ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Cuatro poemas[*]

Jacques Roubaud

 

 

Composición rítmica abstracta para palomas y poeta

 

Estaba sentado sobre el banco, que seguía húmedo, bajo el sol.

 

Las nubes se lanzaban, con su sombra por delante, sobre la hierba, hacia los siete chopos ingleses.

 

Te veía, en la ventana, despierta, desnuda, con el sol.

 

Te observaba. lo oscuro. lo negro. lo negro en calma sobre el punto vivo. de tu vientre.

 

Golpeaba la hierba con mi pie. las doce palomas se elevaban un metro y luego volvían a posarse.

 

Golpeaba la hierba con mi pie. las doce palomas se elevaban un metro y luego volvían a posarse.

 

Te observaba. lo oscuro. lo negro. lo negro que se posaba, espeso, sobre el punto. vivo. de tu vientre. estaba sentado sobre el banco, que seguía húmedo. bajo el sol. las nubes se lanzaban, con su sombra por delante, sobre la hierba. hacia los siete chopos ingleses.

 

Golpeaba la hierba con mi pie. las doce palomas se elevaban un metro. luego volvían a posarse.

 

 

 

Afasia

 

Jakobson dice que la afasia devora el lenguaje en sentido contrario a su adquisición. Las articulaciones más recientes son las primeras en partir.

 

Una boca comienza a deshacerse por los labios.

 

Pienso lo mismo del verso. las reglas del verso desaparecen una a una en su destrucción, siguiendo —también— un orden afásico. Como si los poetas deshicieran su edificio piso por piso. Sin dinamitarlo de golpe.

 

Permanecí enteramente callado después de tu muerte.

 

No pude hablar durante casi treinta meses.

 

No podía hablar en mi forma de decir, que es la poesía.

 

Había empezado a hablar, en poesía, veintidós años antes.

 

Aquello ocurrió después de otra muerte.

 

Antes de esa otra muerte, yo no sabía cómo decir. estaba como mudo. Así: atrapado entre dos «orillas» de la muerte.

 

 

 

El tiempo que tuvimos en el mundo

 

El tiempo que tuvimos en el mundo

 

Destrozado en fotografías que aguardan una restauración futura. breve frente a mis ojos. qué breve fue.

 

Estaba incompleto, pero no tenía límites.

 

Luz que encoge la ventana     que condensa la película     que comprime la puerta     que refracta el hielo     que encoge la ventana     and so on.

 

Rizos de cierta luz y cierta música.

 

Glenn Gould     Brian Eno     Anthony Braxton.

 

Memoria vacilante de sílabas que caen desde otro idioma

 

Y hacia nosotros

 

Algo como «nos faltó tiempo».

 

 

 

En este árbol

 

Baja y duérmete                     en este árbol, en este árbol.

Reposa la tierra                     en este árbol, en este árbol.

Recibe la tierra                     en este árbol, en este árbol.

Desinventa el negro                     en este árbol, en este árbol.

Reconstruye piernas                     en este árbol, en este árbol.

Rechaza los polvos                     en este árbol, en este árbol.

Corta la luz                     en este árbol, en este árbol.

Desborda las órbitas                     en este árbol, en este árbol.

Escribe, escribe tú que estás viva                     en este árbol.

 

Traducción de Rodrigo Círigo

 

Jacques Roubaud (Caluire-et-Cuire, Francia, 1932). Es doctor en Matemáticas y Literatura y ha sido profesor en la EHESS, la Universidad de París-Nanterre y la Universidad de Rennes, entre otras instituciones educativas. Ha publicado más de cincuenta libros de poesía, ensayo, narrativa y traducción literaria, que le han merecido diversos premios, como el Grand Prix National de la Poésie (1990); el Grand Prix de Littérature Paul-Morand de l’Académie Française (2008), y el Prix Goncourt (2021), por el conjunto de su obra. Es uno de los miembros del Oulipo (Ouvrier de Littérature Potentielle o Taller de Literatura Potencial), que fundaron Raymond Queneau y François Le Lionnais.

 

 

[*] Estos poemas forman parte del libro Quelque chose noir [Algo negro] (Gallimard, 1986).