendra”…
No me viste
Volteaste el rostro al pasar
¡En Brasil, en Japón eras la más bella de las desdeñosas!
Pero cuando pasabas cerca de mí subía de mi corazón a
mi boca un himno de palabras blancas…
¡Mi musume!...
Mi flor de cerezo
Glicinia violeta que pende en mi alma
Flor de loto bermeja
En la margen de mi lago de la ilusión
¡Ven a mi morada y serás la flor más bella de mi
jardín encantado de sueños!
¡Vendrás toda vestida de blanco!
¡Cuando hayas dejado tu hogar se encenderán los fuegos de
purificación!
Te amo como amo la primavera
Los cerezos de rosa y de nieve
El espejo corriente del regato
La flor del cacto
El aroma verde de los matorrales
Carbonato
Fosfato
Citrato
Azotato
Acetato
Nitrato
Sulfato
Clorato
Tartrato
Silicato
¡Y el poder colosal de un sindicato
De drogas!...
Pero no hay China ni Japón
Perdí el periódico que estaba leyendo
La japonesa a mi lado desapareció
El automóvil de mi amada se perdió en la polvareda y
en la noche
La luna japonesa anda en el cable del teléfono
Y el tranvía elefante de circo de caballitos se equilibra
en los rieles…
¡Soy Poeta!
¡Y todos los ruidos no valen la resonancia de mi
cráneo!
La multitud arrastrándose en la ciudad
El marchar de un piquete de caballería
Tranvías en desbandada frenesís de velocidades
Un millón de máquinas de escribir golpeando
frenética simultáneamente todas sus teclas
Letras suspendiéndose en puntas de tentáculos
¡Villes Tentaculaires!
¡Morir como Verhaeren aplastado por un tren!
Un expreso internacional de Alaska a Tierra del Fuego
esparciendo por América los viajeros de la droguería
Vidrios que quiebran en el cemento con risas de mujer
Histérica
Los teléfonos precipitadamente los timbres
¡La rabia del que pide comunicación por quinta vez!
Los carros de bomberos rodando paralelepípedos
Pitidos vocería y alaridos
El atropello de los automóviles después de un gran
match de foot-ball
Bocinas ronqueras motores algazaras
El Viento corriendo sobre neumáticos
Rugiendo por el espacio
Porque es un automóvil que pita
Una partitura de Stravinski
Ejecutada por quinientos hombres en una estación al
partir de trenes
Silbos de vapor como cohetes huyendo por el espacio
Las ruedas chillando sobre los rieles
Pistones zambombas platos y timbales
Puertas batiendo pitidos campanillas
Campanas a rebato en las locomotoras como en las
máquinas de la Sorocabana y de la Central
Y el tren que estremece por la estación hacia fuera
¡Oh! ¡La locura de mis auriculares!
Dejé la Droguería
Porque en asuntos comerciales yo era corto de vista
Y un poeta no puede ser droguista.
¡Velas blancas de mi libertad!
De tarde
La luz andaba
En el valle verde de Anhangabaú…
¡Oh! ¡Su canto coronado y triunfal
Su exaltado canto de agonía!
En el horizonte
El fuego líquido hervía
En vasos de oro ámbar y marfil
Y transbordaba por los bordes claros
Sobre los techos de arcilla…
Las ventanas sangraban
Y las casas huyendo a la luz del poniente
En tropel entraban por el valle…
Yo cantaba:
¡Amo la tarde de carnes encendidas
Que me penetra y palpita en mí!
Bebo con labios que susurran
Este vino de luz que chorrea por el espacio
Hasta sentir la embriaguez de la luz…
Estos ríos de sonidos que brotan del ocaso
Incendiados de clarines
Penetran en mi alma resecada
¡Con tanto ímpetu y con tal ardor
Que siento en mí resplandecer la vida!...
Ardo en la exaltación que los pasos me conducen
¡Y no siento mi peso sobre la tierra
Porque mi cuerpo es una llama de luz!...
San Pablo – 1921
Traducción de Sergio Ernesto Ríos
Luís Aranha (Sao Paulo, 1901-1987). Estudió Derecho en la Faculdade do Largo de São Francisco. Posteriormente ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores. Formó parte de la primera oleada de la poesía vanguardista brasileña. Su obra reunida se publicó a finales de los ochenta con el título de Cocktails.