Libros y lecturas
Agustín Guambo
1. ¿Qué representa para ti un libro?
Un libro, para mí, es un rastro. Una especie de testimonio fósil que alguien dejó atrás en un momento de ambición o desesperación (a menudo ambas). Los libros tienen este potencial transformador del que tanto se habla, pero también son peligrosos. Están en el filo: puedes emocionarte o terminar desilusionado, a veces incluso ambas cosas al mismo tiempo. Para mí, los buenos libros no proporcionan respuestas; dejan preguntas que te siguen acosando mucho después de haberlos terminado.
2. ¿Qué autores jugaron un papel fundamental en el desarrollo de tu vocación?
La pregunta sugiere un mapa ordenado que no existe. Mis influencias son desordenadas, a menudo contradictorias y, en su mayoría, inconscientes. Hablar de autores específicos se siente un poco como hacer una lista de compras pretenciosa: Borges, Woolf, Kafka, bla, bla, bla. Las listas se las dejo a los críticos que necesitan rellenar columnas o justificar su salario.
3. ¿Qué te han regalado los libros?
Tiempo. Aunque sería más preciso decir: la ilusión de tiempo. Los libros te hacen sentir que estás fuera del tiempo, aunque en realidad, pienso, sólo estás inmerso en una versión más ordenada y menos cruel de este.
4. ¿Cómo te fuiste introduciendo en el mundo de la lectura?
Creo que no fui yo quien entró en el mundo de la lectura; más bien, ella entró en mi mundo. A la lectura le agrada la gente silenciosa. De niño era casi patológicamente silencioso, y los libros llegaron como esos cómplices que no te juzgan, no piden nada, pero de alguna manera siempre te están exigiendo más. Es una relación casi parasitaria, pero de esas que no quieres abandonar.
5. ¿Qué libro que leíste en tu infancia sigue rondando en tu cabeza?
Dos. El Superzorro, de Roald Dahl, me enseñó que ser astuto no está mal, y Los cachorros / Los jefes, de Vargas Llosa, porque fue la primera vez que sentí que los personajes no estaban actuando, estaban siendo.
6. ¿Realizas lecturas unitarias de autores —para captar su espíritu— o lees una novela de uno y otra de otro?
Al principio era metódico. Si un autor me interesaba, buscaba todos sus libros como un obsesivo que no puede dejar un rompecabezas a medias. Ahora, mi método es el caos: leo lo que quiero, cuando quiero, aunque no lo necesite. A veces se siente como un acto de rebelión; otras veces, como un autoengaño perfectamente justificado.
7. ¿Qué libros están presentes en los tuyos?
Es complicado. Los escritores somos caníbales. Lo que leo inevitablemente se filtra, se transforma, a veces hasta se mutila y regresa como algo completamente distinto. El canibalismo es mi pastor.
8. ¿Qué libros has releído?
Releo fragmentos más que libros completos. Aunque he vuelto a novelas de Bolaño o al Aullido, de Ginsberg. Lo que realmente me obsesiona son ciertos poemas o pasajes que funcionan como imanes. Uno de ellos es El arte de la poesía, de Kenneth Koch.
9. ¿De cuántos libros está compuesta tu biblioteca y qué podemos encontrar en ella?
Suelo pensar que las bibliotecas son un reflejo de nosotros mismos: la mía es incompleta, desordenada, pero con ciertos orgullos. Tener el Splendor, de Enrique Verástegui, es uno de ellos. Otro es la colección de libros que me han regalado mis amigos, que son como un recordatorio tangible de que las conexiones humanas a veces no son del todo terribles.
10. ¿Cuál es el libro que te ha impresionado más y por qué?
En los extramuros del mundo, de Enrique Verástegui. Fue como entrar a un país desconocido donde el idioma es familiar, pero la gramática es completamente híbrida, alienígena. Me hizo replantearme todo lo que entendía por poesía.
11. ¿Qué significa para ti publicar un libro?
Publicar un libro es como sellar un ataúd. Lo digo sin dramatismo, aunque quizás lo haya: una vez que está ahí afuera, ya no es tuyo. Se convierte en algo que los demás diseccionan, critican o ignoran, y tú no puedes hacer nada al respecto.
12. ¿Con qué autores te nutres actualmente?
Leo más novelas que poesía últimamente, porque la narrativa tiene esta capacidad de absorberte completamente y hacerte olvidar, al menos por un rato, que el mundo exterior existe.
13. ¿Qué tipo de libros te producen antipatía?
Los que intentan explicarte el mundo como si fuera una receta de cocina. También los que vienen con comentarios de otros autores diciendo cosas como «el mejor libro del año», «el mejor secreto de su generación» o «imprescindible». Es como ponerle una advertencia de «riesgo cardiovascular» a un plato de comida.
Agustín Guambo (Quito, Ecuador, 1985). Magíster en Antropología por FLACSO. Dirige el proyecto anarkoeditorial Murcielagario Kartonera y el Festival Internacional de Poesía de Quito Kaníbal Urbano. Ha publicado Popeye’s Sea(2014), Ceniza de rinoceronte (2015), Primavera nuclear andina (2017), Cuando fuimos punks (2019) y Nuclear Andean Spring (2019). Obtuvo el II Premio Hispanoamericano de poesía Bonifaz Nuño (2014) y el Ugly Duckling Press «Poetry in Traslation» (junto con el artista visual y editor Carlos Moreno, 2018).