ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Libros y lecturas de Silvia Martínez

 

 

1. ¿Qué representa para ti un libro?

La posibilidad de acceder al conocimiento de cualquier tipo y materia. Tengo poco más de 15 años dedicándome al cuidado de los libros —soy correctora de estilo—, así que los libros han sido desde entonces mi fuente de trabajo.

 

2. ¿Qué autores jugaron un papel fundamental en el desarrollo de tu vocación?

Al leer las obras de autores clásicos, como Dostoievsky, Proust, Maupassant, Molière, Hesse y Tolstoi, me di cuenta de que la literatura no son sólo obras llenas de ingenio y pericia, sino que despiertan la curiosidad de los lectores y logran que se desarrollen mentes creativas, críticas y analíticas. Me pareció interesante estudiar Letras porque la literatura ofrece una posibilidad diferente de conocimiento. Los egresados de las carreras de Letras —para quienes no sepan— estamos capacitados para develar, en parte y hasta cierto punto, cómo esos grandes autores realizan sus obras y para qué las realizan.

 

3. ¿Qué te han regalado los libros?

Conocimiento, paz, aventura y mucho entretenimiento.

 

4. ¿Cómo te fuiste introduciendo en el mundo de la lectura?

Por los años ochenta se puso de moda la publicación de enciclopedias. Mi mamá solía ser compradora compulsiva: compraba todo lo que le ofrecían. En una ocasión, un vendedor de libros tocó a la puerta de la casa. Convenció a mi mamá de comprar cuanto libro salía a la venta. En casa se reunieron dos estantes grandes con varios libros: enciclopedias de temas universales; libros de historia, química y artes gráficas; diccionarios; dos colecciones de novelas clásicas, y un atlas. En el acervo también había varios ejemplares para niños: enciclopedias infantiles y juveniles, compilaciones de cuentos clásicos y leyendas, libros de rimas y canciones, y el Quijote, normal y en cómic. Yo tenía unos seis o siete años. De entre esos libros, una enciclopedia para niños era mi favorita. Venía de todo: información sobre animales, plantas, deportes, música y pintura. La abría al azar y leía el contenido de esas páginas. Así comenzaron mis primeras lecturas.

 

5. ¿Qué libro que leíste en tu infancia sigue rondando en tu cabeza?

Los cuentos de Charles Perrault y de los Hermanos Grimm, porque son historias que ahora leo con mi hija antes de dormir (en versiones para niños). Varias veces a la semana podemos leer un mismo cuento, porque a ella le encanta repetir; por ejemplo: «Caperucita Roja», «El Gato con Botas», «Pulgarcito», «Cenicienta», «La Bella Durmiente», «Hansel y Gretel», «Blancanieves», «Rapunzel», «El Patito Feo» y «Los tres cerditos». Ya hasta nos sabemos de memoria varios párrafos.

 

6. ¿Realizas lecturas unitarias de autores —para captar su espíritu— o lees una novela de uno y otra de otro?

Actualmente leo de uno y de otro. Cuando estudiaba en la facultad sí tenía que leer varios de un mismo autor, para captar su narrativa.

 

7. ¿Qué libros has releído?

En lugar número uno: Vigilia del almirante, de Roa Bastos, porque sobre ese libro hice tesis; Rayuela, de Julio Cortázar; Fervor de Buenos Aires, de Jorge Luis Borges; Cien años de soledad, de García Márquez; José Trigo, de Fernando del Paso; Muerte sin fin, de José Gorostiza. Son algunos de los que me acuerdo.

 

8. ¿De cuántos libros está compuesta tu biblioteca y qué podemos encontrar en ella?

Empecé a comprar libros cuando inicié la licenciatura en Letras; eso fue en 2001. De lo que más tengo, sin duda, es literatura, en especial narrativa (novela y cuento); poesía, un poco; dramaturgia, ensayos y crónicas; cantares épicos; crítica y teoría literarias. También tengo libros de edición, manuales de gramática y diccionarios; libros de historia, de filosofía; de arte, tanto de pintura como de historia del arte, y libros en inglés y en francés. Además, varios libros de arte culinario, recetarios de cocina y muchos cuentos infantiles.

 

9. ¿Cuál es el libro que te ha impresionado más y por qué?

Por el momento en el que lo leí, las Narraciones extraordinarias, de Edgar Allan Poe. Creo que fue en los últimos años de la primaria o a inicios de mi adolescencia. En aquel bello entonces, cuando aún gozaba de mucha inocencia, me impactó imaginar mundos posibles que para mí eran desconocidos: atmósferas lúgubres, personajes oscuros, seres misteriosos, asesinatos, muertes inexplicables. Me gustó esa sensación de ansiedad que se vive cuando estamos impacientes por saber lo que va a pasar en una escena o cómo va a acabar una historia. Esa sensación me sigue gustando.

 

10. ¿Con qué autores te nutres actualmente?

Leer un cuento me quita el aburrimiento. Me gusta releer cuentos que me han gustado bastante y que sé que son buenazos; verbigracia: «La casa de Asterión», «Emma Zunz», «Viaje a la semilla», «De cómo se salvó Wang Fo» y «El huésped». También gozo mucho leyendo a autoras mexicanas, actuales y consagradas: Fernanda Melchor, Liliana Blum, Cristina Rivera, Amparo Dávila, Silvia Molina.

 

11. ¿Qué tipo de libros te producen antipatía?

Los libros en gran formato, esos con pasta dura que están de adorno en las oficinas de los políticos. Los libros copy paste —así los llamo yo—. Los libros «académicos» que se hacen con el propósito de cumplir metas, y que son como algunos frijoles: refritos.

 

Silvia Martínez (Ciudad de México, 1982). Estudió Letras Latinoamericanas en la UAEMéx y es maestra en Humanidades, con énfasis en Estudios Literarios. Se ha desempeñado como reportera y copywriter. Tiene más de 15 años laborando en el ámbito editorial como correctora de estilo.