Todo está bien, todo está en calma
Yara Patiño Estévez
La vida es tan saludable
dijo el astronauta.
Un cohete nuevo, una idea
en órbita hacia la Luna.
Llegaría antes que nadie.
Primer problema: la batería solar.
Segunda parálisis: el sistema de orientación iónica falla.
Tercer ahogo: el sensor no funciona.
La nave queda ciega.
Zarya, soy Rubin.
Tres horas, cuarenta y ocho minutos.
Entendido.
La tierra despejada, el horizonte.
El castillo se abre,
la escotilla no.
Nadie duerme,
te esperamos.
Estás de suerte,
el reloj se ha corregido.
Presión 800, temperatura 17.5
sólo tengo un cronógrafo
y buen estado de ánimo.
No te apresures
el descenso será más pronunciado
todo estará bien
el soporte vital funciona
hazlo con calma
tal vez escuches algo
respira más profundo.
Rubin, soy Zarya.
Hay daños en el sistema de comunicación terrestre
el plasma, violento, amortigua las ondas
de radio que habitan las palomas.
Las antenas quedaron mudas, el paracaídas
enredado.
146 segundos funcionó el motor.
Velocidad de descenso: cien metros por parpadeo.
Quedaban sesenta y entendió todo.
Rubin, soy Zarya
Rubin
Rubin, ¿me escuchas? Cambio.
Cambio.
Si los paneles…
Si los sensores…
Cenizas.
La caja negra y Zarya
Rubin, la hazaña, el viaje
se han derretido por completo.
Esto, simplemente, no sucedió.
La prueba es un simple cálculo
un cuento de hadas sobre un nabo.
Yara Patiño Estévez (Berlín, Alemania). Escritora, editora y gestora cultural. Colabora en la revista México Design y en Arena México, Arte Contemporáneo.