ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Constelaciones ruidosas: la poesía venezolana
según Adrián Arias Pomontty

 

 

VELORIO DE MUERTOS Y DE VIVOS

 

Se parten en dos los velorios, se parten: tututututú,

norte,

         sur;—

Se parten, son polos viajeros

que abren lamisas en el descollo,

que se lamentan como si hubieran nacido

en las paredes.

 

Después dicen que son ganas de cenar con palos en las cabeceras del exorgo.

 

Caracas, 27 de junio de 1964.

(El círculo de los tres soles)

 

 

ASTROGRAMA

 

Raiten Trein

Rusard. Urgente.

Urégeme palinodia escrita cotiperices flacubes. Nohhomira Tarunta no me es fiel. Calumsa responde de vez cuando cateto 59 Roho-menusa de Tures, Vía Mayor. Enhiesta bandera Caluipina Oscure-lika. Pater Nosteri. Infinitud cuadresimales húndese delirio varias potencias. Tacha. Tucherita, tacha!

Imposible considerar flacuselensas potus. Orininenemente acumularemos trujes. 3 X sés más sés. Sacrifica perigeo anterior. Busca gatunes en discóbolo sucedáneo. Acuítenos. Mastícenos. Pliosceños. Máscenos.

Imposible denominar Dawson potes oscuros labradores cultivan jardines. Poética respuesta. Lo sabemos. Mas Celenia piérdese nubes incontroladas a trinesios ochoropos. Lagúmenes dominan Zona Franca. Languidecen parásitas volátiles. Pecúmenes leyendas vuelven en sí. ¿Habríase visto vack hacko sombrío caminando esta hora alambre planetas? ¡Oh, Ceñís de Cerulinas, Cocuyémenes de Petrulia. Lucrecina ambivalente con traginesos volsillos de balsas arrorrós, arrurrús. Y demás!

Cuanto Tercer Alfiler: Dícese camina novena dimensión mayús-tras. Inservible correa para aporrear cantos gañanos reciben confesión. Importa mucho origen ellos mismos. Pájaro Jacabu empollar huevo 12. Acomoden limbusina sonar caracol Marte. Descenderemos 08, perigeo antiguo, a tercera (3a. X 35), bajo 38 grados Fareneith. Demás complicaciones dejémosla magaterios artificiales. Gotas llucias completarán clips de clips. Y sembrarán clops de clops. Anúbense como si fueran gallinas. A trece mil millones de hetéreos buscaréles para preguntar muerte vosotros. No encaminen las empacaduras. No movilicen los pedreros. No tilden máquinas comlicidas oscuros designios sacerdotes hágaros. Vuélvanse creyentes antiguas religiones caldeas leían cielo sucesos pasados. Rayas y más rayas sobre anterior botalón sentado lunar aquél ustedes saben. Ceros de ceros hacia atrás. No dejéis lugar ningún uno ni ningún dos.

Tres abulados.

Colimses Sesilem

Caracas, 25 de agosto de 1964

(El círculo de los tres soles)

 

 

KARABALAGIA MUZOÑUMJUANSAN

 

Nos hallamos en el cielo:

una tormenta de rayos dorados

como rex de umbelas sacude

las irias del Zodíaco en blend.

Y la luna y el sol el n-úmero 7

recorren las rocas que en el cielo

desparraman lluvias ortales.

 

Desde aquí oigo el canto de la cóitora

en los bosques de allá abajo, en la tierra;

y oigo las perdices entre los pastos,

y oigo la mucharaca en el cerro

y veo los perros y los tigres

que caminan por la selva.

 

Sin embargo, estas estrellas

me parecen conocidas,

me parecen de antes,

de cuando yo veía desde el vientre de mi madre.

Oh, cauda luminosa

que se pierde entre los nimbos,

oh, memorias de cuando yo era un ave y un pez.

 

Son las estaciones, son los reflejos rojizos

del Alfa del Centauro,

son los platos de Omega,

son los anillos cálidos de Orión

que me hacen señales desde lejos

para que yo descienda de mi trono celestial.

 

Sin embargo yo estoy aquí

en la orilla del mar

viendo las traslaciones del sol;

yo estoy 1 en 3 y 3 en 1

1 sobre 49, cinco 7 cinco entre la 8a. potencia

del Cero (0);

yo solo, aquí en mi trono;

y, allá abajo,

las serpientes, las ovas, los bachacos:

Huevo celestial que yo intuyo cuando aprieto los tornillos allá,

cuando abro la Puerta del Ojo X.

 

En este momento

comienza a sonar el viento del norte

que me devuelve los aromas

en este ámbito azul y dorado.

Te veo, oh, tierra: eres oscura,

pero cuán dorada podrías ser;

te veo con tus bosques y tus páramos:

(ah, no saben tus moradores qué ventana representas para el Ojo;

no saben que tus destellos

sólo son posibles por mí).

 

Sin embargo, ¿qué es esto que oigo?

Oh, maravilla, son los cláxones de Apolandrio,

son sus círculos iguales, sus iconos y dodecaedros,

son los Dictados de Pitágoras,

las Materias Claves de Demócrito.

Es la Máquina de Zósimo

y el Proyecto de las Catedrales de Fulcanelli:

Todas estas cosas estuvieron aquí, en Mi Reino,

Todas Estas Cosas las mandé Allá, a tu Seno,

Planeta Maternal;

Todas te fueron enviadas en la Lluvia del Diluvio,

en forma de mecaticos,

en forma de relámpagos,

en forma de piedra con rostros de t-igre,

en forma de centella y de brizna de pájaro,

en forma de Ojo de Zamuro o de Pez de la Mar;

en la Máquina que tiene el Burro en las Orejas;

en el Grabón que tiene la Muía en una Muela;

en el Casco del Caballo,

allí está Todo:

el misterio de la música, de la pintura;

la electrónica, la cibernética, la química;

allí está Todo;

Consulta a Tolomeo y a Sus 9 Discípulos:

  1. L. C D. A. R. G. J. S. E B. N. P. B.
  2. G. D. B. J. H. S.

Consúltalos,

no temas al Martillo ni a la Carátula Catecísmica

(ñ 3 + X 5-3 2 1 — ? = T. V. L. A.).

ni a la que dijo que te pondría el ánima

triste como un moko;

no temas, Allá están los Secretos:

Mírate a Ti mismo:

Eres agua de río y limo de luna

y bálsamo de Astro ExaFin.

No temas, ve al fondo del Monte

y consulta las 9 Hojas y las 9 Raíces

de los 9 Maestros:

Sajoj 9, Seciar 9, Sortaem 9.

Muzoñumjuansan, muzoñumjuansan.

 

Caracas, 16 de noviembre de 1965.

(El círculo de los tres soles)

 

 

DESPEDIDA DE JESÚS

 

Mira, Jesús, no vayas a venir:

me vas a encontrar fumando un tornillo,

bañándome con una piedra,

pidiéndole perdón a una hoja de pino;

hoy estoy tuerto, Jesús, no me reconoces,

tengo el cutis como una tigra parida,

los ojos im hedidos,

suenando como cúpulas de ribeiras locas.

 

Mira, Jesús, no vayas a venir:

Este y aquél se voltearon

y me dijeron estaba loco y solo:

yo en realidad tenía una corbata en el brazo

y a través de unos anteojos negros miraba una luna

que decía era un pedazo de fogón.

 

 

No vengas, Jesús, ya no hay para qué,

díle a Pedro y demás camaradas,

que no vengan a verme, estoy cambiado,

parezco más bien un camello chiquito,

vestido de tierno, con aire papal,

yo soy un inca que fuma guijarros.

 

 

Te sorprenderá que haya llegado a esto:

Lo que te decía, mis capacidades de hombre invisible,

de judío que se muerde los codos para no llorar.

Así es, al carajo, no veo sino mi propia transmutación,

soy un gusano de seda, definitivamente tranquilo,

soy una piedra, un caracol que sueña.

 

De modo y manera que hoy es ayer y mañana antier,

y si me da la gana, hoy es 3 de mayo del 407,

con campanas celebrando que haya muerto;

así es, no me empujes, déjate de lobires,

si resbalas hacia las plantas que te informé,

encontrarás botánicas sudando secretos dobles.

 

 

Me saludas a todos, y recibe un beso en la mejilla

y si quieres espérame para cuando yo sea una hembra bonita

nos casemos y para enseñarte que Santo Tomás está en tu extremidad

y que Dios en la orilla de tus codos

y que tienes un delta tenebloso en sus trinos,

 

 

Jesús, Jesús, JESÚS: me guardas las palmeras

y me coses todos los pensamientos que hayas tenido sobre mí:

yo conozco todo, todo lo adivino;

no necesitas pedirme perdón,

yo sé que las cosas se harapan cuando hay mucho amor,

yo que soy un perfecto brahmán y leo en mis zumos.

De modo y manera te repito que ahí está tu bóveda,

ven a buscarla cuando quieras, te encerraré con un arrendajo,

vas a ser libre en ese aparato que te construí.

Sin embargo, no temas, te grabaré con lances de Imbedído,

designaré para d una pena que no te traicione.

 

 

Rafael José Muñoz

Caracal, 5 de abril de 1964

(la fecha es el autor y el autor es la fecha, para que lo busquen)

 

(El círculo de los tres soles)

 

 

SILUETAS DEL TRIVIUM Y DEL CUATRIVIUM

 

Voy con mis sandalias azules de paseo

por la pradera Al Fin, donde buiciagos

se pierden bajo un mundo antiguo de flores ciegas.

Voy, y escucho el canto de la cóitora

quizás basado en el alma mística

de alguna piedra perdida en la montaña Yarú.

 

Voy, y los fluidos de las rocas

abren sus ojos en los jeroglíficos talmuds.

 

Son varios espejos y un solo Rostro.

Es el Trivium y el Cuatrivium que están aquí.

Y los barrancos esenciales al Otro Lado

donde aún permanecen las tumbas

con carácter interino.

 

Caracas,  1° de noviembre de 1964.

 

(El círculo de los tres soles)

Nota: Se respetó la ortografía de los originales.

 

 

 

Rafael José Muñoz (Guanape, Anzoátegui, 1928). De origen rural, pasó su infancia como peón agrícola, luego como tendero y más tarde se desempeñó como maestro rural. Fue redactor y pieza clave de la revista Zona Franca. Colaboró con la Revista Nacional de Cultura y en algunas revistas de esoterismo. Participó en la resistencia en contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Fue torturado y encarcelado en varias ocasiones. Publicó Selección poética (Ediciones de la Revista Hispana, 1952), Los pasos de la muerte (Ediciones Mar Caribe, 1953) y El círculo de los tres soles (Ediciones Zona Franca, 1968). Murió en Caracas en 1981.