Ricardo Aguirre (Toluca, 1993). Licenciado en Antropología Social y maestrante en Estudios de la Cultura por la UAEMéx. Es miembro de la banda de post-punk Hel y del taller de poesía de la revista grafógrafxs.
VIDA ELEKTRA
Siempre intenté verme como uno de los New York Dolls,
ya sabes,
con mi cabello al hombro,
mis pantalones marcando el encuadre de las bolas en mezclilla,
usando labial rosa,
pateando culos a diestra y siniestra,
cogiendo en el baño en todas las tocadas.
La mañana y su rigor,
el anís quemando mi garganta,
encender el televisor
para verte tras la pantalla,
un saco gris con unos lentes cuadrados,
siempre sonriendo al lado del tipo que dice justicia en cada exhalación.
Escupo jaquecas observando el baile de tus edecanes,
su manera de hacerme sentir conexo
a la Italika
en la que correteo a Gassire por el centro.
Mi nombre
de pila es Johnny,
de apellido, Thunders.
Estoy preparando un timo
para no responder a tus cobradores,
quiero ser un moroso
que no alcanza las metas
que se
propuso para su vida Elektra.
Me gustaría frustrarme
para criticar el modelo
al que atribuyo mi fracaso.
Te hablaré de algo
que me voló los sesos
a los 27;
es algo
que no conoces:
la economía,
el mercado.
Recuerda el principio de
igualdad ante la ley,
permite que la creatividad
y la determinación personal
definan
quién es capaz de satisfacer al consumidor
y quién controla los medios de
producción.
Soy un mago,
un faraón,
un sobreviviente.
Elijo mi celda,
hago mi número,
pero hay distinción de
colores en las espaldas
de la gente
que hace distintas cosas,
es un mundo diferente.
Yo amo el mundo en el que vivo.
Sueño con ser Garralda,
intervengo a quien corresponda;
yo sé que mis haters son de lento aprendizaje,
por eso me veo obligado a repetir la lección.
Un empresario
en el espejo
sólo es guardián
temporal de la riqueza,
es el Mesías y habita en cada uno de nosotros en forma de tiburón.
Se refleja.
Si sostienes el negativo contra la luz,
no ves la luz sino el
negativo.
Yo soy un reflejo de tu negativo,
y puedo soportar eso también.
No te conozco
no los conozco,
no tengo percepción del dolor,
no tengo percepción del
sufrimiento,
no conozco la burla,
no conozco todo lo malo.
El rito del duelo es matar por segunda vez al objeto perdido.
Algunos críticos observan que el capitalismo se concentra en la
satisfacción de necesidades materiales,
lo que distrae a la población de la
generación y apreciación de las artes, como se manifestaba en obras
monumentales
del pasado.
En el capitalismo
las empresas producen bienes para
satisfacer necesidades de forma masiva, lo que permite continuamente mejorar el
nivel de vida del ciudadano promedio.
En el capitalismo
la máquina
produce chirridos,
chirriantes,
conectado,
interconectado,
sin
líneas de fuga.
El individuo individualizado es la pieza en la que recaerán las mejores
palizas,
la estructura es infalible,
el problema es usted,
usted,
y sólo usted.
Son indudables los avances en el bienestar de los países capitalistas
y a pesar de ello las críticas al sistema son continuas.
Sin embargo,
todos somos nuestras propias prisiones, todos somos nuestros propios
custodios
y hacemos nuestra propia condena.
Indica Mises
que la razón de base para estas
críticas tiene que ver con el elemento de cambio en la posición social de la gente.
El odio que recibo de
ustedes lo interpreto como un acto de amor;
ustedes me adoran
y comen de mi
fama.
¿Quién es usted?
(hago gestos,
adivínalo con mímica)
(mírame haciendo katas
y gritando en una
ceremonia como un guerrero luau frente a las cámaras).
Nadie, no soy nadie
(bailo con un mimo en un recuadro de vidrio en el que
depositas tu reflejo).
Soy un vagabundo,
(saco la lengua a la Einstein,
sin un cuadrito de Hofmann )
un zángano,
un indigente,
un don nadie,
hater entre los haters.
Al que me critica
le respondo:
soy todo,
un sueño que no has soñado,
un mundo que no has conquistado.
Me
pones en una celda oscura
y solitaria
y para ti eso es el final,
para mí es el principio.
Ahí hay un universo,
un mundo,
soy libre
soy algo nuevo,
soy amigo de todo lo que
veo,
de todo lo que conozco
y siento.
Soy la vida Elektra.
Nota
Pienso que las dimensiones de la vida exitosa son como darse unos flanes y un angelito; los primeros te achicharran el cerebro y el segundo te pinta el hocico de blanco.
El viaje es momentáneo, necesitas que alguien te mire, ser atestiguado como un War Boy que nace enfermo por la búsqueda de una apariencia que no necesita.
La vida Elektra se constituye de la morosidad con la que se es arrojado al mundo, una eterna visita a realizar pagos pequeños por una Italika que nos lleve a Marte o a Saturno.
ALMA ENAMORADA
¿Qué gesticulaciones haces al leer esto?
¿Al despertarte, al dormir?
Podría realizarse una reflexión comenzando con esas interrogantes, pero haciendo hincapié en que en el momento en que hago consciente mi gesto inhibo la reacción per se, por lo que el ejercicio que comienza en uno mismo se debe plantear en el otro, para ser objeto de estudio; muy antropológico, ¿no?
De hecho no lo sé...
¿Qué gesticularías al leer
un mensaje que dicta que dos balas traspasarán tu nuca?
Decidir no frenar la interpretación de
un alma enamorada que esboza
inventar una máquina que fotografíe el origen de los pensamientos, de las emociones,
en una sola acción.
Observar cuándo hay mayor actividad en las regiones intracraneales,
para no delatar el paso
la mueca,
la mirada,
el sentido estimulado
al ver tu vestido blanco
y el cabello crispado en crepé,
sostenida en un brazo a la cintura
y el otro alrededor del cuello;
las piernas entrecruzadas
mientras porto
sombrero tlapehuala
en el conjunto café
que se guía en el ritmo del tacón
y las puntas de las botas,
espolones de un
Sauce y la Palma,
alma de mi alma
que linda eres tú.
Somos un manojo de gestos combinados
psicocorporales,
nuestra existencia es
el mundo encarnado
vida y muerte
lenguaje-verbo-hecho carne.
¿Qué haré lejos de ti,
prenda de mi alma?
Piensa que el escenario es la estructura de un dardo dirigiendo
el sentir y expresar
una parte repetitiva,
existo reproduciendo coreografías
de mí mismo.
Todo estado de consciencia es gestual
pero cuando leo la nota inhibo los gestos, resto la acción,
la bala susurra mis vellosidades,
Si actúo
desarrollo el gesto desplegado,
el gesto puede ser pensado internamente,
esbozado en
microgestos faciales.
-Pongo el micrófono en la mano derecha, pegando mis labios al tejido metálico
soplando las palabras
“No me niegues tu mirada...”
Todo pensamiento es gestual,
es figura,
es movimiento.
Soy consciencia de algo...
la nota,
sus balas,
el olor a guayaba
y el sonido del motor de la Suburban
derrapando las buganvilias.
Sabes algo,
no hay hechos unicausales.
Nota del autor
Crecí escuchando música, y aunque destaco en todo momento el camino por el punk, he de mencionar que mi bisabuela me heredó el gusto de escuchar a los Cadetes de Linares, Los Invasores de Nuevo León, Cornelio Reyna y, ante todos ellos, a Chalino Sánchez. Había una cinta del rey del corrido en los automóviles de mi bisabuela, y era un hecho escucharlo en los viajes largos al norte del país.
Siempre me gustaba oír la anécdota sobre lo corta que había sido su trayectoria musical y acerca de su trágica muerte. Algo respecto a ese mítico pasaje me causaba revuelo, aunado a las historias narcopoliciacas contadas por mi padre y mi tío.
Una de las corrientes de la antropología francesa retoma "el gesto" como pilar comunicativo del hombre, sobreponiéndose a la estructura del lenguaje y su discurso, si bien en un primer momento se habla del lenguaje como la conjunción del habla-lengua, siendo "el gesto" una parte corporal a partir de la interiorización de lo socialmente establecido como comunicativo (léase Saussure). La premisa que sostiene Marcel Jousse es que “las ideas no existen, existen los gestos, sólo eso”, es decir, que el primer estímulo, así como su reacción de lo externo a lo interno y viceversa, son las partes comunicativas sin remitir al habla y su codificación lingüística. Por tanto, "el gesto" es en sí la clave de la palabra hecha carne. En otras palabras, ja, valga la redundancia, esta forma de comunicación no verbal es lo que devela la interacción humana en un carácter más primigenio, siendo la principal modulación de la socialización.