ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Dos poemas

Elena Bulsara

 

 

Comiendo hamburguesas a las 2 de la mañana

 

Creo que si siento alguna caricia

me soltaría a llorar, 

sobre todo,

una caricia sincera, en el rostro

con la palma hacia dentro como cuando tomas un regalo

y las miradas se conectan.

Lloraría, estoy segura.

Qué perra soledad,

qué perra amargura en este mundo de luces ebrigüer

en cada esquina,

en cada recóndita esquina de nuestra mente achicharrada.

Pero tengo 800 amigos en feis

Y milytantos en el insta

¿por qué estoy tan sola?

¿por qué me llora el cuerpo si tengo todo?

Llega el agua, el gas, el sol, se sacia el hambre.

Hay internet, hay escuela, hay cama

¿qué falta, puta madre, qué falta?

Ensucio la última pulcritud que me abraza con los pies grises.

Extraño el carrujo que me decía:

—Todo va a estar bien, Elena,

aquí estoy.

Yo te puedo dar un poco de esa felicidad que te falta.

Extraño,

porque no funciono bien si la realidad no se me distorsiona.

Yo el alcohol no lo soporto,

la ebriedad consume mi cordura y sólo sueño que duermo.

La taza del excusado llena de agua de guayaba

y mis arcadas rompen el silencio.

Sudo en frío y sueño que vomito.

La garganta arde,

uno siente que colapsa.

Pienso 

¡qué maldito el alcohol!

Nunca más,

y a los tres días otra vez la Dos Equis

empinada sobre mis labios rotos,

tomando el Centenario que esconde mi abuelo atrás de la televisión,

comprando un Presidente y unos Winston blancos en el Oxxo.

Pero estoy bien, lo juro.

Quizá sólo debería quejarme menos.

Dice mi mamá

que debo dar soluciones no quejas,

me grita

¿pero qué solución puedo dar yo?

Si llevo ya varios años quebrada,

estancada como el plato sucio que nadie lleva al fregadero,

como el cochambre en el puesto de hamburguesas,

donde la que despacha me dice

—¿Todo bien, chula?

—Sí, seño, gracias,

todo bien.

 

 

Herencia

 

Tomas las llaves de la encimera

el carro

la puerta con el mosquitero

el carro color arena de tu abuela 

en la puerta

                     es tuyo, ya es tuyo

sientes el llavero 

una figura de la Magna presencia enmicada

y piensas

                    la muerte nos trae regalos inesperados

pero prefieres a tu abuela

en vez de su carro largo

un Altima del 2000yalgo

 

El asiento, cómodo

el sonido de la avenida que vibra

el retrovisor, la credencial de adulto mayor que cuelga

 

Y atrás

            otro auto

un Versa blanco de 2000diezyalgo

Y atrás

            la ausencia

ves la calcomanía de Raiders en el parabrisas del carro

y del retrovisor cuelga un Jake, 

el perro de peluche que te presumía tu tío

 

¿Qué hubiera sucedido?

Si aquellos dueños de los autos te llevaran de copiloto por una nieve

o al Soriana

o a la fiesta nocturna a conocer a los amigos,

y ver sus autos estacionados en la calle

 

Luego

            tu tío y tu abuela sentados frente a la mesa charlando

que le falta afinación

                                 dice tu abuela

que le falla el freno de mano

                                             dice tu tío

 

Regresas al carro color arena

un olor a aromatizante de lavanda te marea

y las lágrimas se te esconden en las mejillas

las tragas

               observas:

atrás de ti

        un peluche amarillo, inerte, polvoso

 

Debajo de ti

                    el asiento del piloto 

acomodado para tu abuela

 

Nota

 

Comiendo hamburguesas a las dos de la mañana surgió como una respuesta a tratar de explicar esa soledad que se engendra en los puntos decadentes de nuestro espíritu, según decía mi maestra de la primaria, cuando una le entra en exceso al mundo de las sustancias nocivas para la salud, y remata al lado de un puesto de hamburguesas al analizar la individualidad dentro de los huecos que se quedan en el cuerpo.

Herencia es un poema que intentó hablar sobre los autos. Se genera en el taller de Grafógrafxs, pero se escribe una noche en la que extrañé (como muchas) a los que ya se fueron y nos dejaron objetos en forma de recuerdos.

 

Elena Bulsara (Chihuahua, 2000). Estudiante de Letras Españolas en la Universidad Autónoma de Chihuahua. Colaboró en la gaceta de literatura Destellos, de la Universidad de Colima, y en el suplemento Ágora del Diario de Colima. Es integrante del taller de poesía de Grafógrafxs.