ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Téllez Parra, Andrés,
Oscuros los ojos donde se refleja el mundo,
ISBN: 978-607-490-324-9, México,
Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno del Estado de México,
2022, 87 pp.


 

Manías, vicios e infiernos

Marco Antonio Gloria Romero

 

 

E

n la contraportada del libro Oscuros los ojos donde se refleja el mundo, de Andrés Téllez Parra, se menciona que los cuentos que lo integran pueden ser entendidos como ensayos. No encuentro mejor manera de presentarlos, puesto que los monólogos de cada protagonista expresan sus propias vivencias y modos de ver el mundo a partir de su voz.

En “Arrugas” se reflexiona sobre los rostros. Dicha reflexión comienza en la consulta de un hombre que siente rechazo (el cual llega a niveles patológicos) hacia las arrugas que surgen en el rostro de su mujer. En este texto se realiza una observación referente a cómo en los rostros se encuentran elementos que rayan en cuestiones consideradas tabú, en lo mitológico, relativos a la identidad que mostramos ante los demás, esa manera de relacionarnos con los otros y con nosotros mismos a partir de la máscara de carne que denominamos rostro.

“Hasta entonces” es una historia digna de ser puesta al lado de obras como Juliette, de Sade; Historia del ojo, de Bataille, y Delta de Venus, de Nin. En ella se muestra a una joven que va tras lo sucio y lo depravado, una exploración que ronda entre lo puro y lo retorcido, así como en la búsqueda de alguien que ya no está y deja un vacío que se intenta llenar a partir de la degradación física y moral.

Un relato de lectura poco convencional es “In atihualneci”, el cual, con una intercalación entre el español y el náhuatl, da lugar a una historia que es mejor no revelar, puesto que a partir de su desarrollo se pasa de una trama desconocida a una impresa dentro de la cultura mexicana.

 “Comida corrida” comienza cuando alguien pregunta por un joven a la encargada de una fonda, pero rápidamente esta historia se convierte en una revisión minuciosa y clasificada sobre el estilo de vida de los comensales de ese negocio: desde la camaradería de los albañiles hasta cómo se pasa de una relación recién nacida a la tediosa relación consolidada. Retomar la trama del inicio parece sólo una compensación y un pretexto para exponer detenidamente cómo puede una persona imaginar la vida de los otros con sólo observar sus manos.

“La última lección” nos relata la vida de un joven que se plantea abandonar sus clases de piano por considerarse incapaz de interpretar correctamente, pero al final se vuelca en una introspección sobre las despedidas, sobre aquello que se aleja de nosotros para no volver jamás.

El último texto, “La cuenta”, es una sátira bastante acertada sobre cómo se manifiesta el ego de una joven estudiante de letras que espera conseguir un marido que la mantenga. Pronto se demostrará que eso es una mala idea.

Finalmente, “Cromatismo sin límites” es un digno heredero de “El aleph” de Borges. En este excelente texto se narra cómo algo tan simple como una pintura puede tener implicaciones capaces de destruir todo lo que permite que la humanidad exista, al menos tal como la conocemos.