Saúl Ordóñez (compilador)
Afuera. Arca poética de la diversidad sexual
México, Diablura Ediciones,
2016, 136 pp.
Monserrat Acuña (Querétaro, 1994). Traductora, editora y poeta. Es Licenciada en Estudios Literarios con línea terminal en escritura creativa, y estudiante de la Maestría en Estudios Amerindios y Educación Bilingüe de la Facultad de Filosofía de la UAQ en la línea de estudios sobre literatura indígena, oralidad y etnicidad. Publicó la plaquette Muñelocos (Pan Caliente Editoras, 2018). Edita El Periódico de las Señoras.
Afuera. Arca poética de la diversidad sexual
Saúl Ordóñez (compilador)
Monserrat Acuña
Si lesbianas, si gays, si bisexuales,
si transgénero, trasvestis, transexuales,
hermafroditas, intersexos, asexuales,
no se nos hizo ser heterosexuales
Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez
Afuera. Arca poética de la diversidad sexual es una recopilación de poesía a cargo de Saúl Ordóñez en torno a la homosexualidad y la comunidad LGBTTTI. La antología agrupa a escritorxs nacidos en la segunda mitad del siglo XX. Comienza por Uriel Martínez, de 1950, y cierra con César Cañedo, de 1988. Si creyéramos en la idea de generación, podríamos decir que se incluye un amplio espectro de escritorxs que pertenecen a diferentes edades. Además, la selección incluye escritorxs de distintas partes de México y de un par de países de Latinoamérica. Afuera es una antología diversa, no sólo en el sentido de diversidad sexual, sino por ser una muestra que agrupa escrituras, edades, regiones e identidades sumamente distintas entre sí.
Un acierto que me gustaría señalar de la selección es el hecho de haber optado por la palabra poética y no poesía. Esa decisión estratégica le permite al compilador tener una definición más amplia del rango de textos que pueden componer su antología. En ese sentido, las escrituras que la integran son formalmente muy diversas e interesantes; entre estas me gustaría mencionar los textos de Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez, Susana Quiróz e Inés Morales, David Rosales Aragón, Susana Bautista, Sergio Loo y Dante Tercero, los cuales no son poemas convencionales. Los textos de las primeras dos duplas son interesantes porque cuestionan la idea de autoría al estar comprometida en el trabajo a cuatro manos, además porque, probablemente, son los menos convencionalmente poéticos de toda la selección. El encuentro con los poemas de Dante Tercero, de quien sólo conocía el controvertido trabajo de los poemojis, es una de las experiencias que más rescato, pues muestra una escritura trans, no sólo en la identidad del yo lírico, sino transmedial o transdiscursiva, al involucrar textualidades y formas del internet, del inglés y de otros referentes externos al sistema literario del español, lo cual resulta siempre refrescante para una tradición literaria.
“Estamos ante un cúmulo de identidades larvarias, precarias y fluctuantes”, nos dice Bacarlett en su epílogo —que más que un cierre es un recordatorio de que tanto la poesía como la sexualidad no son nunca definitivas—. Estos esfuerzos por crear un arca poética entiendo que son, por un lado, un modo de construcción de tradición literaria (contraria a la idea del canon que implica legitimación y estaticidad) para lxs escritorxs cuya escritura milita en la diversidad sexual; al mismo tiempo, es un espacio donde es posible ver el álbum integrado por las preocupaciones, temas y motivos recurrentes en escrituras tan diversas: el cuerpo, el deseo, el humor y la reivindicación de un modo de existencia, que va desde el revisionismo histórico de Fabre, con sus poemas sobre la Colonia, hasta el cuerpo enfermo y contundente que construye Óscar David López: “hay muchas maneras de morir de sida: una de ellas es por rumores familiares”.
Hay una crítica metodológica que podría hacérsele al mecanismo de selección de textos que integran Afuera. En el prólogo, Saúl Ordóñez argumenta la razón por la cual opta por la definición de “homosexual” para agrupar no sólo a los hombres con esa preferencia sexual, también a las lesbianas: “la palabra homosexual se aplica indistintamente a hombres y mujeres que se relacionan sexual, erótica y afectivamente con personas de su mismo sexo [...] es incorrecto decir homofobia y lesbofobia, pues la primera comprende ya a la segunda” (Ordóñez, 2017, p. 17). Sin embargo, tal como lo han evidenciado las feministas de la interseccionalidad, el problema de usar una categoría de la identidad es que esa etiqueta nos arroja siempre al dominante del grupo de la categoría usada. Tal mecanismo ocurre con la decisión del compilador y deviene en una antología en donde los más son los escritores homosexuales varones resididos o habitantes de la CDMX, apenas un escritor trans y un número comparativamente menor de escritoras lesbianas. Se extrañan las voces de otras escritoras lesbianas jóvenes, como la de Ingrid Bringas, Yolanda Segura y Sandrah Mendoza.
Finalmente, celebro la existencia de esta antología, pues permite entablar un diálogo literario crítico en torno a las escrituras de personas cuyo lugar de enunciación es la diversidad sexual. Ya lo han dicho las feministas: lo personal es político. Entonces, estos poemas que abordan el cuerpo, el amor, el deseo, el hartazgo y el cansancio, desde una subjetividad no hegemónica, no sólo exhiben un compromiso político con la causa de la diversidad sexual, sino que también ponen de manifiesto las diferencias históricas de vivirse desde afuera de la normatividad y efectúan una revisita al respecto. Además, el libro permite encontrarnos con las formas tan distintas de expresar la sexualidad y el erotismo, y hace evidente una progresión temporal en la forma y los contenidos de la poesía LGBT+, gracias a las distintas edades de las personas que integran la antología.