Siete poemas
Carlos Drummond de Andrade
Política literaria
A Manuel Bandeira
El poeta municipal
discute con el poeta estatal
cuál de los dos es capaz de pegarle al poeta federal.
Mientras tanto el poeta federal
se saca oro de la nariz.
Poesía
Gasté una hora pensando un verso
que la pluma no quiere escribir.
Sin embargo, está aquí dentro
inquieto, vivo.
Está aquí dentro
y no quiere salir.
Aunque la poesía de este momento
inunda mi vida entera.
El sobreviviente
A Cyro dos Anjos
Imposible componer un poema a esta altura de la evolución de la humanidad.
Imposible escribir un poema —una línea que sea— de verdadera poesía.
El último trovador murió en 1914.
Tenía un nombre que nadie recuerda más.
Hay máquinas terriblemente complicadas para las necesidades más simples.
Si quieres fumar un cigarro, aprieta un botón.
Se abotonan sacos por electricidad.
Se hace el amor por el telégrafo.
No necesitas estómago para la digestión.
Un sabio declaró para O Jornal que todavía falta
mucho para lograr un nivel razonable de cultura.
Pero hasta entonces, felizmente, estaré muerto.
Los hombres no han mejorado
y se matan como chinches.
Las chinches heroicas renacen.
El mundo inhabitable está cada vez más habitado.
Y si los ojos volvieran a aprender a llorar, habría un segundo diluvio.
(Sospecho que escribí un poema.)
Secreto
La poesía es incomunicable.
Retuércete en tu rincón.
No ames.
Escucho decir que hay un tiroteo
cerca de nuestro cuerpo.
¿Es la revolución? ¿El amor?
No digas nada.
Todo es posible, sólo yo imposible.
Se desborda el mar de peces.
Hay hombres que andan en el mar
como si caminaran por la calle.
No lo cuentes.
Supón que un ángel de fuego
arrasara la faz de la tierra
y los hombres sacrificados
pidieran perdón.
No pidas.
Congreso Internacional del Miedo
Provisionalmente, no cantaremos al amor,
que se refugió por debajo de los túneles.
Cantaremos al miedo, que esteriliza los abrazos,
no cantaremos al odio porque este no existe,
existe apenas el miedo, nuestro padre y nuestro compañero,
el miedo enorme de los sertones, de los mares, de los desiertos,
el miedo de los soldados, el miedo de las madres, el miedo de las iglesias,
cantaremos el miedo de los dictadores, el miedo de los demócratas,
cantaremos el miedo de la muerte y el miedo de después de la muerte,
después moriremos de miedo
y sobre nuestras lápidas nacerán flores amarillas y medrosas.
Science fiction
El marciano me encontró en la calle
y tuvo miedo de mi imposibilidad humana.
¿Cómo puede existir, pensó para sí, un ser
que al existir dedica semejante anulación de la existencia?
Se apartó el marciano, y lo perseguí.
Lo necesitaba como un testimonio.
Pero, rechazando el coloquio, se desintegró
en el aire constelado de problemas.
Y quedé solo en mí, de mí ausente.
La bomba
La bomba
es una flor de pánico aterrando a los floricultores
La bomba
es el producto quintaesenciado de un laboratorio fallido
La bomba
es miseria confederando millones de miserias
La bomba
es estúpida y feroztriste y llena de fandangos
La bomba
es grotesca de tan pavorosa y pica la pierna
La bomba
duerme el domingo hasta que los murciélagos revoloteen
La bomba
no tiene precio no tiene lunar no tiene domicilio
La bomba
mañana promete ser mejorcita pero se olvida
La bomba
no está en el fondo del cofre, está principalmente donde está
La bomba
miente y sonríe sin diente
La bomba
va a todas las conferencias y se sienta por todos lados
La bomba
es redonda que ni la mesa redonda, y cuadrada
La bomba
tiene horas que siente la falta de otra para cruzarse
La bomba
hurtó y corrompió elementos de la naturaleza y más hurtara y corrompiera
La bomba
se multiplica en acciones al portador y en portadores sin acción
La bomba
llora en las noches de lluvia, se arrodilla en las chimeneas
La bomba
hace weekend en Semana Santa
La bomba
juega bien jugando el carnaval
La bomba
tiene 50 megatones de algidez por 85 de ignominia
La bomba
industrializó a las termitas convirtiéndolas en misiles interplanetarios
La bomba
padece de hernia estrangulada, de amnesia, de mononucleosis, de verborrea
La bomba
no es seria, es conspicuamente tediosa
La bomba
envenena a los niños antes de que comiencen a nacer
La bomba
sigue envenenándolos en el curso de la vida
La bomba
respeta los poderes espirituales, los temporales y los tales
La bomba
brinca de un lado a otro gritando: yo soy la bomba
La bomba
es una basurita en el ojo de la vida, y no sale
La bomba
es una inflamación en el vientre de la primavera
La bomba
tiene a su servicio música estereofónica y mil sirvientes de oro, cobalto y fierro,
además de las comparsas
La bomba
tiene supermercado circo biblioteca escuadrón de misiles etcétera
La bomba
no admite que nadie la despierte sin motivo importante
La bomba
exige mantener despiertos, nerviosos y sanos, atletas y paralíticos
La bomba
mata sólo de pensar que se avecina para matar
La bomba
dobla todas las lenguas a su turbia sintaxis
La bomba
saborea la muerte con marshmallow
La bomba
eructa impostura y prosopopeya política
La bomba
cría leopardos en el patio, eventualmente en el living
La bomba
está podrida
La bomba
quisiera sentir remordimiento para justificarse, aunque eso le está vedado
La bomba
al Diablo que la bautizara y a Dios que le validara el bautismo
La bomba
se declara balanza de justicia arca de amor arcángel de fraternidad
La bomba
tiene un club cerradísimo
La bomba
pondera con ojo neocrítico el Premio Nobel
La bomba
es rusamericanainglesa, pero son de su agrado efluvios de París
La bomba
ofrece en la bandeja de uranio puro, a título de bonificación, átomos de paz
La bomba
no tendrá trabajo con las artes visuales, concretas o tachistas
La bomba
dibuja señales de tránsito ultraelectrónicas para proteger a los viejos y a los niños
La bomba
no admite que nadie se dé el lujo de morir de cáncer
La bomba
va a la luna, chifla y vuelve
La bomba
reduce neutros a neutrinos, y se refresca con el abanico de la reacción en cadena
La bomba
está abusando de la gloria de ser bomba
La bomba
no sabe cuándo, dónde y por qué va a explotar, pero preliba el instante inefable
La bomba
hiede
La bomba
es vigilada por centinelas pávidos en torreones de cartulina
La bomba
por ser una bestia confusa da tiempo al hombre para que se salve
La bomba
no destruirá la vida
El hombre
(tengo esperanza) liquidará a la bomba
Traducción de Sergio Ernesto Ríos
Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Minas Gerais, 1902). Poeta, periodista y político brasileño. A los 23 años editó, junto con otros escritores, La Revista, cuyo objeto era difundir a las expresiones del modernismo brasileño. Entre sus libros de poesía se encuentran Amar se aprende amando (1985), Poesía errante (1988) y Futebol a arte (1970). En cuanto a narrativa, publicó, entre otros, Os dias lindos (1977), Tempo vida poesia(1986) y O avesso das coisas (1988).