Blavatsky
Samuel Rodríguez
Epinomis
Para demostrar lo invisible:
los números.
¿Qué físico puede negarlo?
Poseemos el método
en una esfera,
al borde del abismo.
Por lo tanto,
y con los ojos cerrados
(matemáticamente)
puebla el universo
con abundantes líneas rectas.
Akâsa
Todo niño sabe
cómo regular
la temperatura de su aliento
Vril
Faraday.
Edison.
Bell.
Desde lejos
pueden transmutarse,
con equivalente potencia de actuación.
No se sabe cómo.
Bifrost
Nubes
preñadas de hierro celeste.
Hierven las aguas de los dioses.
Gigantes,
montados en carneros de plata.
Coronan al puente de los destinos.
Irresistible es
la fuerza de las estrellas
el cinturón de colores
la electricidad de los volcanes.
Chârkh pûjâ
Horca que suele verse en los templos.
Garfio de hierro.
Sangre desnuda.
El suelo levantado en lo alto
gira alrededor de la horca.
Cuerpo rasgado
en reposo,
como si saliera de un baño refrescante.
Nota
Mi infancia estuvo rodeada de personas que solicitaban la ayuda de mis padres para ser liberados de demonios. Con todo y el miedo, crecí escuchando experiencias que se convirtieron en mitos y leyendas familiares. En el taller de Grafógrafxs nos pusieron el reto de reconfigurar las escrituras de la ocultista Madame Blavatsky, basándonos en un libro de ella, titulado Isis sin velo. Para mí fue una oportunidad para descubrir nuevas maneras de acercarme al mito. Los textos que van surgiendo funcionan como mis memorias de ese mundo mítico que invadió mi infancia. Allí se encuentran la curiosidad, la cautela, el guiño y también el temor a lo oculto.
Samuel Rodríguez (Tecate B.C., 1986). Arquitecto y docente en la UABC. Es colaborador de la revista Liber. Publicó de manera independiente el libro Y habitó entre nosotros. Es integrante del taller de poesía de Grafógrafxs.