1. ¿Qué representa para ti un libro?

El tiempo encapsulado, una forma de dar al ser humano la eternidad que siempre ha deseado. Mientras existan, tengo la esperanza de que la mente humana actual no se pierda, sino que evolucione. Abre un mundo de posibilidades. El libro debe sobrevivir y dialogar con las personas, o no sé cómo nos vaya en un futuro no muy lejano. El libro es una esperanza.

 

2. ¿Qué autores jugaron un papel fundamental en el desarrollo de tu vocación?

Oscar Wilde, Manuel Puig, Yukio Mishima, Rosario Castellanos, Jorge Luis Borges y Umberto Eco.

 

3. ¿Qué te han regalado los libros?

Un sinfín de terapias, conocimiento, seguridad, muchas respuestas, infinidad de dudas, placer, otras vidas, fortuna. Los libros han sido generosos conmigo.

 

4. ¿Cómo te fuiste introduciendo en el mundo de la lectura?

Creo que fue a través de la oralidad. Tendría como siete años cuando mi hermana llevó un libro caballeresco, tipo hagiográfico, a la casa. Hablaba maravillas de él, pero no me lo prestaba por ser yo la hermana menor; sólo me lo platicaba y yo imaginaba, como imaginaba las canciones de Cri-Cri. En la secundaria, mi profesor Anatolio Juárez Octaviano hablaba tanto de las historias en Cien años de soledad que quise conocer el libro y se lo pedí a mi papá. La edición que me llevó era muy fea. Me habría gustado que ese libro tuviera una letra más grande y más separada, pero, aun así, leía y releía las partes que sonoramente me gustaban.

 

5. ¿Qué libro que leíste en tu infancia sigue rondando en tu cabeza?

El fantasma de Canterville y otros cuentos, de Oscar Wilde.

 

6. ¿Realizas lecturas unitarias de autores —para captar su espíritu— o lees una novela de uno y otra de otro?

Por lo general, diversifico las lecturas, incluso en los géneros. Leo literatura y simultáneamente llevo libros de política, ensayo o no ficción, filosofía, sociología o psicología. Sin embargo, hay autores que me roban la atención, me llaman espiritualmente, y entonces todo lo que veo de ellos lo adquiero y lo voy leyendo. Por ejemplo, Henry David Thoreau, Leonora Carrington, Julio Verne, Carl Gustav Jung, Juan Gelman y Dolores Castro.

 

7. ¿Qué libros has releído?

El último releído por necesidad desconocida fue Memorias de abajo, de Leonora Carrington.

 

8. ¿De cuántos libros está compuesta tu biblioteca y qué podemos encontrar en ella?

Buena pregunta. No he contado los libros que poseo, pero tal vez sean unos 500; no lo sé. Podemos encontrar una colección de escritura de mujeres y sobre mujeres, entre literatura, poesía, teoría feminista, diccionarios, ensayos, etc., que he ido conformando. También tengo un apartado de libros de culto, al menos para mí, ediciones de editoriales como Zorro Rojo, Tragaluz, Akal, etc. Tengo algunos facsímiles, algunas primeras ediciones. También ciertos clásicos en ediciones viejitas que me han gustado: Goethe, Miguel de Cervantes, Miguel de Unamuno. Hay un apartado de libros sobre libros, que es básico. Hay libros modernos y viejitos. Me gusta indagar cómo pensaban los editores de antaño, así es que cuando voy a librerías de viejo pregunto por ediciones de esos temas. En mi biblioteca también se encuentra otro conjunto relativo a libros de gramática, diccionarios. Asimismo, una reserva de libros sobre periodismo y política, libros de filosofía, sociología y de ciencia, ciencia ficción, ensayo sobre ciencia. Hay poco de poesía, pero lo que tengo me encanta: Paul Verlaine, Pavese, Octavio Paz y Miguel Hernández. Y, por supuesto, mis libros de literatura latinoamericana. Se puede encontrar un apartado de mis libros autografiados por sus autores; algunos han sido mis maestros. Conservo también los libros que editamos en la Secretaría de Investigación y Estudios Avanzados de la UAEMéx, aquellos que me traen gratos recuerdos o que, por su contenido, deseo mantenerlos cerca. Hay en algún rincón libros sobre espiritualidad, chamanismo, ocultismo y otros de gusto culposo. Tengo algunas colecciones de revistas literarias.

 

9. ¿Cuál es el libro que te ha impresionado más y por qué?

Me han impresionado muchos. En este momento me vienen a la mente Escribir, de Thoreau; Crimen y castigo, de Dostoievsky; 1984, de George Orwell; La mujer rota, de Simone de Beauvoir; Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne; La semana de colores, de Elena Garro; El mono gramático, de Octavio Paz; Teoría del cuerpo enamorado, de Michel Onfray, y Tiempo de la vida y tiempo del mundo, de Hans Blumenberg. Estos me han sacudido, me han permitido ver la realidad desde otra perspectiva y observar la fragilidad humana, la atrocidad de los sistemas sociales en contraste con la simpleza de las cosas que dan felicidad al ser humano. Y también me dejan ver lo poco que nos conocemos como individuos, menos aún como sujetos «organizados» o tal vez «manipulados» y un poco «irracionales».

 

10. ¿Qué significa para ti editar un libro?

Significa un descubrimiento, una nueva oportunidad de añadir conocimiento a esa gran memoria que está dejando el ser humano desde la Universidad Autónoma del Estado de México. Al mismo tiempo significa para mí acceder a una nueva historia que podría tener su propio libro de la aventura editorial. Parece raro, pero sí lo pienso, y entonces trato de hacer lo humanamente posible para que haya contenidos dignos. Trato de escuchar a los autores, pero también de defender a capa y espada el trabajo editorial de todo un equipo. A veces, incluso a pesar de los autores; en ocasiones, de la mano con ellos.

 

11. ¿Con qué autores te nutres actualmente?

Con contemporáneos y añejos: Adolfo Castañón, Alberto Manguel, Alejandro Zenker, Jorge de Buen, Vicente Rojo, Martínez de Sousa, María Moliner, Zavala Ruiz y Ayala Ochoa, entre otros.

 

12. ¿Qué tipo de libros te producen antipatía?

Aquellos que no me dicen nada.

 

Patricia Vega Villavicencio (Ciudad de México, 1978). Es licenciada en Letras Latinoamericanas por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) y maestra en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Se ha desempeñado como periodista y editora. Desde 2013 funge como jefa del Departamento de Producción y Difusión Editorial en la Secretaría de Investigación y Estudios Avanzados de la UAEMéx. En 2008 ganó el Premio Nacional de Periodismo Ambiental, otorgado por la Universidad de Guadalajara en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. En 2010 obtuvo el segundo lugar en la categoría estatal del Primer Premio de Periodismo Científico y Tecnológico, convocado por el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología. Ha laborado como corresponsal y reportera en Reforma, Milenio, MVS Noticias y Radio Mexiquense, entre otros medios.