ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Carmen Álvarez Lobato (coord.),
Ensayos sobre el humor y la crítica en la literatura y la filosofía modernas,
ISBN: 978-607-633-340-2,
Ciudad de México: Casa Aldo Manuzio / UAEM,
2021, 184 pp.



Reseña del libro Ensayos sobre el humor y la crítica
en la literatura y la filosofía modernas

Claudia L. Gutiérrez Piña

 

 

El libro Ensayos sobre el humor y la crítica en la literatura y la filosofía modernas, coordinado por Carmen Álvarez Lobato, está constituido por ocho estudios que forman entre sí cuatro dípticos, series de lecturas en contrapunto que desatan el nudo que los articula: la reflexión sobre el sentido crítico que subyace en el humor por medio del análisis de textos representativos de la literatura hispanoamericana moderna y de la filosofía contemporánea. La especificidad de la modernidad, acotada desde su título, es relevante porque esta dirige y confirma la unidad del libro, en su interés por profundizar en la conciencia de una ruptura: la del hombre y sus certezas. Frente a esta visión de la ruptura, uno de los caminos para su enfrentamiento es, justamente, el humor. Pero si el humor funda sus raíces en el mundo de la risa, el libro deja ver cómo su función en la modernidad enfatiza sus mecanismos para la transgresión, de ahí su sentido eminentemente crítico.

No es extraño entonces encontrar en las primeras páginas del libro las palabras de Octavio Paz en Los hijos del limo, cuando reconoce que “la negación, la crítica, la ironía, son también un saber […] Un saber que no consiste en la contemplación de la alteridad en el seno de la unidad, sino en la visión de la ruptura de la unidad. Un saber abismal, irónico”. Por ello, con contundencia, la coordinadora del libro señala en su Presentación: “La modernidad es la época y la estética de la conciencia irónica” (p. 9).

La unidad del libro está dirigida justamente por esta conciencia, que se despliega también en la diversidad, esta vez de las lecturas y de los planteamientos de sus capítulos que, afortunadamente, pero no por ello fortuitamente, coinciden en sus tratamientos teóricos convocando nombres como Mijail Bajtin, Henri Bergson, Linda Hutcheon, Wolfgang Kayser o Pere Ballart. Esto otorga consonancia al libro, además de una grata consistencia que se enriquece en lo proteico de sus ejercicios de lectura, vislumbrados en los títulos de sus cuatro secciones: “Parodia y sátira”, “La crítica irónica”, “La ambivalencia del grotesco” y “Género y erotismo”, las primeras tres dedicadas a la literatura y la última al discurso filosófico.

En la primera sección, “Parodia y sátira”, conviven dos lecturas: ambas dedicadas a la literatura mexicana. El ensayo “Parodia y humor en las coplas y los sones jarochos de Mardonio Sinta”, de Óscar Javier González Molina, recoge la figura del poeta veracruzano Francisco Hernández, quien bajo el heterónimo de Mardonio Sinta, gesto ya de sí lúdico, ha publicado títulos como Coplas a barlovento (1993), Una roja invasión de hormigas blancas (1994) y ¿Quién me quita lo cantado? (1999). Este último es el título recuperado por González Molina para reconocer en las coplas y sones jarochos que lo conforman un ejercicio paródico de las formas populares en el que, aclara, el autor “no pretende burlarse o desmantelar la expresión poética popular, como sucedería en las parodias clásicas, sino que, por el contrario, plantea una actualización de estructuras, lenguajes y motivos que responden a las necesidades expresivas, culturales y vitales no del poeta, sino del compositor o cantante” (p. 20) en el que este se desdobla. El sentido crítico del humor subyace en esta propuesta en dos sentidos: primero, al interior de la obra estudiada, donde se reconocen tópicos como el del amor y la sexualidad liberados de las ataduras morales para explorar en los deseos carnales del hombre común, mediante recursos propios de las formas populares, como la burla, el doble sentido o el albur. En segundo lugar, en el mismo ejercicio del poeta, quien, señala González Molina, “permite acercarnos a la cultura y literatura popular, bastante desatendidas por los críticos y creadores contemporáneos, quienes olvidan la indiscutible influencia de las formas y motivos de las composiciones orales en la constitución de la tradición culta y escrita” (p. 29).

Por su parte, Elsa López Arriaga, en el ensayo “El mundo deforme: sátira y carnaval en El miedo a los animalesde Enrique Serna” traslada al lector a las posibilidades de la crítica más descarnada que acoge la forma satírica en la pluma de uno de los escritores mexicanos más reconocidos en nuestro ambiente intelectual y sobre el que la novela El miedo a los animales (1995) hace justamente su incisión. López Arriaga dirige su mirada al humor sórdido que caracteriza a la novela, nada condescendiente, en el que, por medio de modulaciones de la sátira, la parodia y la caricatura, Serna legitima una apuesta estética de la deformación, dirigida en este caso a una realidad, la mexicana, que, paradójicamente, deviene por efecto de la exposición hiperbólica de sus defectos, en una representación “más real” por su propia condición grotesca.

En la segunda sección, “La crítica irónica”, conviven dos estudios dedicados a las figuras de dos escritores de amplio reconocimiento: Jorge Luis Borges y Fernando del Paso. En el primero de sus ensayos, “Humano, demasiado humano: la configuración irónica del autor ficticio en Pierre Menard, autor del Quijote”, Jesús Dávila propone una relectura del comentadísimo texto de Borges que reconoce una implicación irónica en la configuración del ethos del autor ficticio, al que caracteriza como un “falso sabio” o un “falso paladín de la verdad”, quien monta un discurso con intenciones encomiásticas para el supuesto Pierre Menard, pero en este se filtra una trama, personajes y conflictos implícitos que revelan subrepticiamente la constitución de una identidad del autor ficticio atravesada por la malicia, el servilismo y la pedantería. Si Jesús Dávila se ampara en la dupla recogida por Pere Ballart de los personajes clásicos alazon y eiron; el primero, “personaje fatuo que está alardeando de su valentía, sus amores o sus conocimientos”; y el segundo aquel que “no perderá la oportunidad de ridiculizar” (p. 71) a aquel, Borges encarnaría entonces a este último.

Carmen Álvarez Lobato, coordinadora de volumen, suma su aportación a las reflexiones del libro con el ensayo “La caída de la historia en la narrativa de Fernando del Paso: la contradicción irónica”, en el que recupera de la narrativa del escritor mexicano su novelística que, casi en su totalidad, implica una reescritura de la historia de México. Pasando por José Trigo (1966), donde el escritor dirige su mirada al movimiento ferrocarrilero de fines de los años cincuenta del siglo XX, la Revolución y la guerra cristera; Palinuro de México (1975) y su vinculación con el relato del movimiento estudiantil de 1968, hasta Noticias del imperio (1987) y su narrativa de la fundación y caída del breve Segundo Imperio, Álvarez Lobato recorre el trabajo de al menos dos décadas en la pluma de del Paso, comprometido con lo que en sus palabras es tarea del escritor: conocer a fondo las enfermedades de nuestra historia y no olvidarla. “Nuestra historia es absurda, repetitiva y desesperanzadora” (p. 78), dice Álvarez Lobato, lo que se confirma en las palabras de Del Paso, cuando señala: “La historia no se repite, pero a veces se parodia a sí misma”. A partir de este principio paródico, Carmen Álvarez analiza las relaciones en el discurso literario del escritor con la historia y el mito por medio de un procedimiento replicado en sus novelas: el rebajamiento de los personajes, su sometimiento a constantes inversiones y ridiculizaciones. El efecto, sin embargo, antes que netamente humorístico, es tragicómico, pues muestra el conflicto trágico de nuestra historia y subraya su desgarradora ironía, en la que subyace el gesto crítico y poético esencial de la mirada de Del Paso: “Ante el fracaso de la historia de México se busca una sutura simbólica […]. Esta simbolización trae consigo una conciencia irónica y con esta una fuerte crítica: a la Historia misma como portadora de progreso, al discurso histórico como objetivo y neutro, a las taras que persiguen a nuestra historia: corrupción, violencia, acinesia, traición, pobreza, injusticia... no sin mencionar también sus aciertos: valor, belleza, unión, amor, poesía” (p. 92).

La sección titulada La ambigüedad del grotesco dirige su atención a los funcionamientos estéticos del grotesco en la novelística del chileno José Donoso y la cuentística de la escritora mexicana Inés Arredondo. El primer ensayo ,Monstruos grotescos en El obsceno pájaro de la noche de José Donoso: la carcajada tragicómica”, de Laura Judith Becerril Nava, logra con soltura la revisión de los mecanismos de la “risa hipertrofiada” como signo de la configuración grotesca del universo narrativo de la novela, modelado por una de las entidades narrativas más fascinantes, por su compleja constitución, Humberto Peñaloza o el Mudito, en quien recae la construcción de realidades hipotéticas donde la monstruosidad física y simbólica es su sello. En estos universos, Laura Becerril analiza el funcionamiento de la risa como manifestación de las ambivalencias en las que “la alegría [convive] con el temor, la libertad con la condena”; se trata, dice la autora, de una “sensación inquietante, ambigua, grotesca” (p. 108) que acentúa el sentir tragicómico del hombre desde su propia carcajada.

A este tenor, se encuentra el ensayo de Natali González Fernández, “Orfandad, de Inés Arredondo: una lectura desde la estética del grotesco”, en el que hace un breve seguimiento de los mecanismos de esta estética, dirigidos a la especificidad de las características del mundo onírico, en el que anidan criaturas siniestras, fantásticas, monstruosas, que irrumpen en la realidad representada por el cuento de Arredondo .

La última sección, “Género y erotismo”, dedicada al discurso filosófico, integra el sugerente ensayo de María Luisa Bacarlett “Parodia y género en el pensamiento de Judith Butler. Un acercamiento desde la teoría literaria y la filosofía”, en el que hace patente cómo la reflexión sobre la parodia no sólo tiene alcances importantes para la teoría literaria, sino que es un concepto que permite entender muchos de los cambios sociales y culturales de Occidente, como, de hecho, deja ver todo el contenido del libro del que aquí hablamos. Bacarlett ofrece al lector un detenido recorrido por el concepto de parodia que parte desde su origen en la antigüedad clásica con la Poética de Aristóteles y su trasunto hasta las perspectivas teóricas y filosóficas del siglo XX. Este recorrido, además de didáctico, es profundo en el tratamiento de las implicaciones que porta la noción de parodia y su capacidad no ya imitativa sino transformadora de modelos. María Luisa Bacarlett muestra cómo la parodia opera en la propuesta de Butler, ante todo, como una estrategia de resistencia política potenciada por la condición perfomativa de los géneros, en la que se relativiza la supuesta contundencia del binarismo normalizado hombre-mujer. Cada performance, es decir, cada representación genérica en los sujetos, es por ello paródica, porque algo se repite sin lograr realizar cabalmente el modelo que tiene como referente. Bacarlett reconoce entonces en la propuesta de Butler la potencia de la parodia en su capacidad de “abrir una zona de indiscernibilidad, a través de la repetición y la variación constante, entre la legitimación y la deslegitimación de las normas impuestas por el carácter binario del género” (p. 158). Y ahí se anida su capacidad de resistencia.

Finalmente, el ensayo de Esteban Sierra Montiel, “Risa, erotismo y muerte en Georges Bataille” realiza un recorrido en el que el autor establece relaciones de la obra del pensador francés con la risa, retomando sus grandes tópicos: la diferencia entre el tiempo profano y el tiempo sagrado, para dialogar con las reflexiones que sobre la risa se filtran en el tratamiento de la animalidad, la poesía, el erotismo y la muerte. Para el autor, la risa no puede ser aislada de la contraposición establecida por Bataille entre los fenómenos pertenecientes al tiempo sagrado y al tiempo profano. La risa, dice el autor, desgarra la personalidad del hombre entre lo racional y el deseo.

Así, Ensayos sobre el humor y la crítica en la literatura y la filosofía modernas es un volumen que invita a pensar el carácter transgresor y crítico del humor en los productos que significan nuestra experiencia desde el arte y el pensamiento. Transita por perspectivas retóricas, simbólicas, históricas, estéticas, sociales y políticas, que se ofrecen al lector para desatar su propio ejercicio crítico. Una invitación que, además de atractiva, resulta estrictamente necesaria en nuestros tiempos.

 

Claudia L. Gutiérrez Piña (Toluca, México, 1980). Es doctora en Literatura Hispánica por El Colegio de México. Profesora-investigadora del Departamento de Letras Hispánicas de la Universidad de Guanajuato. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 2015. Autora del libro Las variaciones de la escritura. Una lectura crítica de El grafógrafo y de la obra de Salvador Elizondo (2016). Ha coordinado y editado los libros Un mundo de sombras camina a mi lado. Estudios críticos de la obra de Amparo Dávila (2019) e Inflexiones de la autobiografía. Un proyecto editorial y una generación de escritores mexicanos (2019), entre otros. Obtuvo en 2013 el premio a la mejor tesis de doctorado en el área de Humanidades, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias.

 

 

Del humor a la risa macabra

Daniela Albarrán

 

—La risa sacude el cuerpo, deforma los rasgos de la cara, hace que el hombre parezca un mono.
—Los monos no ríen, la risa es propia del hombre, es signo de su racionalidad.

Umberto Eco

 

Acercarse a un texto académico muchas veces resulta complicado, pues creemos que será difícil de comprender o aburrido, pero eso no sucede con Ensayos sobre el humor y la crítica en la literatura y la filosofía modernas, libro colectivo que compendia la doctora Carmen Álvarez Lobato. En él los autores nos invitan a la reflexión de un tema que en un primer momento podría parecer chistoso: la risa y el humor.

Esta recopilación de ensayos nos muestra que esa risa, lejos de ser “poco seria”, dota a los textos estudiados de un sentido crítico, pues sabemos que la sátira es un recurso que se ha utilizado para demostrar todo aquello que está mal en la sociedad, como lo hacía Moliére.  

Entre los autores estudiados se encuentran Mardonio Sinta, Enrique Serna, Fernando del Paso, José Donoso, Inés Arredondo, Judith Butler y George Bataille. Cada uno de los investigadores que participan en este libro colectivo nos acercan a la escritura de esos autores desde la risa y el humor, y nos muestran cómo, a través de la sátira, es posible hacer una crítica al mundo posmoderno, pues el libro en cuestión nos acerca a una estética donde lo gracioso, el bufón y lo grotesco tienen cabida desde un punto que nos permite la reflexión mediante la parodia.

De igual forma, nos da un panorama sobre la historia de la risa, pues la literatura se ha valido de ella desde la oralidad, como nos propone uno de los autores compilados, el doctor Óscar Javier González Molina, quien señala que la literatura proviene de tradiciones discursivas, y que lo más importante, más allá de la lengua culta a la que podría pensarse, es voltear a ver otras formas de expresión, pues muchas veces el conocimiento se encuentra en la voz del pueblo.

Otro aspecto por destacar es lo que la doctora Elsa López Arriaga menciona respecto a la obra de Enrique Serna, ya que la narrativa de lo mexicano en muchas ocasiones proviene desde la configuración de lo grotesco, y justamente ahí se puede mostrar la realidad de lo mexicano, que tiende a lo trágico–cómico: burlarse de sus desgracias.

Por su parte, la compiladora del libro, la doctora Carmen Álvarez Lobato, nos dice en cuanto a la obra del escritor Fernando del Paso que, de cierto modo, la risa es una forma de “restarle seriedad al discurso histórico”, pues el escritor en cuestión se burla de sus personajes sobajándolos para mostrar que la reescritura de la historia puede ser paródica, y que la ironía permite comprender que la historia de nuestro país ha estado plagada de poder y corrupción.

Este compendio nos permite ver que la risa, la burla y la sátira son tópicos comunes en la literatura, y que lejos de restarle seriedad, podemos entender el mundo a través de la tragicomedia que puede resultar la realidad. Pero más allá de la risa y el humor, los ensayos dialogan con temas propios de la posmodernidad, desde la literatura y la filosofía, pues lo monstruoso, lo grotesco y la reescritura de la historia retomada desde lo cómico nos permiten mantener una posición crítica frente a las manifestaciones socioculturales a las que nos enfrentamos en la actualidad.

La risa y el humor pueden ser revolucionarios, pero también son una forma de defendernos frente a las crisis que la modernidad nos obliga a vivir.

 

Daniela Albarrán (Toluca, 1994). Es licenciada en Letras Latinoamericanas por la UAEM. Ha participado en diversos congresos nacionales de literatura y publicado cuentos en Monolito, Grafógrafxs y Castálida. Es autora de la novela La ciudad se camina de noche (Grafógrafxs, 2020) y del libro de poesía La escuela (Grafógrafxs, 2020).