Dos poemas
Luis Fernando Rangel
Resumen del amor
1
Infinitamente cursi
Sólo hay
un par de cosas
infinitas:
el universo,
la estupidez
y estas ganas
inmensas
de besarte.
2
Fe de erratas
No, señor editor,
no quiero borrar
el nombre
de esa mujer
del poema
sino del corazón.
La estación del autobús
A veces tengo la certeza de que el mundo existe
únicamente para que ocurran estos momentos.
Espero el autobús, de noche,
frente a un restaurante de hamburguesas
mientras ella descansa en su habitación.
Nunca he comido ahí y no sé si a ella le guste.
Sé, sin embargo, otras cosas menos importantes:
a dos cuadras de su casa hay un bar
y venden los mejores nachos que he probado.
A un lado de mí, dos parejas esperan el autobús
y un hombre solitario se sostiene de su guitarra,
pero no podrá ofrecer su concierto de lamentaciones
ya que el auditorio está a reventar.
En el autobús, la gente sólo piensa en llegar a casa.
Ella duerme en una cama que no es la suya
y su verdadero hogar está a cientos de kilómetros
pero reposa en un lugar que a veces llama casa.
Es tarde, creo, la luz se ha ido
y ahora todo es una larga sombra.
En el restaurante, la gente conversa
y no sé de qué se puede hablar en ese lugar.
Quizá hablan del calor y del capitalismo,
de lo mal que va el mundo. Ya saben,
así son los viejos que se quejan de todo
y los jóvenes que nunca aprenden.
Yo no diría ninguna palabra.
Me limitaría a masticar mientras pienso en ella,
aunque pensar tanto es un problema
y la nostalgia es algo caro.
Las luces del restaurante se apagan,
el autobús pasa y no me subo. Prefiero
quedarme ahí esperando al siguiente
y pensar en la carne congelada
que guardan en el restaurante,
en las palabras de amor que,
a veces, nos decimos.
Me asomo a la calle
y veo cómo el autobús se pierde a lo lejos.
Sonrío y la nostalgia se me acumula entre los brazos
porque pienso en el hijo que no llegó.
Un nuevo autobús se detiene
mientras en mi cabeza canto canciones de cuna
como se cantan las canciones de amor.
Me gustaría comer una hamburguesa con ella
y luego reírnos porque no fuimos padres.
Al subir al camión, tomo asiento en la fila de la ventana
para ver todos los restaurantes de hamburguesas
que hay en esta triste ciudad congelada.
Pienso en el nombre del hijo que no tuvimos
como si en realidad me hubiera gustado tenerlo.
El amor también son las cosas que no fueron.
Pienso en que es tarde y debo llegar a casa
y preparar cena para una sola persona.
Luis Fernando Rangel (Chihuahua, 1995). Poeta, narrador y editor. Es licenciado en Letras Españolas por la UACH. Autor de Corridos de caballos (Medusa, 2021; IV Premio Nacional de Poesía “Germán List Arzubide”) y Dibujar el fin del mundo (Editores UACH; Premio Estatal de Poesía Joven “Rogelio Treviño” 2017), entre otros. Su obra ha merecido los reconocimientos de los Juegos Florales de Lagos de Moreno 2021 en la categoría de cuento y el segundo lugar del Premio Nacional de Relato “Sergio Pitol” 2017. Textos suyos aparecen en revistas de México, Colombia y Estados Unidos, como Tierra Adentro, Punto de Partida, Punto en Línea, Rio Grande Review, Nueva York Poetry Review, Visitas al Patio, Cuadernos Fronterizos y LIJ Ibero, así como en diversas antologías, como Blavatsky. Antología del taller de poesía de Grafógrafxs. Es director de la revista Fósforo. Literatura en Breve y director editorial de Sangre Ediciones. Actualmente conduce el programa radiofónico “El Pensador” en Radio Universidad de la UACH y forma parte del taller de poesía de Grafógrafxs.