Dos poemas
Gastón Leandro Ezequiel Vázquez
Yo lírico
El yo que piensa
No es el yo que escribe
El yo que escribe
No es el yo que siente
El yo que siente
No es el yo que observa
El yo que observa
No es el yo lírico.
El yo lírico
Es el Otro, el pobre, el desamparado, el exiliado, el secuestrado, torturado y desaparecido. Es el mendigo, el alcohólico, el adicto que duerme en los rincones buscando calor. Es el hijo no querido, el que arrastra una cruz con la cual se lastima. Es el convicto condenado injustamente y el convicto que delinque por profesión. Es el que vuelve a casa después de 10 años y se funde en un abrazo con sus padres. Es el que busca un propósito en las mismas calles en las que anduvo perdido. Es los libros usados con sus hojas añejas. Es la respiración entre el verso y la prosa. Es un poema infinito que se escribe cada día. Es lo que piensa
Lo que escribe
Lo que siente
Lo que observa.
El yo lírico es lo que ha vivido
Lo que vive
Y lo que quiere vivir.
Taxidermia
Como hábil taxidermista
Tomo el cadáver del poema
Y le aplico algunos sustantivos en la piel.
Adjetivos en las córneas, las uñas
Y el esófago.
Algún verbo para que simule movimiento.
Los adverbios completarán la tarea
De reanimación aparente.
Como hábil taxidermista
Uso al lenguaje
Para que el cadáver del poema
Parezca que está vivo
Parezca que dice algo.
Gastón Leandro Ezequiel Vázquez (Buenos Aires, Argentina, 1980). Entre sus libros publicados se encuentran Parresía, tomo 1: El camino de la ética; Katábasis; La galería de los ases, y Poecía. Hornea el proyecto “Pan poecía” en Instagram: difusión de poesía seleccionando versos que se hacen en masa de pan casero, pizza o pan dulce.