ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Praderas temporarias
(fragmentos)

César Moro

 

La llave mojada

 

A la edad de doce líneas la senilidad reviste

La herrumbre agria de los partidos de pelota en hígado de cabra desdentada

Que el molde tumba y es el molde que articula

Y encara una docena de empresas-cascadas

Con el bestial suceso de las peores situaciones

Donde el seguro sostiene su mundo como una pierna seccionada

Contento de llover sobre las improvisaciones mineras 

El vidrio dirigiendo sus pasos bloqueadores de bestias feroces

No es venenoso hábito de los frascos aplastando cada lunes

El mineral productor de arena fina para consumir cada semana

La mentira de simientes de olores en las caracolas concebidas a ojo ligero

Que el ojo frotándose la envidia descubre el azúcar de piedra del sueño enmallado 

 

Oh llave abombada

Ah llave bólido

Llave boscosa con raíces viajeras

Llave sembrada esparcida de bozas a los cables y a las boyas

Llave xilófaga durmiente en el lugar en uso a los taludes de invierno

Cuya herrumbre hace buenos los tiempos entre los débiles mentales

Tan rodeados que van de ropa blanca resplandeciente ajustada

Sus cabezas cosmorámicas firmando con un trazo de lluvia de fuego

Los choques del lenguaje de los carneros

Ariete-cortejo

Ariete-saltadero

Ariete-lluvia

Ariete-delirio estampa representando el bautismo 

          la cuchilla caída al infinito

          una tarde soleada las cabezas se balancean

          con los árboles en pan 

 

Ariete-helecho de leche corriendo sobre un bloque de piedra negra de pequeñas

dimensiones la piedra posada sobre el vientre de un hombre muerto los puños
atados por encima de la cabeza una piedra reproducción exacta de la primera en
menores dimensiones sobre cada ojo portando cada cual una pequeña botella
repleta una de jugo vegetal la otra de fuego, muñirse de una herradura y saltar
un número determinado de veces a través del cadáver comenzando por los pies,
entre cada pausa beber a dos manos de la leche corriendo él es extremadamente
puro porque se lo prende en el aire y él cae por lo menos desde tres metros de
altura, profanaciones diversas 

 

Ah herrumbre con aspecto de falsa ruta dotada de dientes
Bella como el arribo fallido de un furgón de víveres

En un pueblo hambreado

Como un alto horno se ocupa de plumas 

Como la manera graciosa de los caníbales

Como el olor de las solfataras

Como una pestaña en el huracán buscando sus ancestros

Herrumbre prensil poco a poco el aspecto de un cataclismo

Donde las botellas devienen zapatos y las columnas suspiros

Poblando los precipicios de encuentros

Un elefante y una pila de agua bendita una cabeza de muerto y un espárrago Un caballo y medias escocesas un paño envolvente un péndulo

Empapado en aceite un sillón y el humo 

 

Como la manera graciosa de caníbales encuentros

Una válvula los piojos pican al papa afectado de uretritis

Los tratados de la iglesia

Se licúan en cola podrida al dorso de los afiches

Para la gran empresa internacional de un burdel monstruo

Con las monjas en camisón y a pelo de estopa regada de esencia

Estas damas tendrán sus negocios en la palma de la mano y sus ojos en bandolera
Sus senos acaparazonados de fiemo de paloma

Y el amor se hará entre el incienso

Enviando su reloj a dar una vuelta

Mientras que el cielo descenderá a tierra 

 

Con tal que un escafandrista encuentre una escolopendra y una escoba una

lechuza virgen 

 

Los búhos se casarán siempre

Con los leones produciendo los ciempiés
Cuyo aceite frotado sobre el hocico

Del lince produce la lluvia de cámara
Lluvia danzante y de la cual se aparta 

 

Abriendo un libro por el final

Y leyendo cada palabra

Entra un gemido agudo antes

Perdiéndose en el cuchicheo de las chinches después
Un avión de chinches recorre el cielo 

Dejando caer la palabra frámea

Formada con alfileres en gelatina

Si tú muerdes el plato la genciana

Deviene furgón y tritura los miembros de paquidermos en celo
Más bellos que los truenos retornando desayuno 

 

Tú obtendrás tu permiso

Si te tragas una pancarta de hojalata
Portando las palabras viva el infanticida 

 

 

El caballo nocturno 

 

Como sigo un esqueleto

Y la amargura me sigue

Todo alrededor las hojas caen

Y escalan el cielo gris o azul

Un sentimiento ni viejo ni nuevo

Ni sentimiento las piedras en su

Hábito y los monstruos ocultos

Y el hábito oculto

Y las esmeraldas

Y las tazas y platos

Y techos y cajones

Nubes como lluvia

Y mecedoras de muerto

Y señales fúnebres y alegres

Y gestos esparcidos

Dispersos como barras fijas

Y paralelas y taciturnas

Qué amargura los trenes silenciosos

Y plomizos y flamígeros

E invierno más duro y pálido

Y siniestro locamente alegre

Los coches cruzados de palabras duras

Y locas: Tú te paseas tumba

Salta el arroyo

Dice adiós

Calcula tus pasos muñeca fúnebre

Una foto-montaña sumergida e inútil

Y bella como una caja de fósforos

Y los fósforos encerados y frotados

De un uso antiguo e ignorado

Y persistente a través de las edades

Empobrecidas y enfriadas

Colosalmente hambrientas y vituperables

Y rígida la luz

Formando una jaula 

 

Una lámpara que se mantiene en

La tormenta perpetua y sonámbula

Y rígida la atmósfera

Y los hipocampos disueltos

Y encolados a los edificios infinitamente

Rengos y taciturnos y lívidos

Asperjando el asfalto de ecos de luna

Templado y sólido más o menos como

Martillos de corcho 

 

México 12 mayo 1938 

 

 

Batalla en polvo 

 

I 

 

Tú callado del amor callado

Tú no sabes nada tortura del alma

Caballo escéptico bastante alimentado en tumulto

Esta cabaña asediada

Que ría asiática la vida

Ahí vira la carnada

El alma fuera de este espejo de los cetros lúcido rey-espectro desflora la fauna

Nariz postiza pero nos gusta el fuego de pestañas postizas

¡Fuera felinos de agua!

Adormecida la industria arácnida

El chapoteo del sueño duradero encallado de noche

En torbellinos de luna

En coalición de hielos

De estrellas enmalladas con el nido en polvo de basalto

Por el Nilo de mi locura

Resorte horadando las sienes de corcho dinástico de la velocidad 

 

 

II 

 

Tú callado del amor callado

Tú no sabes nada

Tortura del alma caballo

Escéptico sonriente desnudo

Bastante alimentado en tumulto

Esta cabaña asediada 

Qué risa asiática

Ahí vira la carnada

El alma fuera de este espejo

De espectros lúcidos

Rey espectro desflora la fauna

Nariz postiza pero nos encanta

El fuego de pestañas postizas 

 

A la fila felinos de agua

Adormecida la industria arácnida

El chapoteo del sueño

Durable encallado de noche

En torbellinos de luna

En coalición de hielos

De estrellas enfajadas con el nido

En polvo de basalto

Por el Nilo de mi locura

Resorte perforando las sienes

De corcho dinástico

De la velocidad 

 

27 agosto 1950, 2 de la mañana 

 

 

* * *

 

 

Si había

Si yo estaba

Si todo era para nada

Si el más tenaz

Si el más oscuro

Era admisible

Como una lluvia fina

O igual que

El corazón partiría a la guerra

En fila india

Al asalto de los girasoles giróvagos

Si la noche estaba
O del salto peligroso

O del riesgo sin salto

Para un agua tranquilamente mortal 

 

Para acabar con

O sin la mentira

Por un sueño puro

Por una realidad pura

Para que el sol luzca

Sobre un desierto adaptado a la ciudad

Para que la noche

No me interrogue más

Por matar a la esfinge

Y todo comienzo

Y que por la eternidad

Yo pueda amar

Envés en contra tuya 

 

Ah si no había

Justamente esto y eso por qué

Y la sombra de eso por qué

Y su prolongación 

 

Y el hilo que lía todo

Y que enreda todo a fin de cuentas

Si no había

Si ya no había 

 

México 

 

 

* * *

 

 

Pájaro-gato

Pez-tigre

Mosca de oro-tallo

Panteras en cisnes

Cuello de columna de solsticios

Trigo maduro en esmeraldas

Bronce en cabeza de toque en boca de flores

En ríos que bailan

Vuelta a la cascada en escama

Desvelo a mediodía de racimo

Naranja de ébano para los ángeles

Al saquear el río al violar 

Equinos

Quimeras

Tuvimos ojos para callarte

Al sufrir la belleza rigurosa 

Nómbrate

Liana lenta

O tú favor del Asia

Nómbrense al cabo

Ligereza de los himnos

Tanta que el estío hace la ley 

Y los 36 gozos previstos

Robar tus piernas al tiempo los villanos velludos de mejilla 

Rosácea de lluvia

Plumero de cielo nuda belleza

Pero más el silencio más bien 

    Tus ramas oh juncia de hambruna fabulosa

Víctima de oro invicta 

    Victoria vítrea  

11 enero 1952

 

 

* * *

 

 

Soy loco como un botón gemelo de puño

Caigo vientre abajo según la electricidad

Que modera los precios y sopla el miedo

Del vinagre alado en mangas de camisa

 

Ninguno puede como un cadáver de pájaro

Que naufraga sobre el jabón seguir

El escarabajo manchado de vino aullador

Sobrevivir la pinza para el azúcar en medio

Del incendio cantor de las calles

 

El pavimento con que me envuelvo

Es el encaje de una escritura dentífrica

Asegurando la caída de las ideas

En el plato de sopa del que se cubre

La cabeza antes de irse a dormir

Que la cubierta suba yo no soy sino un conejo

Un tintero un crayón al borde de la vereda

Escupiendo humo y esperando el paso

De un navío sin proa ni popa

 

Narina sin miedo buena cosecha

Abril comienza a llevar falda

El odio destila el rumor

De un huracán en una caja de fósforos con calavera

 

¿Quién nada por ahí? Donde las terribles condiciones

De pasar la noche de oír el vientre maternal

De tragar vidrio molido de bañarse en el metal

Hirviente del día

Londres, octubre 1933

 

Traducción de Reynaldo Jiménez

 

 

César Moro (Lima, 1903), seudónimo de Alfredo Quíspez-Asín Mas. Poeta y pintor surrealista. Gran parte de su poesía fue escrita en francés durante su estancia en París. En vida publicó sólo tres plaquettes en ediciones mínimas: Le Cháteau de Grisou (1943), Lettre d'Amour y Trafalgar Square (1954). Entre sus libros se encuentran La tortuga ecuestre y otros poemas en español (Biblioteca Nueva, 2002), Amour à mort (Ediciones Ríotigre, 2004) y Praderas temporarias (Libros Magenta/Secretaría de Cultura, 2017).