ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Cuatro poemas

Haydar Ergülen

 

 

Espectáculo

 

Se la muestras al mar y preguntas:

«¿podrá extraerse azul de esta?»

se la muestras al cielo y preguntas:

«¿podrá nacer el sol de esta?»

se la muestras al amor y preguntas:

«¿podrá escribirse poesía de esta?»

se la muestras a la muerte y preguntas:

«¿podrá ser esta la muerte?»

 

Di no a la muerte, ¡di que no!

 

 

 

Aún

 

Te pareces mucho a alguien que aún no conozco

la que dice que la gente come manzanas cuando está triste

recuerda la manzana y cree en lo que recuerda

no sé por qué le había preguntado su edad una vez

«¿quién puede saberlo por la noche?», me había dicho,

ella tampoco lo sabía

«¿cuántos años debe tener uno por la noche?»

su pregunta me había pisoteado así nada más

y yo me había alejado de la pregunta, de la noche, de la edad,

ella creía en el ser, y comía manzanas por la noche.

 

No te parezcas mucho a alguien que aún no conozco

no tienes derecho

a parecerte mucho a alguien que aún no conozco

nadie lo tiene, tampoco yo

existe gente triste a la que le queda bien la manzana y la noche

se merecen la manzana y la noche

aún no he conocido a nadie tan triste

Yo aún no…

 

—¡Perdona!

 

 

 

Poema lírico de idilios

 

Tus ojos acaban de dejar la lluvia

un poco niño, un poco adulto, un poco cálido

 

Debes ser una ciudad o una granada

tal vez Granada, tal vez septiembre, tal vez rojo

 

¿Es tu torso la noche de verano de tu alma?

tanto idilio, tanto mar, tanto viento

 

Con la necedad de un niño te volviste a enamorar

como si fuera de mí, como si fuera un ¡ay!, como si fuera posible

 

Ni siquiera el amor puede reemplazar a algunos amantes

suponiendo alabanzas, suponiendo que fueras tú, suponiendo que fuera junio

 

Si las ganas están descansando, el alma deambula desnuda

es por esto la razón de la lírica, la razón de la congoja, la razón del secreto

 

Tus ojos se ven como si acabaran de abandonar la ciudad

por eso llorosos, por eso asustados, por eso comunicativos

 

Ve y destruye nuevas ciudades en nuestros corazones desde esta pasión

 

 

 

Rosa generosa

 

A mi querida rosa, a mi madre Gül

 

Para nuestra madre, desde el jardín, sólo éramos unos recién enamorados

habría llegadas de verano con sus soles débiles

la noche se acurrucaba al nido hacia una rosa

solíamos correr palabras nuevas, alentadas desde las hojas verdes

el tiempo era un padre que abría la puerta al jardín

la distribución de días era la temporada de estiaje

el minutero se convirtió en un pájaro herido y cayó

¿dónde están las cerezas soñadoras, ciruelas locas?

fue un sueño acortado por la manecilla que no lo vimos

las mil y una noches con simurg y scheherazade en kafkuh

la congoja de regreso es más larga que de ida

las tardes vinieron a derretirse en su rima,

uno a uno, hermanos, apagándose como velas

mis hermanos son soles, ¡oh! lunas y estrellas,

pléyades, venus, celeste, sonrisas amplias y jóvenes

aquellos sueños que he esperado día y noche

un columpio en la sombra se mecerá en poesía

el carruaje está lleno de heno, nuestro cielo es la vía láctea

mi querido junio, las aguas se aclararán

¿nos convertimos en niños junto con los dientes de león?

después de años nos encontramos en cuentos

una rosa que es capaz de ser sol y luna para el jardín

si existe una rosa que no es malcriada es mi madre

una rosa tan generosa que es más profunda que el jardín

 

Traducción de Beyza Fırat

 

Haydar Ergülen (Eskişehir, Turquía, 1956). Estudió Sociología en la Universidad Técnica de Medio Oriente. Su primer libro de poesía se titula Preguntas que no encontraron respuestas (Editorial Yeni Türkü, 1981). Ha publicado más de 50 libros de poesía, prosa y de literatura infantil. Su antología de poemas ha sido traducida al francés, inglés, alemán e italiano. Habitualmente escribe en revistas literarias, culturales y de poesía.