ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Napoleón Fillat Ordóñez
y Enrique Leopoldo Islas Flores (coordinadores),
Orquídeas de la región sur del Estado de México,
ISBN: 978-607-633-556-7,
México, UAEMéx,
2022, 125 pp.


 

Una ventana a un jardín con orquídeas

Iliana Espinoza Rivera

 

 

El libro Orquídeas de la región sur del Estado de México fue publicado por la Universidad Autónoma del Estado de México y el Gobierno del Estado de México en 2022. Las fotografías y parte del texto son de Enrique Leopoldo Islas Flores, quien también fungió como coordinador, al lado de Napoleón Fillat Ordóñez. Esta obra se presenta al lector en un formato prácticamente cuadrado, de 26.5 por 25.5 centímetros, realzado por el labelo de una jaspeada e insolenteStanhopea hernandezii, en medio de la sobriedad negra de la tapa dura.

Abrir este libro y seguir sus páginas es como asistir a la evolución de la vida en la tierra. Se parte de una profundidad oscura que supone humedad, desde donde el fotógrafo concede nacimientos reiterados a esos seres voluptuosos que llamamos orquídeas. Al avanzar, adquirimos la posibilidad de la visión, presenciamos el momento en que surge el día y se evidencian los ciclos, allá en la cuenca del río Balsas, donde el sol, con su luz, disecciona las frondas de los bosques. La claridad cosquillea en lo íntimo de los árboles y descubre a estos seres abrazados a ellos. Se definen los perfiles de las inflorescencias, contrastados por las hojas largas. Son pétalo y cuchillo. Fragilidad y dureza. Las imágenes de muy diferentes orquídeas resbalan por el brillo del papel y bajo los dedos, como pies que vuelan, embelesos que muerden, encantan o perturban. Así transcurren el tiempo y la contemplación de este libro arte que, como única evidencia de acción, logra captar a una rana que trepa por un tallo aterciopelado.

En la estructura del libro y en la letra encontramos elementos fundamentales para conocer más allá de la vista y la evocación. En el prólogo, Napoleón Fillat confiesa la sorpresa reiterada que le provocan las orquídeas silvestres, a la vez que subraya la oportunidad de explorar los escenarios regionales, hábitats fascinantes para el que es naturalista de corazón, fotógrafo o cualquier otra persona que contemple o penetre más allá de las formas y los colores.

Sabemos que las orquídeas, a veces plantas minúsculas, han sido inmensamente apreciadas por su belleza a través de la historia de la humanidad. Son diversidad de formas y tamaños; una paleta de colores degradados y de contrastes, de aromas en interacción con otras especies; son implantaciones sobre árboles y arbustos, también sobre el musgo que recubre las rocas o, incluso, son vegetales enraizados en la tierra.

Las orquídeas, con sus flores de simetría bilateral y, por lo regular, con raíces expuestas y tallos en forma de bulbos, se desenvuelven en armonía con el ecosistema. Desde el México prehispánico fueron apreciadas y ofrecidas como dignos tributos al imperio mexica. Algunas de ellas se mantienen en las festividades tradicionales (por ejemplo, Laelia autumnalis es la flor de todos los santos) o en la cocina, donde se atesoran las vainas de Vanilla planifolia, que desde hace 600 años aromatiza el chocolatl y en la actualidad enriquece el sabor de otros alimentos alrededor del mundo.

La riqueza biológica de la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico es contexto propicio para el ciclo vital de orquídeas de los géneros Malaxis, Blentia, Prosthechea, Habenaria y Oncidium, entre otros, que crecen en bosques templados de pino y encino, de coníferas, bosques mesófilos de montaña, tropicales caducifolios y de galería.

De vuelta al bosque, por obra del fotógrafo, el libro se abre como ventana a un jardín aéreo. Jardín pródigo que envuelve las ramas con musgos, bromelias y bulbos de orquídeas apretados.

También nos enteramos de la reproducción sexual de las orquídeas, por medio de semillas, la cual sucede en la naturaleza, pero es poco frecuente. Sólo una o dos semillas, de entre un millón, alcanzan a ser adultas con posibilidad de reproducirse. Dependientes de la luz, la temperatura, la humedad y la presencia de simbiontes, como los hongos micorrízicos del género Rhizoctonia, las plantas requieren cinco a ocho años para florecer. Su ciclo vital es lento y vulnerable. Por otro lado, la reproducción asexual ocurre mediante la división de la planta madre en pseudobulbos, uno al año, sólo bajo la intervención de la mano humana.

Las modificaciones de su hábitat y la demanda comercial que presiona para que se practique extracción de orquídeas ponen en riesgo a diversas especies. Algunas de ellas se clasifican como amenazadas, por lo que su exportación y comercio son controlados. También existen estrategias para el manejo sustentable de orquídeas: proyectos ex situ para la propagación in vitro, de vinculación con floricultores y para fomentar el conocimiento y el cuidado.

El libro incluye una guía ilustrada de orquídeas: sus partes, los hábitats, los nombres científicos y los rasgos de las especies representativas de la cuenca del río Balsas, normas y planes de protección y conservación, al igual que mapas temáticos a nivel de la entidad.

La Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna, así como la Universidad Autónoma del Estado de México participan en la protección y conservación de las orquídeas silvestres del sur de la entidad, donde actualmente existen orquidiarios, por ejemplo, en el municipio de Luvianos.

Una de cada siete especies de orquídeas mexicanas florece en la riqueza natural del territorio mexiquense. El libroOrquídeas de la región sur del Estado de México expresa su importancia, se asoma a conocer acerca de ellas, recorre sus rostros, los lugares que habitan, sus caprichos por el clima y sus secretos reproductivos, además de la punzante vulnerabilidad. Este libro nos lleva en un viaje que, inevitablemente, refuerza nuestra admiración por ellas y aviva nuestro deseo de participar en su conservación.