Cuatro poemas
Haydar Ergülen
Espectáculo
Se la muestras al mar y preguntas:
«¿podrá extraerse azul de esta?»
se la muestras al cielo y preguntas:
«¿podrá nacer el sol de esta?»
se la muestras al amor y preguntas:
«¿podrá escribirse poesía de esta?»
se la muestras a la muerte y preguntas:
«¿podrá ser esta la muerte?»
Di no a la muerte, ¡di que no!
Aún
Te pareces mucho a alguien que aún no conozco
la que dice que la gente come manzanas cuando está triste
recuerda la manzana y cree en lo que recuerda
no sé por qué le había preguntado su edad una vez
«¿quién puede saberlo por la noche?», me había dicho,
ella tampoco lo sabía
«¿cuántos años debe tener uno por la noche?»
su pregunta me había pisoteado así nada más
y yo me había alejado de la pregunta, de la noche, de la edad,
ella creía en el ser, y comía manzanas por la noche.
No te parezcas mucho a alguien que aún no conozco
no tienes derecho
a parecerte mucho a alguien que aún no conozco
nadie lo tiene, tampoco yo
existe gente triste a la que le queda bien la manzana y la noche
se merecen la manzana y la noche
aún no he conocido a nadie tan triste
Yo aún no…
—¡Perdona!
Poema lírico de idilios
Tus ojos acaban de dejar la lluvia
un poco niño, un poco adulto, un poco cálido
Debes ser una ciudad o una granada
tal vez Granada, tal vez septiembre, tal vez rojo
¿Es tu torso la noche de verano de tu alma?
tanto idilio, tanto mar, tanto viento
Con la necedad de un niño te volviste a enamorar
como si fuera de mí, como si fuera un ¡ay!, como si fuera posible
Ni siquiera el amor puede reemplazar a algunos amantes
suponiendo alabanzas, suponiendo que fueras tú, suponiendo que fuera junio
Si las ganas están descansando, el alma deambula desnuda
es por esto la razón de la lírica, la razón de la congoja, la razón del secreto
Tus ojos se ven como si acabaran de abandonar la ciudad
por eso llorosos, por eso asustados, por eso comunicativos
Ve y destruye nuevas ciudades en nuestros corazones desde esta pasión
Rosa generosa
A mi querida rosa, a mi madre Gül
Para nuestra madre, desde el jardín, sólo éramos unos recién enamorados
habría llegadas de verano con sus soles débiles
la noche se acurrucaba al nido hacia una rosa
solíamos correr palabras nuevas, alentadas desde las hojas verdes
el tiempo era un padre que abría la puerta al jardín
la distribución de días era la temporada de estiaje
el minutero se convirtió en un pájaro herido y cayó
¿dónde están las cerezas soñadoras, ciruelas locas?
fue un sueño acortado por la manecilla que no lo vimos
las mil y una noches con simurg y scheherazade en kafkuh
la congoja de regreso es más larga que de ida
las tardes vinieron a derretirse en su rima,
uno a uno, hermanos, apagándose como velas
mis hermanos son soles, ¡oh! lunas y estrellas,
pléyades, venus, celeste, sonrisas amplias y jóvenes
aquellos sueños que he esperado día y noche
un columpio en la sombra se mecerá en poesía
el carruaje está lleno de heno, nuestro cielo es la vía láctea
mi querido junio, las aguas se aclararán
¿nos convertimos en niños junto con los dientes de león?
después de años nos encontramos en cuentos
una rosa que es capaz de ser sol y luna para el jardín
si existe una rosa que no es malcriada es mi madre
una rosa tan generosa que es más profunda que el jardín
Traducción de Beyza Fırat
Haydar Ergülen (Eskişehir, Turquía, 1956). Estudió Sociología en la Universidad Técnica de Medio Oriente. Su primer libro de poesía se titula Preguntas que no encontraron respuestas (Editorial Yeni Türkü, 1981). Ha publicado más de 50 libros de poesía, prosa y de literatura infantil. Su antología de poemas ha sido traducida al francés, inglés, alemán e italiano. Habitualmente escribe en revistas literarias, culturales y de poesía.