Novela feat. Titulares de Gizmodo
José Luis Aguirre
En el país donde los hombres se quitan la corbata y el paladar para comer, Sony suspende la venta de PlayStation en Rusia por la guerra en Ucrania. Había mujeres que salían a la ventana y abandonaban la mejilla en cojines de carne. Los domingos alguien ha robado una caja que contiene cabezas humanas; los árboles eran una sola mancha verdinegra; se parte en dos una piedra que tenía encerrado a un demonio. Las casas, olvidando su vital geometría de verticales y horizontales, se retorcían de humo en un gótico o un mudéjar, no recuerdo, insufrible. El psicólogo convenció a McDonald’s de usar los pechos de una madre como logo. Nuestra Señora de la Aviación estaba al pie de todas las figuras, soplándolas hacia arriba. Esta compañía ofrece a sus empleados cápsulas para masturbarse, con auriculares VR incluidos.
Después, un hijo del Greco me dio la noticia de que mi cuerpo iba en aquel frac excéntrico. Desde entonces, era ya demasiado joven para no asombrarme por nada. Estos puntos que se extienden en 64 km de carretera a Kiev son un convoy ruso. Además, mi sombra blanca se llamaba muy lindo: Beginning, Maybe, quién sabe cómo. La erupción del Tonga arrojó material volcánico a la mesósfera.
Las seis hijas de Orlamunda —la menor está muerta— eran el cortejo de bodas y lo echaron a perder todo con sus lamentos. Hallaron la salida hacia un barco en llamas y a la deriva en mitad del Atlántico repleto de coches de lujo. Invalidan 16 bautismos en Arizona porque el cura dijo “nosotros te bautizamos” en lugar de “yo te bautizo”. Entonces le pedí a Nuestra Señora de la Aviación que me soplara hacia arriba, pero los asistentes a un bar fueron envenenados con champán mezclado con éxtasis. La sombra blanca pesaba ya de mármol a mi diestra, y me creí vestido para la inauguración de una estatua memorial. Mi discurso era correcto: El cuerpo de John McAfee lleva siete meses en una morgue de Barcelona por una extraña batalla legal, sin embargo, explotan varios árboles en Texas por el frío extremo.
José Luis Aguirre (Monterrey, Nuevo León). Egresado de la licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información de la UANL. Textos suyos han aparecido en Hermano Cerdo, Punto en Línea, Vida Universitaria, Armas y Letras, Poeta de Gaveta y Tierra Adentro, así como en las antologías Yo quería llamarme Emilio, como tú, y otros poemas (Grafógrafxs, 2021) y Blavatsky. Antología del taller de poesía de Grafógrafxs (Grafógrafxs, 2022). En 2020 ganó el premio de poesía Rosario Castellanos de los Juegos Literarios Universitarios organizados por la Universidad Autónoma de Yucatán. Es integrante del taller de poesía de Grafógrafxs.