ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

11 poemas

Neide Archanjo

 

 

Espera

 

Octubre

y ninguna palabra te alcanza.

 

Se marchitan las flores

y otras enmohecidas

sueñan.

 

Ellas

(las flores) te esperan.

Mi cuerpo te espera.

 

Yo, no.

 

 

 

Resentimiento

 

En las rosas de la ausencia

te celebro.

 

 

Ya no me apasionas

ni me iluminas.

 

Lenta es la pérdida

que respira.

 

Y primerizo es este poema

que aún canta

lo que ya no puedes ser.

 

 

 

Contabilizando

 

Devuelve

el primer volumen del Quijote

perdido en el tren.

Cervantes no te pertenecía.

 

Y también la Odisea

pues a la Ilíada

yo sabía que nunca

llegarías.

 

Devuelve

las luciérnagas en la noche del Sena

tus imágenes en los espejos de Versalles

y el beso que robaste de Rodin.

 

Devuelve

lo que era mío

y soñé que pudiera ser tuyo.

¡Ah, no podía!

 

Sabías de poetas

no de Poesía

extraña carne

vísceras lágrimas dramas

alma ensangrentada

manchando tu alegría

¡Ah, de la Poesía no sabías!

 

 

Conserva, conserva

los ojos verdes

los perfumes de la pasión

los mechones de cabello

que la madre Oxum

en el Abaeté vela.

Y aquellos miedos tuyos de infancia.

 

Devuelve el amor

que este no caiga

como el pájaro que alojamos

en el rostro de la ventana.

 

 

 

Fado

 

El jarrón chino de mi abuela:

islas

tardes de nupcias

flores tatuadas

playas ausentes del mapa

y algo

que me miraba:

un caballo turquesa

contra el crepúsculo

alado triunfo

entre el relincho y la espuma

oscura tristeza.

 

 

 

Profundamente

 

Están todos sentados esta noche.

Están todos sentados.

 

La vieja mesa respira

pero nada se aquieta.

 

Están todos sentados

muertos y sentados.

 

Y este amor no basta

para lamentar los besos los nombres

los retratos.

 

 

 

Contabilidad

 

Las pérdidas

los dolores

las faltas

las heridas.

 

Las fiestas

los amores

las gracias

las teclas.

 

Es apenas la vida

¡ay de mí!

 

 

 

Lo inesperado

 

Estoy quedando sola

frente al mundo

frente a los amigos

y peor

frente al amor.

 

Estoy quedando sola

frente a Dios.

 

¿Pero eso no

se suponía que pasaría

más tarde

mucho más tarde?

 

 

 

De rerum natura

 

Hoy tengo ganas de hablar

de cosas fundamentales

pero eso es un peligro

porque llega aquel día

en que todo es fundamental

y no se consigue distinguir

el coraje

el miedo

la derrota

la victoria

el letargo

el sueño

que todo es el mismo amar.

Lo demás es esperar

sin tiempo.

 

 

 

Volkstrot

 

Amo mi Volkswagen

como amé a mis mascotas

mis libros

mis rosales

mis amores.

Es un amor de cinco sentidos.

Con él atravieso

viaductos calles

veo personas

pienso en tanta cosa

escucho la radio

transporto a mis amigos

reteniendo todo por más tiempo

—retina corazón.

Y con él me quedo sola.

Vamos en la velocidad media

de 60 km, tiempo

para ver la vida

detenidamente

sin que nada se pierda

en el trayecto

en el paisaje

en la preferencia

en el cambio de dirección.

Mi volks es blanco

y tiene un aire limpio delirante

aturdido de saudade

con sus 1.300 caballos en el motor.

Es ángulo.

Más:

es ave.

 

Aunque Drummond diga

que lo que siento y pienso

aún no es poesía,

procuro mantener la misma mirada idílica

y hablar de cosas graves

sin ser grave.

 

Porque siempre fui demasiado seria.

 

Tomé las cosas y a las personas

con pasión

y quise tener en todo

la sensación absoluta

de estar haciendo algo

limpio y bueno.

 

Después vino el humor

Y ganas de reír

reír por dentro

sin exageración

concentrada

como un animal.

Esto no impidió la conmoción

ni el ser sincera a cada minuto,

apenas expuso el ojo desnudo

a la claridad del día.

Y me quedé viendo limitado

pero nítido.

Casi completo.

 

Ya no tengo espanto

frente a una flor

pero me gustan las flores

incluso esa frente a mí

que murió ayer

por causa de la sala cerrada

de aquel olor a humedad

a pesar del buen clima intentando

traer la primavera de fuera.

 

Es mi sala.

Luz de mercurio encendida

mesa

objetos

libros

gavetas

el sofá azul

dos teléfonos sin línea

(¿PBX cargado

o mal humor de la telefonista?)

tu retratito

blanco

negro

verde

colorido

un paisaje de Mira

y la ausencia total de ventana.

Pero yo sentada

hablando y escribiendo cosas

que no sé

que están en los códigos

leyes

resoluciones

jurisprudencia

doctrina

correcta

disciplinada

y cierta

(sin la desesperación de los primeros días)

contenida por una mano

que no es la mía.

 

 

 

Oda al «Continental»

 

De vez en cuando me espanto

pero creo que soy yo.

Yo misma.

Aunque el cabello esté diferente

la figura suelta el gesto demorado.

 

Volví principal

el accesorio de antes.

El rostro tiene nuevas culpas

y aún determinación de ser.

 

Escribo diferente.

 

La poesía continúa

linear subyacente

más allá de mí

a pesar de mí.

 

Dejé los paquetes.

 

Confieso: fumaba cigarros americanos.

Esos de filtros plásticos

blasones aristocráticos

nombres diplomáticos

brasas y vitaminas.

Me mudé al «Continental»

y sus mares del interior —geografías

del mazo pequeño—

veinte cigarros cortos

y el humo directo

tomando la boca

pegando la lengua

soltando la hoja

la raíz.

 

Así también la vida:

inmediata

urgente

despedida

y el gusto también de la cáscara podrida.

 

 

 

I'm sorry

 

Alguien va a querer este poema diferente

como ya me querían diferente

de lo que pienso y de lo que soy.

Concuerdo. Sería más fácil componer

cara y poema al gusto de todos

sin interferencias personales.

Como también sería más fácil

no amar lo que amo

no ser lo que soy

no hacer lo que hago.

Pero, por casualidad, ¿ya se dieron cuenta

de que estamos intentando juntos

la experiencia profunda

de la vida

y que eso duele, machuca

e incomoda?

¿Ya se dieron cuenta?

 

En la industria de la antropofagia

y en las antropofágicas conexiones

en la cacería política

extendida por los campos nacionales

en las manos oscuras y sociales

en el safari doméstico sentimental

me puse en evidencia.

 

Devoro a mis hermanos.

 

Serenamente mastico sus ideas

sueños miedos modos de ser.

Tengo buenos dientes.

Este triturar sin tregua

querer el ojo ajeno perdido

y el hambre de ese ojo expuesta.

 

(Si al menos en cada muerte

intentara una eucaristía

tacto palabra gusto

comida que me salvara.

Ni eso.)

 

Yo poeta troglodita caníbal

consciente

corazón maravilloso y voz preclara

mato a mis hermanos

—sangre cotidiana tropical—

sé que mato.

Y beso profundamente a aquel

que me entrega su soledad.

 

Aqua lateris Christi, ¡lávame!

 

Traducción de Sergio Ernesto Ríos

 

Neide Archanjo (São Paulo, Brasil, 1940-2022). Poeta, abogada y psicóloga. Participó en movimientos como «poesía en la plaza», «tendederos de poesía» y espectáculos en teatros, cafés, facultades y festivales nacionales e internacionales de poesía y arte. Fundó el taller literario de la Biblioteca Mário de Andrade, en São Paulo. Fue becaria de la Fundación Calouste Gulbenkian en calidad de poeta residente en Portugal y asesora de la Biblioteca Nacional. Publicó su poesía reunida bajo el título Todas as horas e antes (A Girafa Editora, 2004), por la que recibió el Prêmio Jabuti de Poesia y el Prêmio de Poesia da Academia Brasileira de Letras.