Linda reza para que perdonen al Diablo,
porque nadie pide por él
Patricia Huerta
El Diablo instaló un bar callejero
Entre los malabares de mi niño
y el camión oloroso que va pasando,
miro una michelada de mole con pollo.
La imagino entre mis manos,
es mi michelada con tortilla seca,
truena, se desmorona,
me la voy comiendo por los ojos.
Yo no necesito tanto para llenar mi estómago famélico,
sólo el recuerdo de las micheladas del Diablo.
Soy el Diablo, el gusto es mío
La imaginación ayuda mucho para lograr cosas.
Lo sé yo que frente a mí
hay una persona atractiva con ideas extravagantes.
Conseguí su atención unos segundos
al señalar una plantita verde
y decirle con mucha confianza
que tiene la forma de una orejita de Shrek.
Un estudio lo confirma, los insectos prefieren el estado etílico
La señora Linda se acerca al bar del Diablo
y pide una friega de mezcal
para su niño malabarista picoteado por los mosquitos.
Ellos beben y vuelan.
Actividades que juntas
no son recomendables para humanos.
Al Diablo lo condenaron a muerte
El Diablo pidió de última cena una aceituna,
para que de su cuerpo naciera un árbol.
Él no nació chueco,
lo torcieron los puercos
después de una pelea en su bar.
El Diablo era inocente,
él escribió su defensa con letra pequeña en una tarjeta postal,
fueron 3 000 palabras.
Todas decían lo mismo:
“Inocente”.
Patricia Huerta Lozano (Morelia, Michoacán, 1998). Estudió Literatura Intercultural en la ENES Morelia-UNAM. Dirige un club de lectura para adolescentes en la UNAM, Centro Cultural Morelia. Publicó Mermaid Blue(Grafógrafxs, 2021), y poemas suyos aparecen en Yo quería llamarme Emilio, como tú, y otros poemas. Antología del taller de poesía de Grafógrafxs (Grafógrafxs, 2021), Blavatsky. Antología del taller de poesía de Grafógrafxs (Grafógrafxs, 2022), así como en Desgracia, ebriedad, locura y tal vez Illinois. Poemas de amor de Grafógrafxs (Grafógrafxs, 2022). Es integrante del taller de poesía de Grafógrafxs.