11 poemas
Neide Archanjo
Espera
Octubre
y ninguna palabra te alcanza.
Se marchitan las flores
y otras enmohecidas
sueñan.
Ellas
(las flores) te esperan.
Mi cuerpo te espera.
Yo, no.
Resentimiento
En las rosas de la ausencia
te celebro.
Ya no me apasionas
ni me iluminas.
Lenta es la pérdida
que respira.
Y primerizo es este poema
que aún canta
lo que ya no puedes ser.
Contabilizando
Devuelve
el primer volumen del Quijote
perdido en el tren.
Cervantes no te pertenecía.
Y también la Odisea
pues a la Ilíada
yo sabía que nunca
llegarías.
Devuelve
las luciérnagas en la noche del Sena
tus imágenes en los espejos de Versalles
y el beso que robaste de Rodin.
Devuelve
lo que era mío
y soñé que pudiera ser tuyo.
¡Ah, no podía!
Sabías de poetas
no de Poesía
extraña carne
vísceras lágrimas dramas
alma ensangrentada
manchando tu alegría
¡Ah, de la Poesía no sabías!
Conserva, conserva
los ojos verdes
los perfumes de la pasión
los mechones de cabello
que la madre Oxum
en el Abaeté vela.
Y aquellos miedos tuyos de infancia.
Devuelve el amor
que este no caiga
como el pájaro que alojamos
en el rostro de la ventana.
Fado
El jarrón chino de mi abuela:
islas
tardes de nupcias
flores tatuadas
playas ausentes del mapa
y algo
que me miraba:
un caballo turquesa
contra el crepúsculo
alado triunfo
entre el relincho y la espuma
oscura tristeza.
Profundamente
Están todos sentados esta noche.
Están todos sentados.
La vieja mesa respira
pero nada se aquieta.
Están todos sentados
muertos y sentados.
Y este amor no basta
para lamentar los besos los nombres
los retratos.
Contabilidad
Las pérdidas
los dolores
las faltas
las heridas.
Las fiestas
los amores
las gracias
las teclas.
Es apenas la vida
¡ay de mí!
Lo inesperado
Estoy quedando sola
frente al mundo
frente a los amigos
y peor
frente al amor.
Estoy quedando sola
frente a Dios.
¿Pero eso no
se suponía que pasaría
más tarde
mucho más tarde?
De rerum natura
Hoy tengo ganas de hablar
de cosas fundamentales
pero eso es un peligro
porque llega aquel día
en que todo es fundamental
y no se consigue distinguir
el coraje
el miedo
la derrota
la victoria
el letargo
el sueño
que todo es el mismo amar.
Lo demás es esperar
sin tiempo.
Volkstrot
Amo mi Volkswagen
como amé a mis mascotas
mis libros
mis rosales
mis amores.
Es un amor de cinco sentidos.
Con él atravieso
viaductos calles
veo personas
pienso en tanta cosa
escucho la radio
transporto a mis amigos
reteniendo todo por más tiempo
—retina corazón.
Y con él me quedo sola.
Vamos en la velocidad media
de 60 km, tiempo
para ver la vida
detenidamente
sin que nada se pierda
en el trayecto
en el paisaje
en la preferencia
en el cambio de dirección.
Mi volks es blanco
y tiene un aire limpio delirante
aturdido de saudade
con sus 1.300 caballos en el motor.
Es ángulo.
Más:
es ave.
Aunque Drummond diga
que lo que siento y pienso
aún no es poesía,
procuro mantener la misma mirada idílica
y hablar de cosas graves
sin ser grave.
Porque siempre fui demasiado seria.
Tomé las cosas y a las personas
con pasión
y quise tener en todo
la sensación absoluta
de estar haciendo algo
limpio y bueno.
Después vino el humor
Y ganas de reír
reír por dentro
sin exageración
concentrada
como un animal.
Esto no impidió la conmoción
ni el ser sincera a cada minuto,
apenas expuso el ojo desnudo
a la claridad del día.
Y me quedé viendo limitado
pero nítido.
Casi completo.
Ya no tengo espanto
frente a una flor
pero me gustan las flores
incluso esa frente a mí
que murió ayer
por causa de la sala cerrada
de aquel olor a humedad
a pesar del buen clima intentando
traer la primavera de fuera.
Es mi sala.
Luz de mercurio encendida
mesa
objetos
libros
gavetas
el sofá azul
dos teléfonos sin línea
(¿PBX cargado
o mal humor de la telefonista?)
tu retratito
blanco
negro
verde
colorido
un paisaje de Mira
y la ausencia total de ventana.
Pero yo sentada
hablando y escribiendo cosas
que no sé
que están en los códigos
leyes
resoluciones
jurisprudencia
doctrina
correcta
disciplinada
y cierta
(sin la desesperación de los primeros días)
contenida por una mano
que no es la mía.
Oda al «Continental»
De vez en cuando me espanto
pero creo que soy yo.
Yo misma.
Aunque el cabello esté diferente
la figura suelta el gesto demorado.
Volví principal
el accesorio de antes.
El rostro tiene nuevas culpas
y aún determinación de ser.
Escribo diferente.
La poesía continúa
linear subyacente
más allá de mí
a pesar de mí.
Dejé los paquetes.
Confieso: fumaba cigarros americanos.
Esos de filtros plásticos
blasones aristocráticos
nombres diplomáticos
brasas y vitaminas.
Me mudé al «Continental»
y sus mares del interior —geografías
del mazo pequeño—
veinte cigarros cortos
y el humo directo
tomando la boca
pegando la lengua
soltando la hoja
la raíz.
Así también la vida:
inmediata
urgente
despedida
y el gusto también de la cáscara podrida.
I'm sorry
Alguien va a querer este poema diferente
como ya me querían diferente
de lo que pienso y de lo que soy.
Concuerdo. Sería más fácil componer
cara y poema al gusto de todos
sin interferencias personales.
Como también sería más fácil
no amar lo que amo
no ser lo que soy
no hacer lo que hago.
Pero, por casualidad, ¿ya se dieron cuenta
de que estamos intentando juntos
la experiencia profunda
de la vida
y que eso duele, machuca
e incomoda?
¿Ya se dieron cuenta?
En la industria de la antropofagia
y en las antropofágicas conexiones
en la cacería política
extendida por los campos nacionales
en las manos oscuras y sociales
en el safari doméstico sentimental
me puse en evidencia.
Devoro a mis hermanos.
Serenamente mastico sus ideas
sueños miedos modos de ser.
Tengo buenos dientes.
Este triturar sin tregua
querer el ojo ajeno perdido
y el hambre de ese ojo expuesta.
(Si al menos en cada muerte
intentara una eucaristía
tacto palabra gusto
comida que me salvara.
Ni eso.)
Yo poeta troglodita caníbal
consciente
corazón maravilloso y voz preclara
mato a mis hermanos
—sangre cotidiana tropical—
sé que mato.
Y beso profundamente a aquel
que me entrega su soledad.
Aqua lateris Christi, ¡lávame!
Traducción de Sergio Ernesto Ríos
Neide Archanjo (São Paulo, Brasil, 1940-2022). Poeta, abogada y psicóloga. Participó en movimientos como «poesía en la plaza», «tendederos de poesía» y espectáculos en teatros, cafés, facultades y festivales nacionales e internacionales de poesía y arte. Fundó el taller literario de la Biblioteca Mário de Andrade, en São Paulo. Fue becaria de la Fundación Calouste Gulbenkian en calidad de poeta residente en Portugal y asesora de la Biblioteca Nacional. Publicó su poesía reunida bajo el título Todas as horas e antes (A Girafa Editora, 2004), por la que recibió el Prêmio Jabuti de Poesia y el Prêmio de Poesia da Academia Brasileira de Letras.