ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Cuatro poemas del libro Una forma de llegar al futuro

Santiago Venturini

 

 

mamá papá

se están gastando mis dientes

uno es una montaña invertida

el otro una ostra

¿no podían darme

unos dientes mejores?

ya sé yo mismo los destruí

con el azúcar

con el bruxismo del éxtasis

con la carne dura de los animales

hecha para resistir la naturaleza

los hijos culpan siempre a los padres

pero qué tipo de hijo soy

que corté la línea de la descendencia

paré la avalancha familiar

hice que la sangre de las generaciones

se cortara en mi cuerpo

mi semen sobre el semen

de otros hombres

es hermoso pero mamá papá

no voy a salvarlos de la muerte

sus caras y mi cara no estarán

en ningún niño del futuro

mi propio hijo soy yo

mi propia madre soy yo

no sé si es la mejor manera

de entrar en la madurez

pero ahí voy

 

 

 

 

 

 

 

una pechuga de pollo se pudre

en la basura,

una mano martilla con fuerza,

unas chicharras dicen que volvió

el calor.

Quedó atrás otro año

y por un momento creí

que todo iba a empezar de nuevo.

Todavía insisto en corregirme.

Salgo al patio de noche

respiro por la boca en la oscuridad

como si quisiera tragarme

la Vía Láctea.

Las estrellas son las mismas

que hace millones de años,

pero acá abajo todo cambió.

Estoy parado sobre el cemento

en el mismo lugar donde una vez

pasó algo:

se desplomó un animal,

hicieron un fuego,

una mujer o un hombre lloraron

por una razón demasiado personal.

Debería aprender más de la historia

pero me duermo tarde con la luz prendida

y el celular en la mano

 

 

 

 

 

 

 

prendí el velador a la madrugada

y me senté en la cama para arreglar

todo en una sola noche.

Un grillo ganó el baño,

el hijo del vecino sueña

y le pega a la pared,

la cabeza del ventilador

me negó más de tres veces.

Puedo explicar el origen

de cada cosa en esta pieza:

el ropero del matrimonio

fallido de los abuelos,

la lámpara que traje a pie

desde un negocio del centro,

las mesas de luz de una viuda

que no conocí.

Sé todo eso

pero soy incapaz de decir

cómo llegué hasta acá.

No es que no pueda reconocerme,

el cuerpo se distorsiona

de una manera tan perfecta:

debajo de los estratos las capas

tengo el pelo rubio y los bracitos

de ese nene de 1986.

Quisiera torcer lo que pasó,

aunque sea una sola cosa

para que todo cambie:

haber escapado antes de esa casa,

no haber matado a ese pájaro

en el monte,

no haber llegado a esta ciudad.

Hace tiempo que busco convertirme

en un hombre nuevo

pero apenas soy capaz

de lavarme los dientes

y apagar las luces

antes de irme a dormir

 

 

 

 

 

 

hace bastante tiempo

no hubieras pensado que el futuro

sería una laguna casi seca

estirándose como un animal enfermo,

ni la sombra negra de unas nubes

que la acarician

ni un puente con personas

moviendo sus piernas para pedalear.

Es una ilusión pero todo

parece seguir un orden,

incluso los autos que se achican:

van hacia algún lugar.

Quisiste modificar cosas con las manos,

no derribar un árbol

ni tumbar una casa a puñetazos,

cosas que no se pueden tocar

pero están ahí.

Los últimos años te parecen

una estepa en la que se ve a lo lejos

el fuego de unas chozas.

Hasta las plantas crecen

en algún momento de la noche

cuando nadie las mira,

pero ahí estás vos

dudando sobre cuánto pan comprar

o quieto ante unos paquetes de fideos.

El viejo que llevás adentro dice

que ya se ve el final en el horizonte,

el nene que sos dice

que a veces el sol brilla como si fuera

la primera tarde de la tierra,

la señora que vive en vos dice

que trates de descansar,

que mañana será otro día

 

Santiago Venturini (Esperanza, Argentina, 1981). Es profesor, licenciado y doctor en Letras. Publicó los libros de poesía El exceso (Torremozas, 2008, Premio Poesía Joven de la Fundación Gloria Fuertes), El espectador (Gog y Magog, 2012), Vida de un gemelo (Iván Rosado, 2014), En la colonia agrícola (Iván Rosado, 2016) y Un año sentimental (Caleta Olivia, 2019). Acaba de publicar Una forma de llegar al futuro (Gog y Magog, 2022). Dirige la colección de poesía Setúbal en la editorial Vera Cartonera.