ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Ida Börjel

Trad. de Pretronella Zetterlund,
México, filodecaballos.


Maricela Guerrero (Ciudad de México, 1977). Pertenece al Sistema Nacional de Creadores desde 2018, y recibió el premio Clemencia Isaura de Poesía. Es autora de los libros El sueño de toda célula (Antílope, 2018), Fricciones (CCD, 2017) y De lo perdido lo hallado (Conaculta, 2015).


Se llamaría , de mamá


Maricela Guerrero


Este libro, Ma, es una maravilla que se escribe a partir de una terrible pérdida. La muerte, como transformación y posibilidad, adquiere un sentido terriblemente violento y aterrador cuando la vida que se pierde es la de una cría. Con una gran consciencia del dolor y el lenguaje, este libro fue escrito para intentar volver a respirar.

 

Ma—

veo

a través de la puerta abierta

yo peldaño

no, no se puede escribir

cómo puedo estar donde el poema está

la muerte 

la muerte quiero ser

si tú estás

en la tumba/el mundo

calima

no hay nada aquí donde estoy

la violencia no se puede ordenar así

como el poema se pensó a sí mismo

lo que queda aquí

es pesado

es algo muy difícil en qué estar

 

Ma parte del dolor y el caos hacia un viaje de comprensión y compasión amorosamente lírico siguiendo las investigaciones del Alfabeto de la danesa y eterna nominada al nobel, Inger Christensen (1935-2009). Hay una intención en cada una de las secciones o entradas del libro de querer ordenar el dolor y la falibilidad humanos, de intentar volver a respirar después de la catástrofe y la pérdida. Como un mantra que permite continuar, el verbo “estar” conjugado en la tercera persona del copretérito de indicativo, “estaba”, de las primeras secciones del poema: da ritmo y simultaneidad a una serie de cosas, eventos, personas y situaciones que se acumulan significativamente en ese universo en expansión, que si bien acoge la vida, también engendra violencia, muerte y conflicto: historia; y que en el centro que es un poema en “MMMMMMMMMM” una sordina, un murmullo, un coro a boca cerrada.

 

no quiere comunicarse

cada orden es acomodar la muerte

pero aquí no hay orden

no hay acomodo en el descanso acomodo en la rosa

yo no puedo pensar yo no sé

donde estoy yo no sé cómo

leer los emblemas en las grietas

o hacerlos encajar en la rosa, leer

las imágenes congeladas o congelar mi amor

enojada / en las manos en la nieve

no hay distancia

cómo los acontecimientos pueden verbalizarse

ser enlazados en lo continuo donde la noche

es la única manera de cerrar los ojos

donde todo lo que hay es incapacidad

que es inercia, paredes de rostros sin palabras

no quiero escribir esto

no quiero tener la capacidad de escribir

me da asco verbalizar

un acto de violencia acomodar

la muerte en paz

 

La forma tan puntual en que ciertos eventos históricos y nombres se van tejiendo en Ma, —como un alfabeto novedosamente desordenado y desbordado—, nos permiten considerar otras formas fascinantes del dolor y de los acercamientos a la pregunta eterna: ¿qué hacemos aquí? Así la gran historia acontece como un aterrador escenario en el que las tragedias colectivas, junto con las íntimas y las cercanas, propias o ajenas, se acompañan y se mueven hacia una compasión compartida, que no aminora el dolor, pero al menos permite colocarlo en un sitio localizable que se expande y se traslada de la sordina al grito:

 

me desespero

yazgo junto a los intentos

lo que dure la supervivencia, pasando

y no es bonito

y no es por la vía de la rosa

arreglarse, seguir

es una violencia que no tengo fuerzas para exigir

no tengo fuerzas

cómo voy a poder albergar esto

este estado

no es bonito

y nada está dicho allí

y allí no hay nada que quiera mostrar

se llama desesperarse

si tengo fuerzas para preguntar

en qué orden

están las hermanas allí

el universo se expande

el universo se expande

sé mi pilar en el mundo

grito en la noche

 

La humanidad enfrenta a cada segundo dolores, desastres y caos aterradores, unos más inimaginables que otros; asimismo, la propia vida, la voz, el lenguaje y el arte que se sumen en silencio ante el dolor, asumen en su interior una voluntad, diríamos biológica, una voluntad grabada en las cadenas del ADN, hacia la insistencia en la vida y la voluntad de comunicar con otros.

 

de esto se aparta la mirada

no comprendía quien llamada

hasta vencerse la voz

puro abismo de amor mece

mecer

mecida por el sol, acostada

en las palabras de una vieja canción remar

en temor

remar en temor en paz

remar en paz contra el temor

remar la rosa del temor en paz

remar la paz con temor

al rosa del temor cerró la palabras

y me quedé sola

y me quedo

y me volteé

y me volteo

y me volteé tras las hermanas

y me abrí paso a tientas

y el abrazamiento estaba

 

Ma, de mamá, es un libro espléndido y generoso en las preguntas que plantea acerca del dolor, la escritura, la historia y la forma de abordarlos en el abrazo y la palabra. Además, resalta la cuidadosa traducción de Petronella Zetterlund, quien acertadamente selecciona los ritmos y las palabras que recrean este universo tan expansivo y conmovedor en un español mexicano entrañable.

 

y si la muerte fuera una niña

y si la muerte fuera una niña

la llevaría cuidadosamente

se llamaría

se llamaría      Soledad

se llamaría      Ma

de mamá