ISSN: 2992-7781
REVISTA DE LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

La trilogía del agua
(fragmento)

Claudia Aboaf

 

 

Los Bajos del Temor, Delta del Paraná

 

La naturaleza se ve tan desnuda como ella. Tiene ante sí ese barro burbujeante y sus pequeños habitantes. Cangrejos corredores y mojarras vivas en los charcos. Aún permanece dentro del barco la prolongación de su padre, que fue su historia. Aunque ha transcurrido la noche y el día que comienza, Tigre se vuelve antiguo para Andrea, como si nuevamente pasara de moda, luego de los años en que el impulso sarmientino se volviera para otros imposible de seguir: ni la madera ni las frutas, ni la vida, habían sido allí para cualquiera. Tampoco para ella.

Atrás quedaron los perros, perros que ahora serán sus propios dueños. Aún ladran de orilla a orilla, pero pasan los días y alguno se anima a cruzar. Inician el trote en el lecho del río moviendo la cola, suben y bajan por las escaleras de los muelles con botines de barro. Se diluyen para ellos los territorios de los hombres, no les importa quién es el propietario, son una jauría en un mundo olfativo. Circulan uniendo la isla.

Andrea sabe que el monte blanco tomará su casa y las polillas negras depositarán allí sus huevos. Pero no quiere comerciar, negociar con la casa, porque sería llevarla a cuestas. Te dejo atrás, dice, señalando la boca del Delta. Una entrada franqueada por la fuerza antigua del agua, que sufrirá ahora la avanzada vegetal hasta cerrarse por completo. Deja atrás el testimonio de una época, a la que ella fue arrastrada, pero nunca estuvo del todo presente.

En un momento sentirá frío. Una de las ventanillas de la cabina no cierra, y nunca tuvo puerta. Es apenas una cáscara, una media cabina que cubre un tramo corto de proa, insuficiente para acostarse o guarecerse del pampero que ya se desata. Ese viento chupa el río, lo vaciará aún más. Parece que será un pampero sucio, seco, sin lluvia. El día es aún sofocante, aunque el cambio de temperatura y de luz será muy rápido. Andrea lo sabe, desde la vez en que el viento sur los atrapó con su padre y ella tuvo que esconderse debajo de la misma lona áspera. Después de ese viento fuerte y breve, el sol se verá magnífico, naranja.

Comienza a desenrollarse el cigarro de nubes. Este viento frío de la Antártida se suelta y reemplaza la atmósfera cargada de insectos. Barre las babas del diablo con su voz desafiante: «¡Al barro, al barro!», dice. Se apoya en uno de los flancos. Mira bien la sustancia que predomina: ese extendido marrón parece vivo. El vértigo de esa voz suelta en el viento la empuja en el estruendo del pampero.

Levanta una pierna por sobre la baranda del barco. Y ante ese barro, que es la primera acción del mundo, presiente que en el minuto siguiente ocurrirá la primera acción de su vida. Un primer paso en los sedimentos y su pie quedará cubierto. Y ya no va a detenerse.

 

Claudia Aboaf (Buenos Aires, Argentina, 1960). Escritora y docente de ciencia ficción climática en la Universidad Nacional de las Artes. Ha publicado las novelas Pichonas (Alfaguara, 2014), El rey del agua (Alfaguara, 2016) y El ojo y la flor (Alfaguara, 2019), las cuales conforman La trilogía del agua (Alfaguara, 2024). También es autora del ensayo Astrología y literatura: Diálogos cósmicos entre Borges y Xul Solar y Silvina Ocampo y Pizarnik (Editorial Lumen, 2022). Algunos de sus cuentos aparecen en antologías de new weird, ciencia ficción y de género. Colabora en diarios nacionales e internacionales con artículos socioambientales.