ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Alejandra Gotóo,
Ruptura,
ISBN: ‎978-8415067764,
Ediciones Oblicuas,
2011, 72 pp.

Denise Ocaranza (Toluca, Estado de México, 1986). Es licenciada en Letras Latinoamericanas por la UAEMéx y estudia, en dicha institución, la maestría en Estudios Literarios. Es autora de El ladrido secreto (UAEMéx, 2017) y de Perdidos en el fuego (FOEM, 2022). Ha colaborado en Revista Sinfín, Universitaria y Plástico. Revista Literaria. Es integrante del taller de narrativa de Grafógrafxs.


 

De la Ruptura o la muerte de un lenguaje de dos

Denise Ocaranza

 

 

Para sobrevivir, los seres humanos nos vemos obligados a mantener una relación con los otros y con nuestro entorno y, para vivir, hacemos de esta relación un camino de observación y aprendizaje que se hace cada vez más complejo conforme se involucran las emociones.

Ruptura, de la joven escritora Alejandra Gotóo (Ciudad de México, 1991), es una nouvelle, publicada en 2011, que se lee en un dos por tres, en una ida y vuelta en autobús o en unas cuantas estaciones del metro. Su brevedad es un acierto: su escritura basada principalmente en oraciones cortas y tajantes atrapa al lector porque detrás de cada punto puede haber un silencio y en ese silencio es posible que te topes con el recuerdo de aquella ruptura, si no la más dolorosa, sí la que más te ha costado enfrentar por aquello de que la pareja con la que terminaste, de una u otro forma, sigue siendo parte de tu entorno más cercano (ya sea porque en el fondo no te quieres alejar o porque, de verdad, no puedes).

Mario Benedetti señala que la novela corta suele estar “rodeada convenientemente de pormenores, de antecedentes, de consecuencias” (1968: 23). En Ruptura, la autora va tejiendo estos elementos en treinta y un brevísimos apartados, algunos narrados en primera persona (Amanda) y otros por un narrador omnisciente.

Entre otras cosas, Amanda narra el sentimiento de perder a quien era su pareja: Alberto. Nos encontramos con una Amanda dependiente de la relación, que no ha descubierto quién es ella. A lo largo de la historia vemos cómo se busca, sobre todo en la mirada del otro, por lo que no sólo se habla de la ruptura amorosa, sino también de la ruptura del yo que se construye en función del otro.

Esta nouvelle nos hace pensar en las rupturas con la familia, con una misma, con las expectativas que nos hacemos con relaciones y personas, lo que implica una necesaria transformación, ya sea del yo o de las situaciones. Es la ruptura como duelo: lo que muere es un lenguaje de dos, un sentimiento, un pequeño mundo.