ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

En Guadalcanal[*]

Mario Verdugo

 

 

1

 

Ahora que Whyte sufre de «ideación dipsómana» (98: ¿Dónde

está tu chispa ahora?), Witt en cambio se vuelve casi idéntico

 

al marido que se despereza y dice «¿acaso estás loca?»: él es,

caray, el marido desnudo que arroja su chándal sobre el desnudo

 

torso de su amante y le grita a su blanquísima mujer si tal vez

se ha puesto tan loca ahora como para imaginar que…, ya sabes,

 

seguro que yo, Welsh, sargento primero, soy sólo el anciano

que ni muerto, ahora, dejará que los bisnietos o aquel canguro

 

tragaldabas acaben sisándole el inmarcesible corazón púrpura o,

al fin, todas las apestosas cruces negras que ocultó bajo el bergere.

 

 

 

2

 

La «ideación prostibularia» del joven Whyte (1998: ¿Quién

aviva tu llama ahora?), cuando Witt termina de convertirse 

 

en el marido que es como un gobernante diciendo «ey, ¿acaso

se han vuelto todos locos?»: es él, demonios, el Gran Marido

 

sin ropa, que ahora, ahora, justo ahora, se sacude del desnudo

cuerpo de su amante y responde que no hay, nunca ha habido,

 

nadie más en esa cama mientras yo, sargento primero Edward

Welsh, héroe de la apestosa Melanesia, soy sólo un bisabuelo 

 

que exagera y se enfurruña con amigos por asuntos pecuniarios o,

al fin, encañona a su enfermera por husmear dentro del trinche. 

 

 

 

3

 

Un apestoso caimán melanesio pende, ahora, sobre el cráneo

del teniente Whyte y su «ideación barbitúrica» (año 98: ¿Es este

 

tu último aliento?), cuando Witt totalmente desnudo como un

Gran Líder mira hacia la izquierda y, luego, hacia la derecha y grita:

 

De cuál pelirroja me estás hablando y dónde dices que se fue: mejor

te tomas un descanso y dejas que termine de lavar estas apestosas

 

almohadas mientras Welsh, es decir, yo, sargento de la Vigésimo

Séptima División de Infantería, pesco al fin mi gigantesco bastón

 

de plata o más bien de peumo y avellano y lo descargo, ahora,

en la crisma del macarra que se obstina en enseñarme a transferir.

 

 

 

4

 

Muere baleada otra apestosa cría de chercán asiático en el alma

de Whyte y su «ideación opiácea» (98: ¿Somos todos ascuas

 

separadas de una misma hoguera?), mientras Witt se empecina,

ahora, en decir que nunca pudo haberle dado dinero a ese chico

 

pelirrojo y desnudo porque, en primer lugar, jamás ha estado

ahí realmente desnudo ni tampoco ha sido de veras pelirrojo y

 

ni siquiera ha habido antes en su cama algo como un chico ni,

en su vida, algo parecido a dinero para dar cuando yo, Welsh,

 

sobreviviente del Pacífico Sur, regreso de esa apestosa caja y pongo,

ahora, ahora, recién ahora, el quinto candado a mi velador de raulí.

 

 

 

5

 

Suena un apestoso coro melanesio en la «ideación paregórica»

del joven teniente Whyte (año 98: ¿Quién nos arrebata esta luz?),

 

cuando Witt, ex private del Primer Batallón de la Compañía C,

bello dios yumbelense y, ahora, Gran Marido Desnudo, se escabulle 

 

entre las bofetadas de su blanquísima mujer que es como todo

un rebaño, un pueblo, un electorado al que se vuelve a decir no,

 

no hay ahí, en esa cama, un chico pelirrojo ni tampoco una chica

pelirroja mientras el viejo Ed Welsh, ya sabes, por fin querría

 

persuadirlos de que otra cerradura, un doble fondo, un nuevo

baúl de cedro es, ahora, el único modo de cumplir nuestro deber.

 

 

 

6

 

Todos comienzan a presentir entonces que hay mucho más,

ahora, en la «ideación carbonaria» o en la «ideación pirómana»

 

de Whyte el Moribundo y también (1998: ¿Ves cómo ha vuelto

a brillar todo lo que creaste?) mucho más en el apestoso chándal

 

de Witt y su manera de salir corriendo despavorido y agitar

la cabeza de izquierda a derecha cuando un chico despavorido,

 

pelirrojo y desnudo, pasa corriendo otra vez junto a…, ya sabes,

demonios, seguro que también hay mucho más en las gavetas

 

de mañío obliteradas, blindadas y, desde una oscura guarida,

televigiladas, apestosamente encañonadas, por Edward Welsh.

 

 

 

7

 

Bucles como manglares envilecen, ahora, la «ideación subtropical»

de Whyte el Acribillado (año apestoso: ¿De dónde dices que brota

 

verdaderamente, esta terrible crueldad?), cuando Witt, soldado raso

y, caray, Gran Cristo Barroco del Vigésimo Quinto Regimiento

 

de Infantería, rompe las puertas de su armario de lenga porque no,

ningún amante se ha ocultado ahí pero tampoco lo ha hecho bajo

 

aquel edredón que es como un presidente firmando órdenes y, quizá,

como el recuerdo de Gaff, como el fantasma de Keck, o como la luz

 

apagada de Fife y todos sus compañeros muertos en la Campaña

de Guadalcanal mientras yo, sgt. Welsh, cuento mi dinero y disparo.

 

 

Mi blurbgrafía

 

«Si hay algo que nos enseña V. es que todo resulta confundible, ahora mismo» (F. C., 2017). «Nuevo libro de V. y nueva oportunidad para preguntarnos qué es lo poético» (C. G., 2023). «Me parece que lo que está haciendo V. es verdaderamente notable, pero nadie lo nota» (L. L., 2016). «Existe un enorme debate con relación a su prevalencia y curso evolutivo» (D. D., 2007). «Un texto suyo que elige sentarse en un rincón en silencio mientras “sus otros” salen a jugar gritando como desaforados» (F. M., 2014). «El componente alusivo de V. se solaza en la forma de escenas elípticas y misteriosas, acechantes, como unos ojos que nos miran desde las matas. Esas matas pueden llamarse poesía chilena» (K. R., 2012). «Desventajas en ajuste social que se vuelven severas e incapacitantes, aun después de remisión de fases: una disfunción del regulador cronobiológico generando un mecanismo de inestabilidad» (O. O., 2020).

 

* * *

 

«Hallo que V. recrea originalmente cosas ya oídas; ciertos giros lingüísticos pasan de ser lugares comunes a ser lugares extraños» (A. F., 2013). «Los sentimientos son intensos y ocurren junto con cambios en el comportamiento y en los niveles de energía, algo que pueden observar las demás personas» (W. W., 1998). «La manera endemoniada con que compone, descompone y recompone sus poemas convierte a V. en un poeta malo; precisamente lo contrario de un mal poeta, que es lo que surge cuando a la época y a la hegemonía cultural de un país se les dice amén» (M. A., 2024). «Exponiéndose a ciclos regulares de luz y oscuridad puede detener un episodio» (T. T., 2005). «Con ello se establece un contrapunto fundamental: si antes la poesía fue campo de batalla para la figuración en el canon y la exposición del ego, ahora es espacio que reclama el sacrificio máximo» (C. G. A. e I. P. D., 2024). «Escenarios timopáticos: hostilidad: inquietud excesiva» (B. B., 2002). «Entre sus páginas parece soplar un viento incontenible de locura que se aviene muy mal con el talante gris y marchito con que suele caracterizarse a esta nación» (R. P., 2018).

 

* * *

 

«Construye un zombi discursivo, un esperpento que arrastra a la provincia chilena en forma de estructura repetitiva» (C. G., 2012). «Al realizar una exploración a través de IRM no se ven alteraciones, pero sí aparecen con una prueba TEM» (T. T., 2005). «Pone sobre la cuerda floja a los conceptos relamidos sobre lo provinciano y logra resignificarlos con una carga que obliga a repensar» (V. Z., 2022). «En este caso, el pronóstico suele ser peor» (D. D., 2007). «V. selecciona y combina restos simbólicos y materiales de la zona del Maule para construir un imaginario despojado de símbolos nacionales y deformado por referentes del mundo sci-fi y de la cultura de masas» (C. C., 2021). «Por lo tanto, se hace factible monitorizar la aparición de signos» (R. R., 2010). «¿Han visto cómo se ven los terrenos del campo desde una avioneta? Cuadraditos, cuadraditos junto a cuadraditos, pero ricos en matices, colores, densidades, y siempre con alguna clara señal de vida: así se ven los poemas de V.» (K. R., 2012).

 

* * *

 

«Sería muy raro que alguien vaya a premiar este libro de V. Ciertamente es un libro escrito para no satisfacer el gusto de nadie. He ahí el punto de su intransigencia» (G. C., 2017). «Recidivante» (P. P., 2014). «El sistema que abre es imposible de minar y, sin embargo, es exactamente sí mismo: nunca he visto estas imágenes. Pero las reconozco: son la sentencia o los pilares de otra cosa que ni existe ni se puede reconocer» (M. B., 2023). «A pesar de ser un efecto idiosincrático, lo que se advierte es un buen perfil de seguridad y un patrón de tolerabilidad intermedio» (R. R., 2010). «Lo de V. es hacer del poema un espacio para la dislocación del sentido de las palabras en función del libre juego de sus cualidades sonoras, vocálicas, eufónicas y hasta catatónicas e hipomaníacas» (J. O., 2023). «Presenta un discurso presivo, tangencial y con asociaciones laxas» (R. R., 2010). «Podría perfectamente escribir otro tipo de poesía, pero no quiere» (F. C., 2017).

 

* * *

 

«Su cazurrería paródica es “personal e intransferible”; por eso emociona, porque es parte de una manera de ser y estar, en la literatura y en la vida» (A. F., 2013). «Pareciera que el autor intenta ponerles piedras en el camino a les lectores, aunque también podría tratarse de secretas señales de ruta» (C. G., 2023). «Los mecanismos que fundamentan un espectro tan amplio de acciones aún no se conocen bien» (R. R., 2010). «El efecto de lectura es que no se sabe si lo escribió él u otra persona (¿importa?). En esa frontera se difumina el autor y al mismo tiempo es un gesto autoral» (S. G. M., 2023). «Comorbilidad» (D. D., 2007). «Que V. publique un libro siempre es buena noticia: acá vuelve a la idea de la periferia, de las formas en que se lee, se representa y se estereotipa el territorio desde la literatura chilena» (E. E., 2022). «Como el andrógino de Aristófanes, como el symballein o como en toda figura de sentido: el nombre que comparten es una señal de que ambas partes estuvieron juntas y volverán a juntarse. Creo que V. ha explorado este efecto» (M. B., 2023).

 

* * *

 

«La cultura chilena siempre se ha pensado en vertical: de norte a sur, con un gran centro panóptico. Pero V. lleva años instalando otra forma de imaginarla: quizá Chile se leyó mal desde el principio y llegó la hora de pensar transversalmente, no en el sentido de la Panamericana, sino de cordillera a mar» (J. T. L., 2022). «Su segunda diana es bloquear canales de glutamato con voltajes altos» (R. R., 2010). «Uno de los intentos poéticos más desafiantes para pensar los modos de asociación y conflicto entre centro y provincia» (H. H. P., 2021). «La figurada irrealidad de un producto tan detallado espeluzna » (J. I. S., 2018). «Manifiesta interés y placer por los sonidos del habla, y ello viene a ser una cualidad distintiva de su propuesta» (J. M. V., 2017). «V. reimagina lo local dentro del capitalismo en su etapa global tomando la distancia de un extraterrestre» (C. C., 2021). «Un conjunto de dones sofocados y que han desembocado en los síntomas ya conocidos de esta oscilación» (T. T., 2005).

 

* * *

 

«Su lenguaje nos deja pegados a la hoja impresa» (B. G. V., 2012). «¿Desde qué lugar lee V.? Hay ilusiones, fracasos, ternura en estos retratos» (R. M., 2019). «Presenta un empeoramiento estacional en el verano» (W. W., 1998). «Ejercicio pictórico o cinematográfico atractivo. No obstante, se echa de menos una mayor ruta de escritura. El Organismo Nacional, conforme a sus facultades legales y reglamentarias, ha resuelto no seleccionar su proyecto» (C. N. L. L., 2018). «V. forja el moderno Prometeo juntando cuerpos y páginas, cociendo la carne de la memoria bajo el argumento de lo inédito» (O. B. B., 2012). «¿Qué chucha es la poesía entonces? ¿Palabras? ¿Canciones? ¿Actos performáticos? ¿Gestos?» (L. L., 2016). «Puede ser eficaz como dosis de mantenimiento, según indicadores de irritabilidad en los periodos intercríticos» (O. O., 2020). «Usa numerosos recursos literarios, experimentando con el lenguaje. No obstante, el texto es excesivamente críptico. El Organismo Nacional ha resuelto no seleccionar su proyecto» (C. N. L. L., 2017). «Dificultad para contrarrestar la tensión y el sufrimiento derivados» (O. O., 2020). «La poética de V. se adentra con entusiasmo en una liberación rabiosa de los significantes que, en este tiempo y en este contexto, no podemos más que considerar ultrasaludable» (C. G., 2023).

 

FIN

 

Mario Verdugo (Talca, Chile, 1975). Sus libros más recientes son Las parejas hétero del siglo veinte (2017), Glacis (2022), Las mejores series del año (2023) y Aliosha (2024), además de las plaquettes Absolutamente moderno (2017), Desnudos justificados por el guion (2021) y Próspera (2024). Integrante del colectivo artístico Pueblos Abandonados. También es autor de Arresten al santiaguino! Biblioteca de autores regionales (2018, Premio Manuel Montt) y de Curepto es mi concepto. Ensayos sobre literatura y territorio (2022, Premio Mejores Obras Literarias).

 

 

[*] Del libro Las mejores series del año (Pequeño Dios Editores, 2023).